martes, 17 de mayo de 2011

saludos, espero que puedan sacar unos minutos de sus dias para leer mi novela XD me tomo mucho hacerla, disfrutenla. el prologo y los dos primeros cap


Prologo: sed de sangre

S

omos los seres que poseemos el destino manchado de sangre desde el momento en el que morimos como humanos y renacimos como vampiros sedientos, con un único pensamiento residiéndonos en nuestra nueva existencia y es precisamente eso: sed, la cual siempre compite por nuestra razón en una disputa permanente por el poder, por ver cual guiara nuestros actos.

Siento un dolor espantoso en mi cuerpo, un ardor terrible que se apodera de mí, no recuerdo como termine así, ni que me pasa pero sé que no es nada agradable, el suelo esta frio, y siento que todo a mi alrededor también, una leve capa de nieve me cubre pero sin embargo no siento mucho frio. Solo siento una cosa que acapara toda mi atención, el ardor en mi garganta que empieza a provocarme un deseo extraño que jamás había sentido, y el cual comienza a comerse mi cordura, comprendo que si no la sacio no podre pensar con coherencia. El anhelo perturbador y abrazador se apodera de mí rápidamente, el anhelo de clavarle los dientes a la primera cosa viva que vea y chupar hasta lo último de su sangre para finalmente dejarlo sin ella.

Capitulo 1- despertar a una existencia sangrienta

C

on algo de esfuerzo me levanto, examino el lugar en el que me encuentro aun hincada en el suelo, es un callejón cubierto por una suave capa de nieve lo que me decía que recién había empezado a nevar. Me pongo de pie y un dolor me ataca en el cuello, uso una mano para examinar el sitio del dolor, cuando extraigo mi mano lo primero que noto es que ahora esta manchada de sangre, miro mi ropa exaltada y como era fácil de deducir esta manchada sangre que decencia de mi cuello. Y noto que además de tener ropa abrigada al ver la sangre mi interior arde, un instinto me atropella diciendo que la beba con desesperación, alguien me mordió, eso es todo lo que se.

Lamer mi sangre no me saciaría, eso lo sabía muy bien, y también que de mi humanidad ya no quedaba nada ni el recuerdo ya que por alguna razón no recuerdo nada de antes de estos momentos. Hay algo en mi cuello, un collar que me causaba picazón en especial en la zona de la mordedura, con la mano ensangrentada lo arranco y veo que tiene dos dijes uno con piedras hermosas y el otro que está grabado, lo que es raro es que recuerdo como leer, y este dice: “Amelia” grabado, supongo que es mi nombre. La sed continua y no deja de molestar así que guardo el collar y estoy preparada para hacer frente a lo que sea que me espere allá fuera.

Algo llama mi atención un hombre que pasa junto al callejón, desde mi posición parece bonito y su olor me alcanza…. Era tan delicioso… la boca se me hizo agua al saborear su fragancia. Los instintos golpean fieramente diciendo que valla por él, y por fin dejo de resistirme a asimilar el hecho de que anhelo su sangre con todas mis fuerzas. Me vale madre si no soy humana pero necesito sangre ahora.

Un gruñido se me escapa cuando adopto una expresión que permite ver mis dientes, el hombre voltea al oírme y su rostro deslumbra miedo que lo paraliza aparentemente, ya no pienso ahora solo soy…. Un vampiro sediento con su presa a la vista. El da un paso atrás y yo uno adelante con aire amenazador, por fin decide correr por su vida, huye pasando de largo por el camino que originalmente tomaba, y no estoy dispuesta a dejarlo escapar por lo que rompo a la carrera, salto a la pared de mi derecha con un solo pie de resorte el está para alcanzar el otro lado, revoto en la otra pared para ser más veloz. Caigo fuera del callejón, no pierdo un segundo y corro tras mi comida aterrorizada. Hasta que me enfado y salto nuevamente pero ahora hacia delante tan lejos que caigo sobre el chico quien quedo de espalda. Empleo ambas mano para inmovilizarlo, el forcejea pero eso no le sirve de nada, mi cabeza desciende hasta el cuello de su chaqueta, de un mordisco lo arranco dejando ver el cuello del tipo, su pelo medio largo cubre parte, mi nariz recorre todo este hasta su hombro saboreando ese olor tan delicioso, mi víctima se estremece y sin esperar más clavo mis colmillos en la base de su cuello, el gime una vez en el momento que lo hago. Pero finalmente deja de resistirse quedando completamente quieto. Su sangre sabe exquisita y tibia aun mas que su dueño resignado, bebo mucha, el alivio en mi crece rápidamente con forme su sangre pasa atreves de mi garganta. La respiración del chico empieza a volverse desigual.

Y mi sed es aplacada por fin, extraigo mis filosos dientes de mi presa aun viva quien no se mueve, algo de la sangre se me escapo y aun permanece en su cuello, no me resisto y empiezo a lamerle el cuello acabando con todo lo sobrante, el tipo vuelve a estremecerse, luego de que termine de lamerlo con dificultad voltea su cabeza para mirarme, no parece molesto, ¡y eso no puede ser más raro! Luego de chupar su sangre hasta que no se mueve ni una miradita de desprecio. Me levanto y examino la zona.

Parece una ciudad muerta como en una zona de guerra, casas y edificios destrozados, autos quemados, muertos en todos lados, aun hay humo de la destrucción con vida a lo lejos. Volteo y noto que estoy frente a un local con la vidriera rota, finalmente me miro en uno de los pedazos y me sorprendo.

Mis ojos…. Son rojo vivo y brillan un poco, pero justo después de que me miro estos vuelven a su color original el azul marino. Soy blanca más que la mayoría, mis labios rosados, largas pestañas, facciones finas y alargadas. Un poco baja, más que la mayoría, cabello no muy largo de color negro brillante y algo enrulado. Visto un abrigo negro también que protege muy bien, pantalón azul grueso y zapatos negros igual, permanezco mirándome un rato, el desespero desapareció cuando bebí sangre por lo que ya estoy bajo control.

-¿que no lo sabías?-susurra débilmente el chico aun en el suelo, me doy la vuelta, seguro me vio exaltarme cuando mis ojos cambiaron.

El chico es alto, pelo rubio oscuro un poco largo pero no mucho, blanco un poco menos que yo. Ojos verde claro, labios rosas, facciones viriles, pero aun finas de manera que muchos envidiarían y trae un suéter purpura bajo la chaqueta azul oscuro. También lleva pantalón del mismo del mío negro y zapatos para la nieve negros con rayas purpuras.

-¿qué cosa?-pregunto interrogante

-que los ojos de los vampiros se vuelven rojos cuando sus instintos surgen-responde- y no espere que un vampiro me mordiera de un modo que aunque duele lo haya disfrutado

Quedo con cara de sorpresa, ¿seguro que toda la sangre que le chupe le afecto, quien disfruta que le chupen la sangre? Supongo que fue porque le lamí el cuello que le gusto

-no lo sabía porque…. Perdí toda la memoria de cuando era humana-explico

-ya veo….- su cuerpo empieza a temblar de pronto, y también a retorcerse, lo miro con horror sin saber que pasa ni que hacer-¿¡que…pasa!?-exige saber retorciéndose.

Momento… lo mordí y bebí mucha sangre, y el aun vive entonces esto solo puede significar que debió empezar su cambio para volverse vampiro momentos después de que lo soltara, cierra sus ojos apretando sus parpados con fuerza. Hasta para mi es desagradable ver como tiembla, aprieta los dientes y descubro sus colmillos vampíricos recién obtenidos, cierra sus manos y las aprieta mientras arque a la espalda apoyándose con estas. De pronto abre los ojos que ahora se volvieron rojos como estaban los míos.

-dime…. ¿me voy a convertir en un vampiro?-pregunta mirando el suelo con los ojos de par en par, aprieto la mandíbula.

-si... eso creo, es la primera vez que muerdo-respondo inquieta, el se pone de pie y me mira con eso penetrantes ojos rojos, de pronto gruñe, se sostiene la cabeza con ambas manos.

-¡siento que voy a volverme loco!, ¡golpéame!-exige con desespero, no dudo debido a que se lo que se siente así que arremeto en su mejilla, cae violentamente.

-¿ya?-quiero saber, se pone de pie.

Por alguna razón no quiero matar a este chico, me cae bien y eso me dificulta hacerlo. Parece que se está calmando, seguro que su transición al vampirismo ya casi acaba.

-creo que si…. Ya no siento nada solo necesidad de morder-dice, eso era lo que esperaba, parecía fuerte desde donde estaba pero resultaba extraño que yo era aun más fuerte.

-si… es fácil saberlo para mí-digo

¿Ahora que debía hacer? Estoy sola, no tengo idea de quién soy ni de donde estoy y aun menos de que paso, supongo que conseguir amigos es el mejor modo de sobre llevar esto, y adaptarme a este lugar hostil, ya que lo parecía por el aire de violencia que lo impregna. El hombre respira con desesperación.

-supongo que ahora jugamos en el mismo equipo ya que ambos somos vampiros-continuo

-creo que sí, vamos a otro lugar aquí es peligroso-dice tapando su rostro con una mano, asiento, el camina por la acera algo mareado

Avanzamos por la zona hasta un edificio destruido, sigo al chico por un agujero casi imperceptible al interior casi intacto, dejando a un lado las zonas derrumbadas, el cuarto en el que estamos tiene alfombra rojo y dos sofás, la única entrada de luz viene de una ventana o mejor dicho de un derrumbe del tamaño de una ventana a un lado. Camina mareado hasta una pared donde se derrumba finalmente tapando el lugar donde lo mordí, me le uno sentándome a su lado.

-¿estás bien?-pregunto

-si… solo algo mareado-responde-me llamo Zatir-dice de pronto, suspiro

-mucho gusto y yo soy Amelia… creo-digo, se sienta por fin dándome la cara

-¿crees?

-al menos creo que me llamo así, eso decía mi collar-me examina detenidamente

-entiendo... creo que ya deje mi humanidad atrás, porque ya no me siento vivo…-anuncia

-siento haberte mordido, estaba desesperada por sangre-me disculpo

-ya para qué, pero no importa, esa es tu… nuestra naturaleza, y lo necesitabas-

-deberías odiarme por morderte-

-lo sé, pero soy un estúpido, siempre les he temido a los vampiros pero no los he podido odiar-dice-además no fue tan malo, si hubiera podido elegir habría escogido perder mi humanidad con una vampiresa bonita como tu tal y como paso.

Sonrió alagada

-y... ¿qué paso aquí? Si puedes decírmelo

Zatir jadea desesperadamente, noto que su boca está seca, como pude olvidarme de eso, seguro está luchando por no tratar de chuparme la sangre, ahora mismo puede estar perdiendo la cordura y lo hará si no bebe pronto

-lo siento debes tener sed, vamos por sangre-lo invito poniéndome de pie, el me mira sorprendido

-no se… si pueda…-vacila

-ya no eres humano ahora eres un vampiro y si quieres vivir vas a tener que actuar como uno-insisto decidida-además es más fácil cuando tus instintos te llevan

-bien, si termino bebiendo sangre como tú con la mía será un éxito, si no me vuelvo un vampiro terminal

-¿vampiro terminal?

-son los vampiros que no logran controlarse y se convierten en seres sin uso de razón-explica levantándose

No tenía idea de eso, pero no me extraña ya que sin memorias todo te sorprende y si no tienes voluntad tu sed se apodera de ti y no te deja pensar, seguro un vampiro terminal serian los que ya llevan eso al extremo

-no creo que termines así, si no has intentado morderme aun-digo, sonríe

-bien vamos por sangre-acepta

Así lo hacemos y volvemos a salir al exterior helado, el cielo no podía ser más nublado, Zatir y yo caminamos un largo rato en busca de presas pero no vemos mucho, veo un edificio destrozado y se me ocurre ver desde allí, corro a gran velocidad y salto ágilmente sobre los escombros con gracia magistral de piedra en piedra, quedo a como cinco metros de la cima y la alcanzo con un enorme salto, Zatir queda perplejo. Examino el panorama en busca de algún pendejo para alimentar al chico pero nada, solo veo kilómetros de destrucción hasta que la brisa viene contra mí y un olor interesante rompió contra mi rostro.

Miro hacia abajo y diviso a un perro siberiano que olía rico, desde la cima doy un salto monumental desde la cima hacia y caigo con violencia cerca de este, el suelo se rompe el can trata de huir pero de un salto caigo sobre él y lo inmovilizo con facilidad.

-¡Zatir tengo la comida!-anuncio, el corre hasta alcanzarnos, mira con desagrado al perro aterrorizado

Alzo al pobre por el cuello, me doy la vuelta y se lo ofrezco a Zatir, el se acerca y lo sujeta.

-es raro-comenta

-mátalo de una vez que tienes que beber algo o enloquecerás-insisto

Frunce los labios pero finalmente somete al perro contra el suelo y sus ojos se tornan rojos, antes de vacilar se los entierra en el cuello a la victima que lucha en vano por su vida, este se debilita lentamente mientras es despojado de su sangre rápidamente hasta que se queda quieto, muere luego de unos minutos de resistencia, daba lástima pero debíamos comer, Zatir dejo al muerto en el suelo luego de secarlo por completo.

-¿estás mejor?-pregunto, se limpia la sangre de la boca con una mano

-sí, ya estoy mejor-responde

-¿no tienes más sed?

-No, ya estoy bien así, ¿que querías que te dijera?-

-que… ¿qué paso aquí?-mira el cielo nublado unos momentos

-bueno, las guerras destruyeron gran parte del mundo que se conocía además de que inicio una nueva era de hielo y los humanos comenzaron a asentarse desde cero de nuevo en muchos lugares, como ocurrió aquí pero unos estúpidos haciendo experimentos crearon vampiros artificiales que se liberaron y causaron pánico… entonces los verdaderos vampiros ocultos aparecieron aprovechando eso, y luego de meses este lugar acabo así, la mayoría de los humanos se fueron dejando la ciudad en ruinas-explica una de sus manos viajo a su rostro que ahora era más pálido y empezó a tocarse los colmillos- pero los vampiros artificiales fueron barridos por los reales y estos se multiplicaron desplazando a los humanos como especie dominante

Permanezco mirándolo con atención pues sentía atracción por su historia, con razón este lugar esta tan vacio, al menos esta zona ya que de seguro que otros sectores debían estar infectados de vampiros y humanos aterrorizados. La era de hielo debió traer algo de retroceso a la sociedad humana pero seguro eso se resolvería con el tiempo, lo que me parece masoquismo es que con una ciudad hasta el tope de vampiros aun haya gente tan estúpida para quedarse o pasar por aquí.

-entonces fue un revés-cometo

-sí, los vampiros suelen permanecer en el territorio de esta ciudad, y gracias a eso fue declarada inhabitable y peligrosa, de hecho ya nadie le llama con el nombre original, ahora es conocida como “ciudad mortal o muerta”-dice –por razones obvias.

-sí, ya lo creo

-si no hubieras sido tu la que me mordió ya estaría muerto de seguro no hay muchos vampiros que te dejen vivir luego de morderte.

-entonces son tiempos difíciles para todos, quien sabe que le habrá ocurrido a mi familia

-no tengo idea pero si no los mataron los vampiros seguro están con alguno de los pocos grupos de humanos que aun están aquí o se fueron a alguna ciudad por ahí.

Frunzo el ceño pensando en lo peor, quiero recordar que me paso pero eso parece un deseo muy lejano de cumplirse, pero tengo el consuelo de que al menos no estoy sola ahora que Zatir está ahí, aunque no me sorprendería si decide irse y dejarme sola otra vez.

-¿tú que harás? Digo ahora que eres un vampiro-soné algo tensa.

-no estoy seguro… pretendía ir con un grupo que iba a salir de aquí pero esos planes ya se jodieron desde que me mordiste-afirma con decepción.

Me encojo de hombros sintiéndome mal por él, seguro hubiera podido dejar atrás este infierno helado de no ser por un pequeño problema “yo”

-¿y ahora que vas a hacer si no quieres ir con ellos?

-no tengo idea, sería una molestia si voy con ellos, dudo que acepten un vampiro y si lo oculto sería peor si lo descubren.

Muerdo mi labio.

-entonces….

-¿te molesta si me quedo contigo por ahora? Muchos vampiros hacen alianzas para mejorar su suerte-agrega, mi mirar cambia radicalmente a asombro con su pregunta.

Es cierto si nos aliamos tendríamos mejores oportunidades en este lugar inclemente, además de elegir compañero Zatir parece una maravillosa opción, y necesito a alguien que me ayude con las cosas que no tengo en mis memorias incompletas ya que no puedo andar por ahí sin saber donde estoy parada. Sería casi como gritar “MATENME”, en un sitio atestado de potenciales asesinos a la espera.

-claro, por mi no hay problema y me harías un gran favor Zatir…-acepto mencionado por primera vez su nombre sin gritar, el sonríe.

-gracias es muy agradable tenerte de compañía Amelia, seguro que contigo los vampiros terminales lo pensaran antes de querer matarme, y también es preferible a que trates de beberte toda mi sangre-dice en tono alegador, rio entre dientes traviesamente.

Eso de bromear con el tema produce un gran efecto positivo en mí, creo que tener de compañía a Zatir va a ser más que conveniente sino que entretenido. Miro el cielo y este parece comenzar a oscurecer, la temperatura está descendiendo y hasta para nosotros que somos resistentes puede afectarnos. Me vuelvo al chico.

-Vamos hay que buscar donde refugiarnos-propongo

-conozco un buen lugar, sígueme-pide dando la vuelta camino a algún sitio, vacilo pero lo sigo a donde sea que vamos.

Zatir me lleva a los escombros de un edificio, atreves de una ventana algo alta con un salto llegamos al interior, parece demasiado cómodo para ser improvisado de seguro ya se había ocupado de arreglarlo. Una gran alfombra cubre el suelo, es de color amarillo ardiente, las paredes si están descoloridas hasta el punto de no poder reconocer su color original, la habitación posee una cama matrimonial y un sofá individual tapizado de negro como la cama. Zatir busca algo bajo los aposentos y extrae una especie de cortina. Empleándola cubre la ventana dejándonos sumidos en la oscuridad.

-así no nos verán-dice, tomo asiento en el sofá negro el cual esta mullido y cómodo. Zatir busca algo detrás del mismo mueble y no lo logro ver bien, lo pone en el centro del cuarto, de pronto se enciende iluminándonos.

Lo miro detenidamente y descubro que es una lámpara como de la era de matusalén, aun funciona con fuego el cual el encendió con un fosforo, se sienta cruzando las piernas a ver el fuego dentro de aquel objeto brillante, sus facciones se marcan a la perfección mientras la luz baña su rostro pensativo el cual parece hipnotizado por el resplandor.

-¿cuánto tiempo llevas aquí?-rompo el silencio, me mira.

-mucho, desde hace varios meses, pretendíamos dejar este sitio pero supongo que ya no podre-responde.

Muerdo mi labio.

-ya entiendo, creo que disculparme no es suficiente-digo.

-De todos modos mi familia odia a los vampiros, si se enteran de que soy uno puedo ir pensando en que hay más allá de la muerte

Eso es algo duro, aparentemente a Zatir no le duele restregarse la verdad aunque sea una verdad que le gustaría enterrar muy bajo tierra.

-eres muy realista-

Empieza a mecerse de adelante a tras mientras aun admira la luz.

-en este mundo, podrido y frio hay que serlo, porque es más doloroso ver como tus sueños irreales de desmoronan a asimilar que jamás ocurrirán desde el comienzo-con una mano toca sus colmillos, adopto una impresión de culpa-y para mi ya es el fin del sueño de tener una vida normal.

Yo no puedo entenderlo debido a que nunca he tenido nada que anhele, o al menos que pueda recordarlo. Zatir ya con esas palabras dejaron claro que tiro por la borda eso que deseaba, se voltea a encararme de pronto.

-¿tienes hambre?-dice, eso me saca de mi mundo privado.

Entonces noto que el estomago me ruge, supongo que la sangre es buena parte de nuestra dieta pero también necesitamos comida normal.

-creo que un poco-admito, el se levanta y va a buscar algo bajo la cama-¿qué tienes hay?

Saca dos tasas de sopa instantánea, este chico sí que venía preparado para este clima, precisamente la comida perfecta para calentarte, vuelve a sentarse frente a la lámpara con imagen antigua, su rostro luce angelical, todo un adonis y ahora parece que se volvió más lindo, el vampirismo le favorece mucho. Su rostro aun lleva algo de color pero ahora es más pálido casi como yo, supongo que en mi humanidad debí ser excepcionalmente blanca.

-ven, esto te gustara- me invita, asiento al sonreír, me levanto y tomo asiento a su lado, el me ofrece una de los envases plásticos con la comida, empiezo a comer y mi alivio es celestial cuando el calor de la sopa entra a mi cuerpo. Sabe casi tan delicioso como la sangre que bebí de Zatir.

-tienes razón esto está muy bueno, ¿de dónde lo sacaste?-comento.

-lo encontré en una alacena abandonada, pero últimamente no se ha podido encontrar mucha comida por aquí, cada vez los humanos y los vampiros tienen que arreglárselas mas, así que comer esto es un lujo, más que todo los humanos.

Lo miro interrogante.

-¿cómo que más que todo los humanos?

-los vampiros comen pero eso solo es la mitad de su dieta, pueden sobrevivir de ambas, pero no se sienten completamente bien si no las satisfacen a las dos.

Este chico para haber sido convertido en vampiro hace tan poco sabe mucho sobre el tema.

-¿cómo sabes de eso si eres un vampiro solo hace horas?

Da un sorbo enorme a la sopa.

-si no lo supiera no hubiera sobrevivido hasta hoy.

Suspiro y vuelvo a la comida, de un gran sorbo trago buena parte del contenido original, el toma la sopa con ambas manos y se la toma toda de una sola vez y yo lo imito bebiendo hasta lo último que queda.

-claro…. Fue estúpido preguntar.

-no hay problema, recién estas entrando a esta mierda de mundo, al menos es como si lo hicieras.

Luego de eso nos recostamos frente a la luz

-¿qué hora es?-pregunto, el mira su reloj el cual yacía oculto bajo su chaqueta.

-las 2 de la mañana-responde y bufo.

Pasa un rato y siento algo de sueño, finalmente duermo, el frio es tan terrible que hasta para un vampiro es demasiado, abro los ojos y descubro a Zatir dormir bajo una sabana de lana que parece muy tibia desde donde estoy, y entonces me doy cuenta de que yo también tengo una, vuelvo a sentarme haciendo retroceder la sabana frente a mí, no sentí cuando me la puso encima ni sabía que tenía sabanas pero agradezco que así sea.

Debo gradecer también encontrarme con alguien como él, al menos no tengo que soportar a alguien molesto, al contrario Zatir es muy agradable por diversas razones y aparentemente es considerado.

Me levanto y voy hacia él a ver la hora, con cuidado retiro un poco su sabana y miro bajo su manga a ese bello reloj dorado con números romanos, dice que son las 4 de la mañana y ya no tengo sueño en lo más mínimo. Mejor todavía así no necesito gastar mucho tiempo en dormir, el reacciona de pronto, abre rápido los ojos con sorpresa y se lanza sobre mi agresivamente pero yo logro retroceder lo bastante rápido para evitar que me capture y me pongo a la defensiva, se detiene al darse cuenta de que solo soy yo, su posición defensiva sede entonces. En cuanto a mi dejo mi posición también, el suspira y se tira en el suelo.

-no me asustes así-pide, frunzo el ceño

-¿tan fea soy?-digo, el me mira incrédulo de pronto.

-no…. Eres hermosa pero creí que eras de esos vampiros terminales que aparecen de pronto.

Me siento de en el suelo.

-bien entonces.

-perdón por el ataque.

-no hay problema.

Sacude la cabeza.

-¿qué hora es?-me pregunta.

-tu reloj decía que las 4 de la madrugada- se exalta.

-increíble y ya no tengo sueño.

Me rio divertida, supongo que nunca vio a un vampiro dormir así que es mucho pedir que conozca su ciclo se sueño, el sale de su sabana y la dobla, bueno agradecer no cuesta nada y pase mi corto sueño cómoda gracias a su sabana. Este frio es terrible, por lo general creo que no debería ser capaz de congelarnos pero esto es lo suficiente para más que hacernos temblar.

-supongo que dormimos menos que los humanos-digo-Zatir… gracias por la sabana- sonríe ampliamente.

-de nada, al menos ya no me siento solo.

-¿solo?-lo miro interrogante, suspira.

-sí, hace varios días me separe de mi grupo y me perdí, pretendía volver con ellos pero ya no importa-explica, muerdo mi labio.

El mira la ventana y va hacia ella, se asoma un poco a examinar el exterior, la idea de dejar esta comodidad no es grata pero necesitamos encontrar a algún grupo de vampiros que nos acepten ahí afuera o dar por seguro que no será fácil subsistir aquí.

-afuera todavía hay una tormenta pero está cediendo creo que ya podemos salir-comenta volviéndose hacia mí.

-perfecto-expreso-y… ¿los vampiros terminales también se unen?

-sí, algunos, la mayoría no tienen suficiente control para eso de socializar pero algunos a pesar de eso se juntan, y es un martirio para los humanos y los vampiros corrientes como nosotros…

No hablo por unos segundos mientras maquino eso.

-entonces deben ser una peste-finalmente digo.

-si…y aun no me acostumbro a decir “nosotros” con eso de que ahora soy un vampiro también-

Tengo deseos de beber sangre…. Supongo que debe ser por ración diaria pero siento que eso sería solo un placer ya que considero que podría aguantar mucho más sin ella, ¿pero para necesito aguantar?, no quedamos hablando durante un largo rato a la espera de que la temperatura suba mas.

-creo que es normal, deberíamos salir, tengo un poco de sed y deberíamos buscar a algún grupo de pendejos al que sumarnos-digo levantándome en tono casi como una orden, asiente casi como con obediencia.

-buena idea Amelia, vamos pronto saldrá el sol….ojala-sonrió.

Así lo hacemos, al encontrarnos afuera vemos que ya hay algo de claridad indicando que la madrugada está convirtiéndose en mañana, deben ser como las seis AM, la nieve es espesa y algo profunda pero eso no representa un obstáculo para nosotros. El día parece prometedor así que lo tomo con optimismo.

-pronto será la hora peligrosa-dice de pronto algo tenso mientras andamos por la nieve.

-¿ahora qué?-pregunto, se lame los labios para humedecerlos.

- es la hora de la mañana que los vampiros salen, posiblemente a buscar victimas, comida o a moverse así que es un momento algo estresante.

Supongo que es normal que busquen comida a estas horas, yo tengo algo de sed por lo que ellos también podrían. Y debido a eso esta debe ser la hora más desagradable para los humanos, perros y todo lo que tenga sangre y se mueva por todo el terreno de esta ciudad, no me gustaría ser de esos… y por fortuna no lo soy.

-¿y cuál es la hora menos activa?-

-seguramente en las noche frías, especialmente cuando hay tormentas, y si no ellos se quedan quietos en un lugar sin mucho escándalo hasta el amanecer.

-y las noches comunes supongo que también salen.

-sí, algunos lo hacen, los humanos no pueden bajar la guardia en esos días

No me extraña que no salgan en las tormentas, es definitivo que yo no lo haría, es muy cómodo quedarse refugiado del frio congelante a salir, y de hecho es agradable si se está bien abrigado como lo comprobé antes.

Seguimos nuestro camino hasta unos escombros oscuros con total normalidad hasta que sin querer Zatir pisa y rompe una piedra haciéndola añicos…. Ojala no lo hubiera hecho, quedamos tiesos deteniéndonos en seco, oigo algo…. Gruñidos, son muchos, y viene de los escombros a nuestro lado, damos la vuelta encarando el sitio. Muchos ojos rojos empiezan a aparecer brotando de la oscuridad uno a uno y viéndonos con desprecio… o como ve un depredador a su presa, Zatir da un paso atrás, puedo olerlos son 10 en total y obviamente son vampiros, trago nerviosamente.

-dime que no son lo que creo que son-pido al chico con voz temblorosa.

-ojala pudiera pero eso sería mentira del diablo-responde con el mismo tono tembloroso.

Finalmente uno de los bichos sale de las ruinas, es de cabello rojo y nos gruñe… de pronto dos más aparecen detrás del tipo, uno de cabello negro y el otro marrón.

-eso explica porque esto olía a madriguera de ratas-comenta Zatir.

Otros dos brotan más atrás no los veo bien, de un momento a otro se lanzan sobre nosotros.

-¡CORRE!!!!-grito y antes de que nos alcancen corremos por nuestras vidas a toda velocidad con los cinco vampiros lunáticos detrás.

Hay un edificio destrozado en frente y en lugar de rodearlo salto sobre los escombros, Zatir duda pero al voltear y ver a los tipos que lo esperaban como segunda opción opta por subir, en eso de elegir entre que unos bichos de esos te maten y saltar por tu vida la elección es fácil. Saltamos de manera extraordinaria pero nuestros perseguidores también, bajamos en pendiente con desesperación y al final de los escombros más adelante vemos a un grupo, dos mujeres y cuatro hombres no pensamos y vamos hacia ellos rogando por que nos ayuden.

Capitulo 2- en compañía de asesinos

A

vanzamos a toda velocidad pues nuestras vidas están en juego, los vampiros de enfrente nos miraron sorprendidos, de un salto Zatir y yo salimos de la pendiente pero nuestros perseguidores no tardan en alcanzarnos.

-¡ayúdennos son demasiados!-pido y apenas tengo tiempo de verlos bien, Zatir ni los mira y se da la vuelta hacia los vampiros terminales que se detuvieron a pensarlo cuando vieron a los otros vampiros.

Rápidamente hojeo a los miembros del grupo, uno es enorme, sus facciones son duras pero atractivas, su cabello es negro alborotado y erizado, debajo es corto pero sus mechones superiores son algo largos y le dan volumen a su pelo, tiene barba de candado corta, blanco como la leche, sus ojos son marrón claro, labios ligeramente coloridos, viste un conjunto invernal con estampados de llamas y fuma un cigarro mientras me mira con suspicacia. Junto al otro chico un poco más bajo, su rostro es más fino, mejillas sonrojadas, igualmente blanco, ojos miel, cabello cortó castaño brillante y viste una chaqueta verde como su pantalón, porta capucha con plumas sintéticas y unos lentes de esquiador en el pelo, solo esta hay mirándose desafiante con los vampiros terminales. Frente a ellos otro tipo, este es casi tan grande como el primero, mas moreno pero aun claro, su rostro es tan viril como el resto, posee una gran mandíbula cuadrada y algo de vello facial, ojos casi grises y labios carnosos. Viste una chaqueta larga hasta los pies de color marrón, debajo un suéter grueso de igual tono, pantalón negro y botas para la nieve. También mira a nuestros atacantes, el último hombre yace detrás de los dos primeros, no tiene cara de estar feliz. Es casi tan pálido como los primeros, pero eso no es raro, con el poco sol que da aquí es de poco sorprender que casi todos sean pálidos, su cabello es grisáceo y corto salvo por sus mechones que caen junto a sus orejas enmarcando su rostro. Facciones duras, mejillas levemente sonrojadas, labios finos, ojos verdes claro, viste una chaqueta blanca de cierre con la imagen de un cráneo en llamas en el pecho, pantalón grueso de color azul marino, me examina con detenimiento y esta inexpresivo de un modo perturbador.

En medio de un destello en que mi mente no piensa ya que apenas les prestó atención a las mujeres miro a Zatir el cual solo examina a los atacantes indiferente a los otros vampiros pero a diferencia suya a mi si me preocupan, aun no tengo idea si están hay parados para ayudarnos o para destruirnos. Por fin miro a las mujeres.

La primera está muy junto al chico con los lentes para la nieve, es algo baja en comparación con el, rostro corto con una mandíbula fina, ojos pequeños y finos, de color verde agua, blanca, labios gruesos y provocativos, cabello largo de color café que cae en largas ondas sobre su rostro hasta su cadera. Viste un abrigo ajustado rojo que termina bien apretado en su cadera y tiene un cuello de plumas sintéticas, su pantalón negro está constituido por tela aislante por lo que no es muy grueso y marca muy eficazmente sus piernas. Mira al de lentes como preguntándose qué hacer.

Dirijo la vista hacia la última y ella luce muy desafiante por su mirada despectiva y agresiva contra mis perseguidores, su constitución es más alta que la anterior pero su cabello es liso y más corto de tono rubio mesclado con marrón, su cara es más larga pero igualmente fina, los ojos de ella son más grandes de color café, sus labios son algo cortos por los lados pero gruesos y rosados, también blanca, y por dios no hay negros aquí, seguro si los hubiera se pondrían blancos por la falta de sol. Trae un suéter marrón oscuro cuello de tortuga sobre el que tiene una chaqueta de igual color pero más envejecido, y sus pantalones son más gruesos que los anteriores con el mismo marrón que la chaqueta, su grosor aun permite permiten darse una idea de cómo son sus piernas debajo.

El que fuma gruñe de pronto y el de barba insipiente también logrando que me ponga nerviosa, más aun, el de la barba mira al que tiene la imagen de cráneos en la ropa y dice:

-bien Camus dale-Camus sonríe y voltea hacia lo vampiros que aun se piensan en atacar.

-espera yo también quiero jugar-interviene el fumador riendo malvadamente, su risita hiso que un horrible escalofrió recorra mi espalda.

-no hay problema Sedro, vamos por ellos-acepto Camus.

El vampiro pelirrojo se me lanza encima saltando por encima de Zatir dejándolo sorprendido, me pongo a la defensiva al instante que deja el suelo. Sedro salta y enviste al tipo dándole contra la nieve, el se levanta al momento y gruñe a su agresor, corre hacia el muy ágil dispuesto a golpearlo, Sedro lo esquiva con algo de dificultad, usa una pierna y le patea en una costilla, es un ruido muy sonoro que casi hace sentir su dolor, el vampiro terminal retrocede dejando un pique en la nieve. Miro las manos de la bestia y sus uñas de pronto se afilan como navajas. Sedro no baja la guardia y su oponente vuelve decidido a darle un zarpazo, el tipo fumador se cubre el rostro y retrocede justo a tiempo de un brinco pero el ataque lo alcanzo en el brazo y este fue rasgado desde la ropa hasta la piel, sin dar espera la sangre da su aparición, Camus se tapa la cara de un manotazo al ver lo ocurrido.

-¡cabrón esta era mi ropa favorita!-grita Sedro ya enojado y yo solo alzo un ceja pensando que es algo exagerado, se preocupa más por su ropa que por la sangre que sale de su herida.

El vampiro lo ataca de nuevo pero Sedro detiene su brazo con el suyo dejándolo inmóvil, la bestia trata con el otro pero Sedro lo detiene también entonces le entierra la rodilla en el estomago dejándolo sin aire, el chico los suelta y apresa su cuello apretándolo cada vez más, el vampiro terminal sujeta sus muñecas en un intento por zafarse, Sedro lo aprieta y libera una sola mano a la cual sus uñas ya se le habían afilado y entonces con esta le atravesó el pecho produciendo un charco de sangre en el suelo producto de toda la que broto del agujero. Sedro lo suelta y el muerto cae en la nieve sobre su propia sangre.

El de cabello marrón ataca a Camus un segundo después pero este lo intercepta en el aire sujetando uno de sus brazos y su cuello, violenta y despiadadamente lo sacude y azota contra el suelo, antes de que pueda levantarse, Camus le da fin a su existencia atravesándole el pecho del mismo modo que Sedro con el pelirrojo, la mano del chico yace completamente roja, y el suelo se enrójese lentamente con el charco que se está formando del difunto, extrae su mano y mira a los restantes.

-bien van dos, faltan tres-señalo el de poca barba.

-eh Xeno cuenta los segundos que nos tardamos- pidió la chica de marrón amarillento con un tono que dejaba ver sus ansias de matar, Xeno sonrió y asintió.

-bien, déjamelo a mí Violeta-pidió, la chica apretó los puños lista para atacar.

Los dos que no pude ver bien antes atacan a Violeta y al chico de lentes, ambos los esquivan, la chica junto a este también salta en busca de seguridad en ese momento, pero los vampiros agresores ven que somos demasiados y entonces huyen despavoridos.

-¡vuelvan miedosos! ¿¡Porque le temen a la muerte!?-grito Sedro cuando él y Violeta corrieron tras ellos y desaparecen, pero justo en ese momento el ultimo se me lanza encima.

-¡Amelia el vampiro!-grito Zatir alarmado en advertencia

Estaba tan concentrada que no lo vi venir, me sacudo fieramente en un intento por liberarme, las garras de la bestia apresan mis brazos dejando expuesto mi cuello. El vampiro estaba a punto de morderme, pero justo antes le entierro un codazo en el pecho y le meto un cabezazo en el rostro con una potencia que rompe, finalmente de una sacudida me suelta y doy la vuelta instintivamente en respuesta justo cuando mis uñas se afilan, antes de que pueda parpadear le arremeto un buen arañazo en el rostro, justo antes de un ojo, su mejilla queda marcada con mis garras y empieza a destilar sangre, no espero y entonces, vuelvo a atacarlo pero esta vez atravieso su cuello, empleo el agarre de mis manos y el filo de mis garras alrededor de este para traspasarlo directo a la tráquea rompiéndola a pedazos, y cierro con broche de oro al atravesar su pecho con el brazo que libere. La cantidad de sangre que broto de esa herida y la del cuello debieron ser litros pues tiñeron el suelo invernal de rojo ardiente.

Suelto un respiro aliviada, me miro las manos y no pueden estar más rojas, el liquido se desliza atreves de mis miembros goteando en grandes cúmulos de sangre que tiñen aun más el suelo, Zatir las mira también con cara de asombro y algo de miedo.

Violeta y Sedro se esfumaron al salir corriendo en la persecución de los vampiros que huyeron, todos se tranquilizan y luego me miran mientras yo aun no supero la cantidad de sangre que corre y mancha mis magas, al apartar la vista solo me encuentro con el trió de cuerpos de los vampiros terminales en la nieve y cubiertos de sangre al igual que el suelo en que yacen. Los presentes dejan de analizarme con la mirada y hojean a Zatir quien comparte miramientos nerviosos con nuestros salvadores.

-………… ¿y quiénes son ustedes?- rompe el silencio Xeno

-yo…. soy Zatir Ivanov-empieza mi compañero y me encara- y ella es Amelia…-continua a la espera de que diga el apellido, solo que yo no tengo nada que decir- ¿cómo es que te apellidas?

-no lo sé, simplemente soy Amelia, no recuerdo mas-respondo algo jadeante y todos concentran la vista en mi- ah… gracias por ayudarnos

-no hay problema-dice Camus con una media sonrisa

-¿y como se llaman ustedes?-interviene Zatir tratando de sonar cordial, aunque es algo difícil cuando una pandilla de vampiros te tienen rodeado.

El de lentes para la nieve se mete las manos en los bolsillos y dice:

-yo me llamo Keyn Berthier, y ella es Ángela Arriola-señala a la chica a su lado con los ojos y ella nos dedica una sonrisa y un gesto de saludo con la mano, y hay un leve rastro de inocencia en el modo que lo hizo.

Sonrió amistosamente sin poder contenerlo.

-mucho gusto-digo y Xeno se cruza de brazos.

-yo soy Xeno Amsel-se presento algo serio

-y yo soy Camus Ifel-dice el otro examinando la zona

Zatir se lame los labios y luego los mueve con inquietud.

-¿y los que persiguieron a los vampiros?-pregunta volteando hacia el lugar por donde desaparecieron, examino la dirección y veo que entraron por unas ruinas cercanas, menos mal que no fueron por donde Zatir y yo corrimos o se toparían con la pandilla de vampiros de la que huimos.

-ellos son Sedro Bernal y Violeta Friedman, de seguro deben estar masacrando a esas escorias de la vida mientras hablamos-contesta Ángela mirando a Keyn

-ah……… ya-susurro para mí misma

-¿qué fue lo que les paso?-quiere saber Keyn en voz seria-cuenten

Miro a Zatir esperando que el responda pero él me ruega con la mirada que hable yo, bufo y empiezo:

-desperté así sin recordar nada de mi vida humana y… cuando Salí de donde estaba entonces encontré a Zatir y... Tenía tanta sed que lo mordí y lo convertí en lo que es- hago una pausa- decidimos no separamos y cuando caminábamos…- le echo una ojeada a Zatir quien pone los ojos en blanco intentando evitar los míos ya que es demasiado obvio que le tiro la culpa al mirarme a los ojos-salimos a buscar un grupo al que unirnos y en el camino Zatir piso una piedra atrayendo a todos los vampiros terminales, corrimos y terminamos aquí.

Camus suelta una carcajada burlona y ahogada, Zatir le dedica una expresión despectiva al instante. Keyn y Ángela sonríen divertidos en ese momento

-cállate Camus- le dice Xeno con inexpresividad. El chico se silencia tan pronto puede.

-si amo-agrega al recuperar la compostura.

-bueno, ¿buscaban grupo?-miro a Zatir un segundo él me regresa el gesto y asiente.

-sí, eso hacíamos-confirmo

-entonces podrían venir con nosotros-expresa Xeno y consulta con los demás dirigiéndose hacia ellos con la cabeza-¿alguien se niega?

Ángela niega con la cabeza, Keyn se estira y dice:

-no tengo problemas, desde que le atravesó la tráquea a ese vampiro Amelia me cae bien-muerdo mi labio y empiezo a examinar las garras de una de mis manos empleando los dedos de la otra.

Camus comienza a hacer un hueco en la nieve con un pie, pateándola hacia a tras como un perro, dejando ver su inquietud.

-yo no tengo problema amo, pero aun no hemos escuchado la opinión de Sedro y Violeta, así que sería mejor esperarlos, no queremos iniciar discordia entre nosotros ¿o sí?, porque creo que en momentos como este eso es lo peor que puede pasar-dice moviendo su pie aun con inquietud mientras lo mira y frunce el ceño.

-cierto, pero mejor regresemos, no es bueno estar aquí-acepta Xeno con resignación.

No puedo evitar sentir algo de intriga cuando Camus le dice amo a Xeno, suena más como un calificativo real de lealtad que como uno que utilices en juego.

-cuantos más seamos mejor, eso nos beneficia-interviene Ángela

-sí pero es un arma de doble filo, si no hay unión y cooperación solo será un contratiempo y eso aquí no es bienvenido, es mas es mortal-argumenta Xeno

-aquí cualquier cosa podría ser mortal-masculla Keyn con aire de ser realista

Zatir y yo simplemente permanecemos callados mientras ellos discuten a cerca del asunto, creo que será una buena idea unirnos a ellos, parecen buenos aliados, y eso es lo que más nos hace falta. Camino hasta Zatir para no sentirme nerviosa, aunque estos vampiros parezcan estar dispuestos a darnos la bienvenida no puedo bajar la guardia, simplemente no puedo darles confianza aun. El me encara cuando llego y sonríe de manera encantadora. De pronto unos pocos copos de nieve empiezan a caer preludio de la próxima tormenta, Camus suelta un grito de desespero de un momento a otro.

-¡mierda no otra vez! Estoy arto de la nieve-se queja envistiendo en suelo nevado rápidas y repetidas veces provocando una gran marca en este, eso sin lugar a dudas es un gesto de desahogo muy gracioso.

-mejor acostúmbrate, las eras de hielo suelen durar un largo tiempo, unos cuantos miles de años-le recordó Xeno con una sonrisa regocijada.

Ángela menea la cabeza sonriendo con el mismo gesto que Xeno, Keyn mira el cielo

-hay días en que odio la realidad, porque cuando la analizas es un maldito asco-masculla Camus

-no es para tanto, el mundo es así, y de algún modo termina por gustarte-señala Zatir en tono resignado- ósea te gusta o te gusta.

Todos quedamos silenciados con ese último comentario y ciertamente este mundo es así y te gusta o te gusta, Zatir tiene mucha razón en eso, después de todo ¿qué se puede hacer si tu solo nunca harás la diferencia?

-da igual, volvamos con ellos antes de que empiece una ventisca-dice Xeno subiendo la vista para captar lo copos de nieve que a cada minuto se multiplican mas y mas.

-qué más da, vamos-accede Keyn sin gran interés.

-sígannos-pide Camus

Miro a Zatir y el asiente entonces los seguimos a cierta distancia, la nieve cada segundo cae con más fuerza y eso me pone nerviosa. Zatir no aparenta demasiada preocupación, por lo que me apego más a él para sentirme con mayor tranquilidad.

El grupo de seres sobrenaturales nos escoltan hasta un lugar que parece una librería, en el exterior posee rejas metálicas con las puertas abiertas, un camino de piedra a la entrada y a su alrededor el jardín ahora cubierto de nieve hasta que ni una flor es visible, a los lados del jardín solo se ven dos árboles con muy pocas hojas y el edificio fue realizado con piedra llevando un total de tres pisos. Admiramos la estructura exactamente desde la entrada al inicio del camino de piedra.

-¿se esconden aquí?-pregunta Zatir al contemplar el edificio

-sí, es lo bastante grande y leer los libros olvidados que tiene ayuda mucho cuando no tienes nada que hacer-responde Ángela sonriendo

-cierto, las ventiscas te dejan mucho tiempo de ocio-combina Xeno-entremos, seguro Violeta y Sedro llegan en rato.

Entramos a la biblioteca y lo primero que encontramos es un desastre, rastros de destrucción, el mostrador hecho pedazos, sillas y mesas rotas, polvo y de mas, muchas repisas de libros caídas pero algunas están levantadas aun, estoy casi segura de que estos vampiros fueron ya que una repisa permanecer en pie luego de tal devastación es algo muy remoto. Una sección del techo está rota y los escombros yacen como una gran montaña debajo de este, las escaleras no son accesibles, en lo más remoto, arriba también se derrumbo algo t eso bloquea el destino de las escaleras.

-subamos-propone Keyn avanzando a la gran pila de escombros debajo del derrumbe, entonces salta con una gracia maravillosa sobre una piedra y otra acercándose a la cima, al alcanzarla se eyecta con otro salto fenomenal hacia arriba perdiéndose de vista en el segundo piso.

-lo que dijo-expresa Camus siguiéndolo en carreta e imitándolo saltando al segundo piso. Dudo un poco y agarro fuertemente la manga de la camisa de Zatir, el tampoco está muy convencido de ir por su cara de exectico.

Xeno lo nota y nos dedica una mirada incrédula.

-vamos, no se pongan así, si quisiéramos matarlos ya estarían muertos-nos recuerda y corre tras los otros chicos seguido por Ángela.

Miro a Zatir reconociendo el argumento, el relaja la expresión y suelta un suspiro de alivio.

-tiene razón, no hay que temer-digo y el pone los ojos en blanco.

-sí, lo sé, pero aun no puedo sentirme a salvo-responde en tono suave entonces oímos el sonido de la ventisca a fuera cada vez con más fuerza, esos pendejos dejaron las puertas abiertas ¡y el frio congelante podía entrar!

-¡rápido! ¡Me congelo!-grita Violeta entrando en carrera de la nada con Sedro, se detienen frente al mostrador para calmarse y atrayendo nuestra atención.

-no…. Nos quemamos-dice Sedro con sarcasmo mientras ve su cigarro apagado por el frio.

-el sarcasmo esta de mas, no estoy de humor para eso-reclama la chica al tiempo que Sedro vuelve a encender su cigarro con un fosforo de una caja en su bolsillo-como se lo mucho…… que te importa paso la pagina y digo que vallamos a cerrar la puerta

Sedro sonríe divertido

-claro, pero ustedes no se queden hay y vengan a ayudarnos-se dirige a Zatir y a mí pero no nos mira.

-por supuesto, eso estaba pensando-dice Zatir sonando muy amistoso, más de lo que yo puedo lograr.

Asiento sin protestar y vamos en su ayuda, los cuatro empujamos las dos partes de la puerta, un dúo a cada lado, es más difícil de lo que creí, el viento nos frena pero con algo de esfuerzo la cerramos y Sedro toma la barra de metal que ocultaba uno de los lados de la puerta y lo utiliza para pasarla por los enormes pasadores del gran portón de madera, evitando que el enorme ventarrón del exterior que la azota con vigor logre abrirla fácilmente.

-ahora si se merece llamarse acogedor-masculla Violeta.

-sin duda, ese frio es bien fastidioso-digo tras un suspiro

-¿y ustedes que hacen aquí?-quiere saber Sedro con la interrogante muy visible en su rostro.

-Xeno nos ofreció quedarnos con ustedes, pero dijo que necesitaban oír su opinión antes-explica Zatir, Violeta y Sedro se miran como si intercambiaran información.

-entonces son bienvenidos… pero antes deben demostrarnos algo-empieza Violeta seriamente.

-y eso es...-digo esperando, Sedro sonríe con malicia.

-nada de sexo-suelta Violeta mirando a Sedro y este se deja el lujo de reír un poco, lo que solo me pone nerviosa- necesitamos que nos muestren que son vampiros de verdad, no queremos bestias como vampiros terminales pero queremos vampiros que sean capaces de matar despiadadamente si hace falta… lo que sea o mejor dicho a quien sea.

Siento que mi estomago se revuelve, eso sí que no lo esperaba y Zatir tampoco, solo quieren que demostremos que somos asesinos innatos, pero es comprensible con la desagradable situación.

-no podemos ayudar a mantener paracitos-combina Sedro muy serio luego de dejar de cuajarse de risa.

Frunzo el ceño por la declaración pero Zatir luce más preocupado aun, el la única creatura que ha matado era un perro y eso no le agrado mucho, sintió mucha lástima y ellos dijeron quien sea, entonces seguro nos pedirán matar algo por lo que sintamos mas lastima aun. Y eso es por seres más similares a nosotros es decir: humanos, yo estuve muy cerca de matar a Zatir pero me detuve a tiempo, sin embargo no lo deje muy vivo. En realidad no me preocupo tanto por mi pues la verdad, si es para comer y sobrevivir no temo asesinar, es por necesidad así que no vacilare sin importar que nos pidan.

-yo no tengo problema, si es para alimentarnos matare lo que sea-aseguro sin dudar, le doy un codazo a Zatir para que hable.

-sí, si yo también, lo hare-dice tratando de fingir ser firme

-entonces vamos arriba, veremos de que están hechos cuando la tormenta pase-finaliza Sedro soltando el humo de su cigarrillo.

Asentimos al mismo tiempo, el par de vampiros corren y saltan al segundo piso.

-¿tienes miedo?-pregunto en el instante que nos quedamos solos de nuevo

-al verdad, algo, sabes que no soy muy aficionado a matar

-sí pero tendremos que hacerlo, no solo hoy por ellos, sino que en el futuro también lo tendremos que hacer, así que ve acostumbrándote a la idea-le recuerdo y sacude la cabeza.

-sí, lo hare si es necesario

-si no lo haces no te dejaran quedarte, promete que vas a lograrlo-exijo sin voluntad para aceptar un no.

-pe….

-¡nada de peros! ¡Promételo!-aprieta los dientes con una presión que si fuera humano se los hubiera pulverizado, frunce el ceño pero se tranquilizo rápidamente.

-acepto, lo prometo, ¿feliz?

Le meto un empujón amistoso y digo:

-entonces claro, pero más vale que cumplas lo que dices

El asiente sin muchas ganas, entonces vamos al los escombros, los imita saltando ágilmente, antes de que transcurra un segundo lo sigo del mismo modo.

6 comentarios:

  1. holaa! ^^ soy mabi-chan, me he pasado por tu blog ya que Noeh-chan hizo publi de ti ^^ aun estoy leyendo ya que recien voy empezando el capitulo 2, pero dejame decirte que tu historia me parece interesante, yo adoro a los vampiros, precisamente tambien estoy escribiendo una historia de vampiros se llama Fundación de Institutos de la Noche, es decir, FIN.
    Pasate cuando tengas algo de tiempo http://fundaciondeinstitutosdelanoche.blogspot.com/
    Jajaja y bueno ya si quieres luego pasate por mis otros blogs que tengo otra historia, que no es de vampiros, y un blog donde pongo cosas de mi y mi alrededor, bueno ya tienes una segui mas y seguire leyendo que aun no acabe como ya dije ;D

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  2. gracias! XD yo no soy fan a muerte de los vampiros pero m gustan, asi que quise hacer algo distinto por eso empeze con esta, aunque ya la termine. mas tarde me paso.

    mañana subo el cap 3 y 4.
    saludos

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  3. jaja ;D
    ok te esperaré, uhh pues entonces tengo que actualizar ya a leer *-*

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  4. OMG!! escribes de marrabilla y tu historia me encanta, me pase mirando blogs por hay y encontré este, me alegro de aberlo encontrado ^^.
    Bueno, pues ahora voy a ser una de tus seguis XD!! Sige así, y si quieres pasate por mi blog,también es de historias de vampiros, pero son más bien cortas. Saludos!!

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  5. gracias me alegra que les guste XD la termine hace como.... en febrero y me preguntaba que hacer ya q no tengo tiempo para buscar editoriales y esas cosas XD

    si pueden pasen el link a amigos para que se pasen tambien, gracias! :)

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