6-Maldito pánico
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e muerdo el labio al pensar claramente otra vez, estamos
en una ciudad con miles, sino millones de estas espantosas creaturas, los
acólitos nos metieron en la boca del lobo, no de uno cualquiera, sino uno
sádico, sanguinario y deseoso de destrozarnos.
8:30 pm.
Guardo la navaja y trato de calmar la conmoción, Javier
mira fijamente la calle, Julio no deja de jadear y Hanon mira al vacio.
-¿qué hacemos ahora?-pregunta Javier, los bichos en la
cerca se rinden y por fin se largan.
-es una buena pregunta, pero tengo una mejor, ¿dónde
estarán Dylam y Redo?-dice Julio crujiendo los dientes-tal vez siendo devorados
ahora mismo.
-deja el pesimismo y piensa en algo productivo, como el
salir de aquí-pide Hanon con mala cara.
-esas cosas no nos atacan si no las molestamos, solo
tenemos que intentar no tropezar con ellos-declaro apoyando el pie al suelo, esperando
que el dolor se aplaque.
-el problema es como…
-¿alguna distracción?-interviene Javier.
Julio se agita la mirar por la cerca corrediza, nosotros
lo imitamos y vemos porque.
8:34 pm.
Dylam y Redo están al otro lado de la calle mirándonos.
-después de todo, están vivos-señala Hanon sorprendido.
Redo lleva un palo
metálico largo y Dylam una pistola negra, el nos hace señas con un brazo y
levanta el arma apuntando a una de las luces de semáforo.
-creo que ya tenemos la distracción-señala Julio.
8:35 pm.
Dylam dispara al semáforo haciendo que estalle haciendo
mucho ruido.
De manera increíble, todos los tipos enseguida caminan
hacia el sonido, Redo nos da un gesto para que vayamos.
-es nuestra oportunidad-afirma Hanon, Julio y Javier
empujan la cerca y la apartan, sin vacilar corremos a la calle donde la menor
densidad de esos monstruos nos permite pasar sin perturbarlos.
Mi tobillo ya se ha recuperado así que puedo correr casi
al paso del resto. Jadeantes logramos pasar la calle y llegar a la entrada de
un callejón.
-¿están completos?-pregunta Dylam metiéndose el arma en
la correa del pantalón.
-si, Eris pudo matar al que nos ataco, los demás se
fueron-informa Javier.
-que mierda, malditos acólitos, ¡maldito amo! Si me oyes,
¡te maldigo! Te ¡maldigo amo de mierda!-exclama Redo al cielo con la luna
rojiza.
-maldecirlo no resolverá nada-le recuerdo en tono débil-
ahora deberíamos ir a otro sitio.
-creo que se a donde-anuncia Julio mirando el sobre de su
amigo-aquí dice que vayamos a la estación de gas, Fife, ahí veremos a alguien que nos ayudara.
-esta lo bastante cerca-dice Redo mirando como los bichos
regresan a la normalidad a la calle cuando ven que no hay nada.
-caminen-pide Hanon.
8:40 pm.
Jodidas creaturas, es difícil caminar cuando no puedes
tropezar con nadie, hemos logrado caminar por las aceras con sumo cuidado
circulando por un lado evitando a las bestias.
-¿donde encontraron esas armas?-quiero saber.
-corrimos hasta la comisaría de policía, solo pudimos
tomar esto, el resto estaba cerrado bajo seguro-responde Dylam cauteloso
evitando a los acosadores.
8:50 pm.
Veo la estación, la cerca está abierta pero los
habitantes no entran. Sin que nadie lo diga corremos buscando seguridad pero
Hanon tropieza con un tipo entonces, corremos de verdad.
Cruzamos la entrada a toda velocidad y nos volvemos a la
cosa, Redo toma su bate con ambas manos y ataca primero con un movimiento de
sus brazos.
La creatura lo esquiva, pero no se salva, Redo vuelve al
ataque y lo abate en la cabeza, el atacante cae salpicando sangre y formando un
charco debajo de sí.
El chico suspira y se relaja. Para ser joven, es muy
intenso.
-vamos pronto, tenemos que saber quién nos espera-les
recuerdo, Redo mira mal a Hanon y este le frunce el ceño.
-eres un idiota-lo regaña el joven.
-no soy el único.
-cállense, vamos a lo que vinimos-digo enojada.
-nosotros vigilamos-avisa Hanon.
Dylam me pone la mano en el hombro, adopto postura tensa.
-caminen-pide sin emoción.
Lo hacemos, no creo que dejar a esos solos, sea
productivo.
8:55 pm.
Dentro de la estación Julio y Javier miran las cosas en
venta, enciendo la luz y Dylam recorre los estantes de gasolina.
-¿hay alguien aquí?-pregunto a viva voz, nada- ¿hola?
-aquí-llama una voz desconocida- en la silla de la caja
registradora.
Dylam mira con cautela la caja, no hay nadie
aparentemente, los otros chicos admiran la escena desde lejos atentos de lo
siguiente. Con cuidado, doy pasos suaves hasta la caja, pero lo único que
encuentro es un hurón gris con manchas negras y ojos amarillos. Alza su cabeza
y me mira fijamente.
-quien… ¿eres?-pregunto vacilante, Dylam se acerca y saca
el arma, antes que se acerque más lo detengo con un mi brazo-estate quieto.
-esa cosa…-dice el.
-esta cosa tiene nombre, me llamo Slan-afirma el hurón,
sin que yo quiera tengo que mirar a Dylam para estar segura que no estoy loca,
el lo hace también igual de sorprendido.
-¿hablas?-musita él.
-¡claro que
hablo!, ¿están sordos?-exclama Slan mostrando sus dientes.
-los hurones no hablan-argumento.
-yo sí, ¿los acólitos los enviaron a buscarme no?
Aceptamos con la cabeza.
-¿con quién hablan?-pregunta Javier desde la puerta.
-yo no veo a nadie-combina Julio.
-vengan y descúbranlo-pido.
Acatan la propuesta y vienen, solo para quedar con la
mandíbula dislocada al ver al hurón.
-Julio, Javier, el es Slan-presenta Dylam haciendo un
gesto hacia Slan.
-¡que genial!-exclama Julio y sin permiso toma al hurón y
se lo pone de bufanda, aunque sea un hurón, vemos claramente su estado de
shock.
-¡he! No soy una
prenda-replica.
-si eres el enviado de los acólitos, ¿que debes
decirnos?-pido mientras Javier se ríe y Julio sigue maravillado de Slan. Dylam
lo mira como si esto fuera ridículo.
-deben estar todos, pero primero, cárgame pero no me
mesas-dice mirando a Julio, el asiente emocionado.
9:00 pm.
Afuera vemos como Redo y Hanon se desprecian con las
miradas desafiantes.
-¿y esa bufanda?-pregunta mi amigo.
-es Slan y habla-dice Julio y el hurón alza la
cabeza-saluden al enviado.
-¿esa cosa es el enviado?-chilla Redo anonadado.
-¡no soy una cosa! ¡Soy un hurón!-exclama Slan ofendido,
bueno, ahora me preocupan Redo y Hanon, que están más blancos que un papel.
-discúlpalos Slan, ellos tienen un leve problema de
retraso metal, sus madres los dejaron caer de la cuna, por lo que tienen mala
visión-expresa Dylam y Redo lo insulta con su “dedo”-¿así es como te masturbas?
¡Qué ofensa!
Redo gruñe, alzo una ceja, Hanon vira los ojos con
indiferencia.
-me caerás bien amigo-lo apremia el hurón.
-en fin, nosotros somos…-quiere decir Javier.
-ya lo sé, Dylam, Eris, Hanon, Redo, Julio y Javier, los
acólitos me avisaron-corta Slan.
Este tipo es muy directo.
-¡yo no voy a estar con este tipo!-anuncia Redo señalando
a Hanon, luego se vuelve a Dylam-¡ni tampoco contigo! Prefiero que me coman los
que están allá afuera.
Frunzo el ceño.
-los Sincara no pueden ser peores que Dylam y
Hanon-replica el hurón.
-¿Sincara?-pregunto intrigada.
-así llaman a los bichos que viven aquí, por razones
obvias.
-¡con o sin los Sincara yo me largo!-chilla Redo, todos
lo miramos fijamente.
-bien, yo tampoco te aguanto, mejor que te coman-dice
Dylam sonriendo cruelmente.
-igual yo-se une Hanon cruzando los brazos.
Siento una oleada de terror, el pánico nos divide. Redo
se vuelve a Julio y Javier pero el segundo le da una expresión de “alto” con la
mano, como un fiscal de transito.
-ya sé lo que vas a decir, te lo ahorrare, crees que
somos unos molestos mariscas y tampoco nos quieres cerca-explica fríamente.
-exacto.
Frunzo los labios.
-bien, si quieres morir, lárgate-digo, tampoco me gusta
Redo, sin él estaría más tranquila.
-hablando de molestia, yo tampoco soporto a Dylam, nos
vamos también-dice Julio matando a Dylam con la mirada, aunque para él, eso es
menos que la picada de un molesto insecto.
-listo, decidido, cada quien a lo suyo-declara Dylam con
la manos en los bolsillos.
Esto no será bueno.
-¡esperen!-grita Slan antes de que Redo de el primer paso
para irse- antes tengo que decir lo que me dijeron.
-habla comadreja, no tengo todo el día-pide.
-exacto, aquí no hay día.
-¿qué?-coreamos estupefactos.
-primero en este mundo, no amanece jamás, los días son
solo ciclos nocturnos, segundo, no les recomiendo estar fuera de un escondite
durante la segunda hasta la cuarta hora de cada ciclo, es muy malo para la
salud-explica y hace una pausa.
-hay mas, escúpelo-digo rechinado los dientes y sudando
de la preocupación.
-tercero, tienen límite de tiempo, deben resolver los
acertijos del sobre antes de que se cumplan 5 ciclos, sino, el tiempo se
acabara y los Sincara los devorarán.
Hola guapa!, lamento decirte k no sé más sobre el certamen k ha organizado la editorial Extravagancia. Tendrás k preguntarles a ellos.
ResponderEliminarSiento no poder ayudarte O.o
Saludos guapa y hasta otra!, muak!!!
Buen capítulo.
ResponderEliminarAhora leeré el siguiente.
Saludos.
En serio... me encanta Redo *.* me encanta como maldice a los acolitos ^^
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