jueves, 19 de mayo de 2011

inmortal, capitulo 3 y 4.


saludos, disfruten la lectura XD

Capitulo 3- Siendo lo que soy

A

terrizo en la segunda planta y quedo muda con la boca abierta, entramos a la zona donde se aguardan los libros que no caben en el primer piso, por todos lados hay repisas hasta el tope, deben ser docenas, algunas caídas, también hay libreros contra las paredes de una altura increíble, para alcanzarlo cada repisa gigante cuanta con una escalera corrediza incorporada, pero todavía hay algunas secciones de la paredes de piedra desocupada, en ellas se encuentran ventanas lo bastante grande para que entre algo de luz y los bastante resistente para que no entre el frio. Contra la pared en la que yace una de las ventanas junto a las repisas gigantes descubro la escalera más genial que jamás vi o mejor dicho que recuerde haber visto, es de madera y pasa muy cerca del traga luz, posee arreglos muy hermosos, cuenta con una gran trayectoria hasta un balcón sujetado firmemente con columnas y trae un bellísimo pasamanos. Examino más detenidamente el lugar y descubro una pequeña escalera que lleva al ático en el balcón.

Concentro la mirada en los vampiros que habitan la sala, el suelo esta colmado de cojines grandes y pequeños en áreas especificas junto a los libros, los vampiros disfrutan de ellos, Keyn lee sentado sobre los cojines contra la pared, Ángela examina las repisas en busca de algo para el mismo propósito, Xeno yace parado en las escaleras al balcón mirando por la ventana hacia el helado exterior, no veo a Sedro, Violeta ni Camus en ningún lado, el trió que se encuentra en la sala parece sumamente cómodo, con más de una vida de libros para leer y pasar el tiempo, relativo calor en comparación con el exterior, la protección de un grupo y buenas expectativas para la supervivencia, veo algo envidiable ese hecho y por lo que puedo adivinar Zatir también.

-no se queden hay, siéntense y lean algo, cuando pase la tormenta iremos a hacer esa prueba que Sedro y Violeta quieren, así que les recomiendo que no pierdan su tiempo hay como unos pendejos que, siendo sincero, pareciera que esperaran la foto-dice Keyn dejando por un momento su lectura, que por lo mucho que estaba concentrado en ella deduzco que es muy interesante.

-¿donde están Violeta, Sedro y Camus?-pregunta Zatir, Ángela saca un libro negro de una repisa y dice:

-arriba, posiblemente estén maldiciendo su destino

Arqueo las cejas ante esa respuesta tan inesperada

-ah, ok ya entendí-aseguro

Xeno suelta una risa ahogada

-vamos arriba Amelia-pide Zatir, asiento y rápidamente no dirigimos al ático, cuando asomo la cabeza por la puerta de madera en el techo encuentro un lugar algo pequeño, con varios, un montón de cojines en varias zonas, veo que salimos en una esquina del cuarto y al lado opuesto se encuentran dos repisas de madera trabadas contra la pared y sujetas con bases de madera, de un modo muy similar a una litera, en ellas se encuentran algunos edredones doblados, listos para su uso, a la derecha está la pared de piedra como el resto de la estructura y a la izquierda otra pared pero con una ventana relativamente grande donde Camus mira y los otros dos a sus espaldas. Entro finalmente y Zatir me sigue de cerca, Violeta voltea al vernos y sonríe pero Sedro está muy concentrado en Camus quien de pronto grita:

-¡clima de mierda te maldigo! ¿Me oíste? ¡Te maldigo! ¡Me cago en ti y todos tus muertos, todo lo que engendras lo maldigo! ¡Cada copo de maldita nieve que brota de ti!- realiza un gesto muy gracioso levantando los brazos con las manos en puño y los sacude de un lado a otro dando a entender aunque no lo oigan que maldice a los cielos.

No puedo evitar mirarlo como un loco del mismo modo que Zatir lo hace, Violeta y Sedro solo se ríen casi como si esa fuera la idea. Sedro empieza a hacer muecas de burla detrás de Camus mofándose de este de un modo tremendamente descarado sin que se dé cuenta.

-este clima no es el más soleado precisamente pero tampoco es para tanto-opina Violeta posando sus manos alrededor de su cintura y Sedro deja el chiste que por poco logra que me parta de risa, Zatir apenas la soporta.

Camus simplemente suelta un suspiro de desahogo, y Sedro menea la cabeza con decepción al tiempo que Violeta arquea una ceja.

-¿entonces donde esta mi amo?-pregunta Camus

Zatir y yo nos miramos sin comprender del todo la pregunta pero al segundo lo hago sin tanto esfuerzo.

- ¿Xeno?-digo en tono de no entender bien.

-si-responde

-abajo en una ventana, mirando como si hubiera algo interesante afuera, y si lo hubiera solo sería la nieve-

Se voltea igual que sus amigos.

-el es así, le gusta mirar cosas aburridas durante horas. Podría decirse que si no hiciera nada su hobby seria mirar el pasto crecer-señala Sedro y Violeta asiente dándole la razón, el fumador mira con poca expresión a Camus cuando este pone los ojos en blanco-y tú lo debes saber.

-he estado con él durante siglos, tendría que ser retrasado para no notarlo-dice como si lo ofendieran.

Zatir de pronto suelta la pregunta que yo guardaba:

-¿y porque lo llamas amo?

-es cosa de vampiros antiguos, aun lo utilizan algunos pero son pocos-dice Camus sin responder la verdadera incógnita.

-ya es mucha cháchara esta tormenta pasara pronto, mejor relájense, cuando se detenga saldremos-agrega Violeta, asiento y los miro con Zatir desaparecer en las escaleras-hace frio si quieren pueden usar las sabanas y descansar un poco-continua y desaparece cuando cierra la puerta.

Mi compañero, el único en que confió de momento se tira en unos cojines de una de las esquinas junto a la ventana. Este lugar parece muy agradable e ideal para tomarse un respiro, camino a las literas y agarro una de las sabanas. Voy hacia mi acompañante y se la arrojo, la atrapa sin nada de esfuerzo y me sonríe ampliamente. Quedo hay mientras ambos nos miramos fijamente, Zatir tiene el cabello muy revuelto por el viento y yo no me quedo atrás de eso estoy segura.

-¿qué tanto miras?-rompe el silencio

-solo a ti y a tu cabello más erizado que un erizo alterado- soltó una carcajada divertida a la cual no puedo evitar sonreír.

-el tuyo también necesita un arreglo, pareces una propia loca

Pongo mis manos en la cabeza y empiezo acostármelo tanto como puedo, el se ríe otra vez y me detengo.

-era broma, no estás tan mal, ya no lo tienes tan despelucado-frunzo el entrecejo

-que gracioso-digo con sarcasmo

-no te quedes hay, ven, tu también necesitas relajarte

Arqueo una ceja

-¿por qué esa cara? No deberías sospechar tanto de mí, no podría traicionarte aunque quisiera-continua-¿destrozaste a un vampiro terminal entonces como crees que podría hacerte algo? No es necesario que desconfíes tanto, yo tengo la ligera sensación de que eres más fuerte que yo, entonces yo debería ser quien tuviera cuidado contigo.

Reviroteo los ojos, tiene razón, es mucha desconfianza contra él, ¿qué podría hacerme? Voy hacia él y los cojines para tomar asiento y relajarme, lo hago y el desenvuelve la sabana con la que nos cubre a ambos, se recuesta mirando la dirección opuesta a mí y yo me apoyo en la pared mirando el otro lado. No tenemos sueño pero es relajante poder estar tan cómodos, sobre todo cuando sabemos que pronto necesitaremos estar preparados para matar en el momento que salgamos. Noto que los vampiros no nos cansamos tan rápido, de hecho poseemos mucha energía, el silencio me permita enfocar mis sentidos, puedo oler a Zatir, a todos los demás abajo pero no con tanta claridad, de seguro porque ya que conozco mas el olor de Zatir lo identifico mejor. Además puedo oír que mi corazón no late, está detenido y tampoco escucho el de Zatir.

Estos sentidos son geniales, pero solo los puedo emplear al máximo cuando me concentro en ello, y tampoco es fácil rastrear el olor de otros, pero es cuestión de práctica y de que nada esconda los olores.

Cierro los ojos y relajo el cuerpo, puedo sentir el frio infernal del exterior y no es agradable, siento lastima por los que sigan hay.

-¿Zatir y como era tu familia?-rompo el silencio, voltea al oírme y su cara refleja algo se tristeza.

-casi como cualquiera…. ellos luego de sobrevivir a ataques de vampiros, empezaron a odiarlos como a nada sobre este mundo, y ahora que lo soy, también me odian a mi-frunzo los labios con desagrado… odiar a un chico así… no parece algo nada normal.

-eso es estúpido, eres su familia, no te mereces eso.

-no sabes cómo son.

-pero creo que se algo de cómo eres tú, y no mereces ser odiado por ser un vampiro, yo te convertí, no fue tu culpa además siendo franca eres un encanto-bajo la mirada, la mano en la sabana más cercana a mi apretó la tela levemente asegurándose de no romperla.

-gracias, pero ellos no son muy flexibles que se diga, con el poder necesario no dudarían en matarme-además siendo lo que soy ahora tengo que empezar a acostumbrarme. No hay marcha a tras a estas alturas, nunca la hubo, ni la habrá.

Este chico sí que es realista, en el fondo creo que es algo incomodo haberle quitado su humanidad, aparentemente al hacerlo lo desterré de su familia.

-lo siento

-no importa-asegura en tono bajo y se da la vuelta nuevamente para recostarse mirando en la dirección opuesta.

No digo más nada, solo recuesto mi cuerpo en la posición de descanso anterior y procedo a volver a sumergirme en mis sentidos para entrar de nuevo en un estado de paz. Eso se volvió casi aburrido con el paso de las horas, miro hacia la ventana y la tormenta pierde potencia conforme el tiempo pasa. Me levanto y miro atreves de tragaluz, visualizo el paisaje exterior, desde mi posición veo el amplio techo de la biblioteca, el cielo nublado y la nieve cayendo de este cada vez con menos fuerza, los edificios cercanos y lejanos, muchos descuidados, vacios, aparentemente, de no ser por el invierno helado seguro muchas estructuras estarían cubiertas por vegetación.

-¿cómo está el paisaje?-quiere saber Zatir poniéndose de pie

-algo nublado-digo sin voltear

-¿algo eh? Si estuviera mas nublado siempre seria de noche-

Oímos la puerta ceder, volteamos y Xeno aparece con medio cuerpo aun en el piso anterior.

-ya es seguro salir, hora de ir a comer-dice con una sonrisa alegre. Miro a Zatir y ese hace una mueca y luego me da un gesto para alentarme a avanzar.

-bien, vamos-digo forzando una sonrisa, mi compañero desvía los ojos y no sonríe.

Xeno asiente y baja, fuerzo a mis pies a seguirlo con Zatir detrás, creo que por poco que un pie tuvo que pedirle permiso al otro para avanzar, vamos detrás de Xeno hasta el segundo piso donde el resto yace esperando.

-¿listos para ponerle el diente a alguien?-pregunta Violeta con diversión justo cuando ponemos un pie en su planta.

-más o menos-responde Zatir de brazos cruzados

-salgamos de una vez, que yo si tengo sed-dice Keyn-hace tres días que no bebo y si no lo hago pronto empezare a delirar, perder el control y desear sus cuellos-continua cuando su lengua pasa sobre sus labios humedeciéndolos.

Zatir y yo le dedicamos miradas indispuestas a ser sus víctimas, por otro lado el resto solo se ríe tomándolo a chiste, a pesar de que podría ser una amenaza. Camus le propina un manotazo en la cabeza, Keyn la soba aun con la postura inclinada, deja de hacerlo en un segundo y le regresa el favor a Camus con ojos de “¿qué te pasa pendejo?”

-no vuelvas a hacer eso, o considerare seriamente poner tu pellejo en la carta de la comida cuando este fuera de control-dice con el ceño fuertemente fruncido, Camus ríe.

-no creo que mi sangre te guste-masculla

-olvídalo engendro, cuando el momento llegue tu cuello será mío.

Posteriormente salimos de nuestra guarida y vamos a algún lado, no estoy segura de a donde pero nos adentramos en el área buscando victimas, el grupo se separa sin tomar gran distancia realmente, esta medida podemos rastrearnos mutuamente con el olor gracias a que la tormenta ya no está para mezclarlos todos, voy buscando a alguna potencial presa en la cercanías, me muevo con cautela para no llamar la atención, me detengo, recibo un aroma de pronto con una brisa leve, miro a los lados y luego me concentro rastreándolo, es un humano, camina en solitario, no detecto mas, rompo en la carrera siguiéndolo, está caminando sobre unas ruinas, lo veo detenidamente, es un hombre alto y esbelto, pelo marrón, medio oscuro de piel, me da la espalda ignorando mi presencia.

Huele bien, pero Zatir olía mejor cuando aún era humano, este no me produce tanto deseo, ni tanto impulso pero necesito una víctima, paso la lengua en mis labios mientras me agazapo, aprieto los puños y luego los abro de nuevo como las garras filosas de una bestia, aunque en realidad lo son. Gruño.

Despego del suelo en carrera entonces ya algo tarde el hombre me escucha el voltea, cuando me ve también corre pero eso no le bastara, al llegar a la base de las ruinas salto descomunalmente sobre ellas al tiempo que mi presa baja con desespero, al alcanzar la cima de un brinco aterrizo en la nieve con un impacto increíble, el chico esta frente a mi aun a la vista corriendo por su vida inútilmente. Voy tras él y a pocos metros lo envisto por la espalda y cae dando violentas y dolorosas vueltas y revotes en el frio suelo, al terminarlas se levanta débilmente empleando sus brazos aun en sus cuatro miembros, antes de que se ponga de pie, como una ráfaga letal alcanzo su posición y le arremeto una patada en el pecho con tal poder que lo lanzo a metros del suelo, suelta un grito de agonía en ese momento, cuando cae queda inmóvil, un segundo más tarde su cuerpo tiembla por el esfuerzo y vuelve a levantarse en sus cuatro extremidades, huelo sangre y la diviso en su boca, se derrama por las comisuras de sus labios en pequeñas gotas que manchan el suelo, tose y escupe un par de grandes charcos de sangre, bueno grandes para que un humano quien los vomitara, para uno de esa espacie esto sería horrible y asqueroso pero para nosotros es genial, el olor de su sangre solo dispara mi sed, siento de nuevo la necesidad de beber, mi cuerpo ruega por obtener su sangre, mis pupilas se enrojecen cuando los instintos interfieren con la mente y entonces olvido cualquier clemencia.

-bien Amelia- escucho y volteo, encuentro a Sedro a mis espaldas sonriendo-eres toda una vampiresa, así es como queremos a los nuevos miembros de nuestro equipo. Entonces se una buena chica y termina con su sufrimiento, ya jugaste bastante, nosotros nos alimentamos pero no disfrutamos de el dolor humano ni de las otras víctimas, al menos los vampiros decentes, asegúrate de que muera, si vive puede convertirse en una molestia, y no queremos competencia.

Asiento aun demasiado alterada para hablar, a continuación miro a mi victima aun en el suelo indefensa, lo sujeto agresivamente, con una mano le entierro las garras en la espalda creando agujeros muy profundos, el gime de dolor, con la otra lo agarro del cuello y lo alzo hasta mi altura con su nuca al nivel de mi boca, paso la lengua a través de mis dientes, con ellos arranco la ropa que estorba, el humano lucha por soltarse tratando de liberar su cuello tirando mi brazo empleando los suyos con todas sus fuerzas que no están ni cerca de ser lo suficientes, le muerdo el cuello repentinamente dejando unos hilos de sangre escapar de mi succión, la victima grita aterrada y desesperada pero su sangre es tan rica y se siente tan bien cuando pasa por mi garganta que soy capaz de ignorarlos para seguir con la tarea de dejarlo seco. A cada minuto que pasa los gritos se debilitan poco a poco al igual que su forcejeo, por fin queda quieto y muere poco antes de que termine su sangre. Libero mi boca al darme cuenta de que ya no tiene más liquido que beber, siento la sangre correr por mis labios y gotear, suelto al muerto en el suelo y limpio la sangre que se derrama en mi mandíbula con un brazo el cual queda enormemente manchado.

-buen trabajo-me felicita Sedro

-gracias-digo dándome la vuelta.

-esa clase de vampiros es justo la que queremos, unos que sean duros

-¿como ustedes?

-sí, ¿recibes el olor de Zatir?-entonces precisamente me doy cuenta de él, está cerca y puedo oler humanos también, muy cerca de Zatir.

-si esta por aquí-digo olfateando el aire, frunce los labios y el ceño. Un hombre grita aterrorizado, no es difícil oírlo-eso es…

-parece que están aterrorizando a un grupo de humanos… Keyn debe estar sediento-dice y aprieta los dientes-vamos

Asiento entonces corremos velozmente en la dirección de donde viene el olor de Zatir y los gritos, huelo al resto con él, seguro están esperando el momento en que mi compañero mate a alguno de los miembros del grupo humano aterrorizado. El olor viene del oeste, seguimos y descubrimos que viene de un edificio aparentemente abandonado.

Tiene un gran patio externo con muros protegiéndolo, el portón está cerrado, es metálico con púas para los intrusos, pero eso no es ni remotamente suficiente para nosotros. Oigo a las personas salir de la planta baja en carrera como si el edificio se fuera a derrumbar, los humanos gritan aterrados, se golpean mutuamente tratando de escapar primero atropellando a los que se interpongan. Huelo a Zatir y Camus más cerca.

-¡eh regresen solo queremos a uno o dos de ustedes!-grita con un leve rastro de diversión.

Sedro suelta una risa y salta sobre la pared, cayendo sobre la cima está en posición hincada, lo imito acabando junto a él.

-¡si ya se van a detener!-grito con sarcasmo evidente para cualquiera.

Veo a Zatir y Camus en la puerta del edificio y la turba humana corriendo por sus vidas chocando entre sí, algunos cayendo y volviendo a levantarse, pero para su desgracia la salida está cerrada, no lo notan hasta que algunos chocan contra ella y no logran salir, otros al verlo entran en pánico y dan vueltas gritando que la abran, Camus se ríe neciamente y Zatir aguanta el unírsele.

-¿dónde estará el resto?-pregunto con mala cara por la situación en frente.

-deben estar arriba, algunos seguro quedaron aislados y ellos los buscan-responde Sedro y le clava la vista a un hombre en shock-si tienes más sed aprovecha, yo voy por un bocadillo.

Menos de un segundo de terminar la oración salta a una altura descomunal, cuando cae en frente del tipo en shock que ya tiene en la mira como blanco los humanos se desesperan más por liberarse pero aun no pueden. Sedro no pierde un solo momento cuando su presa se da la vuelta inútilmente para huir y se le lanza encima dándole una monstruosa patada en la espalda, el humano cae violentamente, esforzándose se pone boca arriba arquea la espalda y se deja caer de nuevo, se queda en el mismo lugar gritando y arañando el suelo desesperadamente cuando el dolor insoportable lo atraviesa, creo que le rompió un hueso.

De pronto en el segundo piso un sofá familiar sale volando por una ventana destruyendo por completo la pared, por suerte no aplasta a nadie, perfecto esta gente está haciendo un gran espectáculo. Violeta se asoma en el gran agujero que dejo el objeto, luce alterado, muy enojada.

-¡ahora denme vodka! ¡O los devorare a todos!-grita colérica y vuelve adentrarse en el lugar.

Eso sí que es inesperado, que buen chantaje, eso sí es peligroso, una vampiresa desesperada por alcohol. Ojala si se pasa bebiendo no se vuelva loca o será un desastre.

-mierda, hay vamos otra vez-dice Sedro con fastidio pero algo divertido cuando sujeta a su víctima por un brazo, lo alza un poco, el humano se resiste pero no puede competir con la fuerza de su agresor, el vampiro expulsa el cigarro listo para alimentarse. Sedro le clava los colmillos a través de la ropa y procede a beber, la manga del tipo se enrojece y con la mano que le queda libre trata de quitarse a Sedro empujando su rostro tanto como puede sin embargo no le sirve de nada.

Camus al mismo tiempo se ríe con la locura de Violeta y Zatir aun no la supera por su cara de traumado, sus ojos se volvieron saltones y esta boquiabierto.

-bien, Zatir, ¿listo para beber?-pregunto Camus frotando las palmas de sus manos entre sí.

-claro-responde, Camus asiente y camina lentamente hacia los humanos aterrorizados y aun arrinconados.

Casi me dan lastima.

-perfecto, ¿quién será el que hoy se sacrificara?-dice sonriendo, la presa de Sedro muere en ese instante luego que le drenaran toda la sangre, Sedro lo suelta y con sus ojos rojos mira a los humanos.

-¡maldición que alguien abra la maldita puerta!-grita uno.

Y por casualidad del destino logran hallar la llave y abrirla, tan pronto la puerta sede la multitud corre fuera desperdigándose, Camus corre tan rápido que casi se vuelve invisible, me doy cuenta que ya eligió a su víctima, una mujer baja de cabello marrón que está en medio del caos de gente aterrada, el vampiro propina azótanos con sus brazos para apartar a los que interfieren en su camino lanzándolos lejos como muñecos y a continuación agarra a la chica por el cuello de su ropa deteniendo su escape en seco.

-¡Zatir atrapa a alguien antes que escapen!-exclama mientras la mujer trata de soltarse.

Camus la envuelve con el otro brazo, libera la ropa de la dama y utiliza esa mano para sostenerle la cabeza al taparle la boca para evitar gritos, su comida lucha por su vida pero Camus es más que capas de no prestarle atención a eso, sonríe mostrando su brillante dentadura punzante y entonces me arremete el mordisco en el cuello.

Regreso la mirada a Zatir pero ya no está, percibo su olor más adelante que Camus y lo encuentro apresando por el cuello empleando sus fornidos brazos a una mujer pelirroja, joder ¿es que estos hombres son sexistas y están obsesionados por chuparles la sangre a las mujeres? No lo sé pero eso parece.

Camus deja a su presa en la nieve y examina a Zatir, por otro lado Sedro volvió a subir la cerca y hojea el espectáculo con gran interés, los humanos se dispersan entre gritos espectaculares, diciendo de todo, maldiciéndonos, pidiendo ayuda a dios y de más.

La mujer que sujeta Zatir de un modo ya demasiado monótono trata de liberarse, arremete patadas a su atacante pero el cuerpo de este es demasiado duro para que le afecte, más bien, podría romperse la pierna ella misma de seguir así, es como patear una pared de concreto, Zatir la deja libre solo que la agarra de un brazo antes de que huya. Continua pateando, por fin le da una patada tan fuerte que suelta un grito dolido el cual Zatir trata de ignorar sin gran éxito por su mirada de desagrado, la mujer sigue siendo tenas y con su brazo libre golpea con todo lo que tiene en la cara de mi amigo, oh mierda eso si duele, la chica suelta un bramido de dolor acompañado de maldiciones contra el vampiro y mira su mano ya roja, pero el aspecto de Zatir no sufrió cambio alguno por ello, la chica solo se rompió la mano para nada, Sedro arruga la expresión y Camus suspira.

No creí que esto fuera tan dramático, su cara es la misma que puso con el perro que mato anteriormente, solo que ahora duda más, me siento como una matona sin sentimientos recordando como asesine a mi presa y al ver a Zatir dudar tanto, no tiene comparación. La dama de la que él quiere alimentarse se apoya en la pierna que lastimo al patear a su agresor y desafortunadamente le duele tanto que se le dobla y su cuerpo queda guindando, de no ser porque Zatir aun la agarra del brazo se abría desplomado en la nieve.

-admiro el valor de esa mujer… -comenta don cigarrillo, Camus voltea y Sedro asiente pero en cambio Camus frunce el ceño-bien, parece que es muy valiente… ¡Zatir si no quieres no la mates!

Abro los ojos de par en par con asombro, ¡¿Sedro clemente?! Raro. Zatir se da la vuelta aparentemente igual de pasmado que yo.

Zatir deja libre a la chica y corrió a una velocidad sorprendente hasta Camus, sus pies apenas fueron visibles, de pronto el resto del grupo surge del edificio con sonrisas de satisfacción en sus rostros, y Violeta trae lo que exigió, la botella de vodka. Esa chica si sabe lo que quiere en serio.

-volvamos ya, pronto anochecerá y hará frio-anuncia Xeno mientras él y el resto abandonan el lugar saliendo por la puerta de metal.

Camus y Zatir se reúnen con Sedro en ella y me les uno un segundo después luego de caminar sobre la cerca y saltar junto a Zatir. No puedo evitar sentir ganas de mantenerme a un radio moderado de Violeta, no luego de ver el modo en el que abraza la botella de vodka.

-tuvimos una buena cacería, ¿y Zatir y Amelia como lo hicieron?-dice Ángela

Camus trata de aplacar su cabello luego de una gran brisa que acaba de pasar, Sedro suelta libre el humo de su cigarro que ni vi de donde lo saco y dice:

-bien, Amelia tiene algo innato para esto-entonces procede a limpiar la sangre que una manga sus labios y cuyas gotas descienden por su quijada, los ojos del chico vuelven a su habitual color marrón- casi dio miedo-se ríe y yo arqueo una ceja- es más que bienvenida.

Camus bufa con desagrado.

-¿y Zatir?-pregunta Xeno dirigiendo la mirada hacia él, tengo la sensación de que esto no va a ser agradable.

-¿lo dirás tú o lo diré yo?-pregunta Camus con el entrecejo casi fusionado, Sedro lo mira y le devuelve la misma expresión- es igual, Zatir es un cobarde, no pudo hacerlo.

Casi todos en el grupo quedan anonadados, eso es demasiado, no puedo dejar que diga eso, además… además si dejo que suelte esos comentarios destruirá la imagen de Zatir, y eso lo dejaría fuera, ¡quedaría aislado a su suerte!, ¡terminaría por derrumbar nuestros planes!

-¡el no es ningún cobarde Camus! Si hubiera tenido que hacerlo o el tiempo para eso entonces habría terminado el trabajo-digo a la defensiva, creo que hable muy fuerte ya que todos se quedan estancados estudiándome.

-¿como estas segura? Escucha mujer, nosotros no podemos mantener a vampiros que tengan miedo de matar, es como tener parásitos, una carga, y eso no es muy bienvenido aquí-dice igual de alterado que yo-viste sus ojos, no iba a hacerlo.

-¡por supuesto que estoy segura!, así que deberías callarte o cocerte la boca o mejor aún, ¡arráncatela!- Ángela hace una mueca y Keyn da un paso atrás.

Estamos formando todo un escándalo…

-además Sedro dijo que si quería no la matar, ¿o no lo oíste? Porque de ser así es grave viniendo de un vampiro.

-¡eso solo era una prueba vampiresa escandalosa! ¿No es así Sedro?-dice cuando mira al chico que pone los ojos en blanco.

-a… pues-tartamudea, viro los ojos y Violeta parece más concentrada en su botella de vodka que en nuestro griterío, trato de no ver eso y me enfoco en la ira de Camus.

La cólera en mis ojos ya da mucho miedo, lo veo muy claro en las caras de Keyn, Ángela y Zatir, Violeta está en su mundo y Xeno concentrado en Camus.

-Amelia tran…-trata de calmarme Zatir

-¡tu cállate!-lo corto en seco, Zatir se encoje de hombros y guarda silencio.

-¡entonces era enserio! Cabrón creí que era sarcasmo, eso de la piedad es raro en ti- rechina los dientes-pero igual sigo firme en lo que dije, Zatir es una niña hasta que me demuestren lo contrario.

-¿¡qué te pasa desgraciado!? El no es ninguna niña-lo defiendo, Sedro pone cara de desagrado.

-lo repito Zatir es una niña y tu una puta-eso sí fue un golpe bajo, le enseño los dientes.

-Camus ya déjalo, eso es estúpido, Zatir es más sensible que Amelia claramente, seguro si le damos un poco más de tiempo y otra oportunidad lo hará bien-trata de calmarlo Sedro pero Camus solo le suelta un rugido agresivo y algo reprimido.

Esto ya esta colmándome la paciencia, ese sarnoso está pasando de ofender a Zatir a ofender a los dos, siento el deseo asesino de clavar mis garras sobre él y destruirlo de modo que no quede nada salvo el gratificante recuerdo de su muerte… estoy comenzado a preocuparme de mi comportamiento. Sedro sigue firme delante de Camus dando a entender que no va a dejar que lo intimide Xeno por otra parte parece esperar el momento para intervenir, ojala no sea tarde. Zatir está comenzando a irritarse, lo noto por su mirada de resentimiento, enemistad, enojo, agitación y disgusto todo ello junto, el resto se mantiene al margen de la discusión.

-escucha Camus… no soy de los que se enojan fácilmente y no me importa demasiado si me crees una niña, pero ya estas cruzando el limite al insultar a Amelia también-expresa Zatir mostrando agresivamente sus colmillos largos, finos, punzantes y peligrosos, Camus le regresa el mismo gesto.

No esperaba que Zatir se interpusiera así pero me agrada, sin embargo quiero darme a respetar yo misma.

Xeno se cubre los ojos con una de sus manos y menea la cabeza con decepción.

-calma Zatir, yo me encargo-aseguro y concentro en Camus una mirada tan penetrante como puedo, entonces voy hasta él y arremeto un empujón de desafío osado-atrévete a decirme puta en mi cara de nuevo, hazlo y te destrozare como al vampiro que me ataco…

Mi opositor aprieta los nudillos deseando arremeter, y sinceramente yo deseo tanto que lo intente como el mismo. Los espectadores parecen sorprendidos de mi acción.

-a que me atrevo, lo hago cuando me viene en gana, no tengo miedo de ti, entonces… ¿quieres pelear linda? Ven entonces-me desafía altaneramente

-no quiero rebajarme a escoria como tú, pero repite lo que dijiste y lo hare

Sonríe con maldad y Xeno se exalta.

-Amelia ya es suficiente, vámonos-pide Zatir algo nervioso

-te refieres a put…-casi dice Camus cuando arremeto en su quijada, ese golpe fue muy sonoro todos quedan petrificados, mi victima retrocede cubriendo su herida con las manos, pero no tarda en quitarla permitiendo ver que le cause daño, algo de sangre brota como flores de primavera en su boca, dos largos y delgados hilos. Ahora si luce furibundo, trato de no prestar atención a ello y le doy la espalda para caminar de vuelta a la biblioteca-¡maldita!-dice y despegan en un salto a punto de golpearme pero Zatir me empuja y caemos sobre la nieve fría justo a tiempo. Camus repite lo anterior pero esta vez Xeno se interpone y lo empuja lejos, el chico revota en el suelo antes de levantarse reorganizando su cuerpo malditamente rápido.

-¡ya es suficiente! Esto es estúpido, peligroso además de innecesario-señala Xeno en tono autoritario, Zatir y yo nos ponemos de pie ágilmente.

-pero amo… -replica Camus

-ya, esto es ridículo, tengo que detenerlos porque si no tendríamos una pelea muy sangrienta donde perderíamos a un valioso miembro, cosa que no podemos permitir. Esto se arregla fácil, Zatir tendrá otra oportunidad porque, primero Sedro le dijo que si no quería no matara, y segundo, si lo vetamos de nuestro grupo también botaríamos a Amelia sin mencionar que ella volvería mierda a Camus-por fin logro calmarme al ver que finalmente alguien regresa el orden, Zatir agarra uno de mis brazos y lo aprieta, y gracias a ello puedo recuperar la compostura.

-es cierto, es estúpido, pero de todas maneras, Camus controla tu agresividad-dice Sedro y Camus le voltea la cara como perro regañado-¿alguien más tiene algún problema con esto?

Todos niegan con la cabeza para nuestro alivio, pero Keyn levanta la mano.

-solo uno, Zatir no seas tan blando y el problema…-indica este entonces mira a Ángela ella asiente.

-la chica, ósea la casi comida de Zatir que aun esta allá-agrega ella señalando con la mirada hacia la mujer tirada en la nieve aun.

¡Como pudimos olvidarlo! Todos rápidamente nos damos la vuelta hacia ella.

-¿alguien tiene sed?-quiere saber Xeno pero no responden

-bebimos suficiente, entonces ¿alguna idea?-habla Sedro mientras trata de aplacar su erizado cabello.

Keyn mira a Ángela y luego a Violeta, deben tener una idea.

-no nos hace mal el numero y de seguro con lo tenas que fue sería muy útil para nosotros, ¿están de acuerdo con que se nos una?-pregunta el chico

-sería lo mismo… que importa háganlo-expresa Xeno sin darle mayor importancia.

-espero que no se vuelva loca-comenta Sedro

Keyn sonríe ampliamente y transfiere la vista a Ángela, ella asiente y corren a ver a la chica aun dolorida en la nieve.

-de todos modos morirá si no la convertimos, en este lugar una mujer tirada en el suelo es un blanco donde lo miren, no pasara mucho tiempo para que alguien acabe con ella-comento seriamente.

Keyn toma a la mujer en brazos pero ella se niega, aun así Keyn la agarra de todos modos sin prestarle atención a sus gritos y patadas, eso sí que perturba pero de todas las veces que han visto a sus víctimas dar berrinches colosales. Ya los ignoran sin gran problema. El dúo dinámico regresa con la mujer. Pero escucho algo venir desde lejos a toda velocidad, entonces justo en el camino en la carretera por donde Sedro y yo llegamos aquí aparece un tipo negro que es raro, salta y se posa sobre la pared del jardín externo, el grupo entero se exalta y pone a la defensiva cuando detectan su presencia debido al olor y a cuando voltean y divisan al sujeto, y este nos mira con sorpresa, es un vampiro… Violeta le da la botella de vodka a Sedro con un empujón entonces ella y Xeno se disparan a la carrera contra el intruso que tan pronto los ve aproximarse que no es fácil corre por su vida. Cuando saltan sobre la cerca tras el chico desaparecen.

-¿pero que fue eso?-pregunta Zatir alterado

-si… ¿Qué pasa? ¿Por qué se van?-pregunto

-tenemos intrusos, parece que el explorador de otro grupo vino a nuestro sector-señala Ángela a la defensiva como el resto.

-si logra volver a su zona podría ser un problema, quizás quieran venir a robarnos nuestro territorio, si no les dejamos en claro que este lugar nos pertenece posiblemente hallan agresiones-dice Sedro frunciendo el ceño.

La mujer que sujeta Keyn en brazos empieza a temblar, el lo nota y se aferra a ella de modo que se calentara, miro el cielo y es nublado, debe estar avanzada la tarde, la tormenta que nos retraso duro mucho, no tenía idea de cuánto. La humana no para de temblar, aun no siento tanto frio pero seguro para un ser de su resistencia debe estar insoportable. Estudio a la chica, su cabello es naranja es lo bastante largo para cubrir la mitad de la espalda, su piel es blanca casi como nosotros, sus labios son gruesos pero de momento gracias al frio están purpura, ojos verde oscuro, justo al reconocer el color los cierra y esconde el rostro en el cuello emplumado de Keyn, posee un suéter cuello de tortuga muy grueso, creo que de lana, pantalones del mismo material, todo de color negro oscuridad.

-dejemos a Xeno y Violeta encargarse del intruso, esta chica está mal, si no entra en calor morirá antes de que nos demos cuenta-dice Ángela mientras la mira al igual que Keyn.

Zatir trata de no mirar a la pelirroja en un intento que todos sabemos que fracasara, siguiendo las referencias de lo poco que le gusta matar, supongo que no es de sorprender que se sienta culpable, cosa que trata de ocultar, pero que se que es un intento sin sentido, hasta un retrasado lo notaria sin mayor esfuerzo.

-lo olvide, volvamos a casa, no queremos que anochezca primero, ni que a la chica le de hipotermia-señala Sedro sin poder apartar la vista de la botella, Camus frunce el ceño.

-lo que faltaba otro paracito mas… ojala no sea peor que “la niña”-se mofa descaradamente, suelto un gruñido agresivo y Zatir estoy segura que por poco hace lo mismo.

-déjalo Camus, no queremos que Amelia forme otro escándalo, o en el más raro caso que Zatir lo haga-lo tranquiliza Keyn.

El molesto vampiro hace un puchero y cruza los brazos. Sin decir más regresamos a la biblioteca, todos nos recostamos a leer algo en el segundo piso. Los únicos ocupados son Ángela y Keyn. La primera fue por comida y el segundo se encarga de la humana cuyo nombre no sabemos, Keyn la recostó en muchos cojines acolchados de los que solemos usar para leer, se aseguro de acomodarla bien, luego cubrió su cuerpo, el cual ya parecía una maraca de tanto temblar, con uno de los edredones del ático. La humana dejo de temblar luego de un rato y pudo quedar dormida.

Ángela aparece de pronto surgiendo del agujero en el primer piso, trae comida instantánea en una caja, la abandona en el suelo justo frente a mí, no dice nada y va a ver a la humana. Examino la comida y dejo el libro para tomar una, luego vuelvo a mi puesto para leer mientras leo este libro escrito a mano y de aspecto enormemente viejo. Zatir me imita y vuelve a los suyo, estudio el libro en mis manos y habla de las características de los vampiros, hay muchas versiones y no se cual es real. La mayoría dicen que nos incineramos al sol, somos inmortales, tenemos fuerza sobrehumana, blancura extrema, nuestros corazones no laten, pero muchos dicen que solo bebemos sangre. Cosa que es mentira, si no yo no estaría bebiendo comida instantánea. Paso las paginas en busca de una descripción que concuerde con nosotros y descubro algo interesante.

Y esta titulado bien grande y decorado: los casi inmortales. Eso contradice las cosas que dice anteriormente, entonces no son inmortales… leo mental y detenidamente:

Los verdaderos hijos de la oscuridad, los vampiros que realmente han podido ocultar sus huellas y pasar desapercibidos entre los humanos a lo largo de los siglos, son creaturas de naturaleza sobrenatural, se reproducen mediante la infestación de humanos pues no pueden hacerlo por sí mismos, su especie solo crece al ingerir la sangre de su víctima hasta el límite de la vida de la misma para transformarlo en un nuevo vampiro, poseen alimentación omnívora, su dieta se divide entre a dieta basada en sangre, y la dieta basada en consumirá alimentos como las creaturas de origen animal. Su comportamiento puede estar claramente atado a sus instintos que los hace desear la sangre, y esta es claramente es la cosa más importante es la esencia de los vampiros, ella les da vida y los mantiene con ella, solos se les permite salir al sol sin miedo a incendiarse y convertirse en polvo y ceniza al beberla, pero al cruzar un límite de tiempo sin disponer de ella es exactamente el destino que tendrán.

Al trascender la humanidad para convertirse en vampiros su cuerpo experimenta un cambio notable, este “muere en vida”, sus signos vitales mueren pero aun vive, es decir, pasan a ser muertos en vida. Se desconoce como logran esto. Su corazón deja de latir, su actividad cerebral continua extraordinariamente, y sin embargo la única parte de su cuerpo que aun funciona en realidad es su estomago, se cree que es debido a que aun lo necesitan para alimentarse. Su transformación los dota de una fuerza física sin par entre las creaturas corrientes al igual una agilidad casi inimaginable, su cuerpo pasa a ser tan o incluso más duro que la misma piedra, es decir que se vuelven casi invulnerables a lo que un humano o cualquier otro ser pudiera hacerles.

La inmortalidad es el regalo mas presido y codiciado, poseerlo no puede tomarse a la ligera, pues los hijos de la oscuridad no nacen aprendidos tal y como no nacen inmortales, solo algunos alcanzan este estatus el más venerado y deseado de toda su raza. Pero aun no se conoce como logran la inmortalidad, es un secreto que nunca ha podido ser revelado, los vampiros lo protegen como a nada para impedir que los humanos lo sepan. Es de tal modo que parece como si hicieran un juramento de silencio, nadie lo sabe y los que lo averiguan suelen desaparecer de pronto sin dejar rastro alguno.

Los hijos de la oscuridad se juntan en grupos pequeños, de un modo similar a las familias humanas, cuyos lazos son fuertes. Sin que los humanos lo sepan hay vampiros en sus ciudades, ocultos, en sus propios lugares exclusivos donde la sociedad vampírica habita excluyendo a los más salvajes de su clase, de ese modo evitan violencia innecesaria.

La expectativa de vida de un vampiro es desconocida, pero se cree que viven 300 años e incluso mas sin ser inmortales, la razón de sus desapariciones tampoco se sabe pues sus cuerpos están atascados en el tiempo. Es un misterio sin resolver…

Eso si suena real, nos define muy bien, y explica a la perfección la mayoría de las características de los vampiros, al menos las que he observado. Dejo el libro a un lado y miro a la chica recostada, creo que dice algo, Keyn se acerca más en un intento por leer sus labios, Ángela también lo intenta.

-ella dice que se llama Tynna-expone Keyn, Camus frunce los labios y Zatir deja de leer al escuchar. Sedro rueda los ojos pero no la cabeza.

Al menos habla, por un momento creí que quedo muda, lo único que dice que vive cuando no se mueve es el latido de su corazón, de resto parece muerta.

-así que ese es el nombre de la nueva parasita-dice Camus, clásico comentario indeseado.

-guarda esos comentarios, no ayudan-digo en tono rustico, Sedro bufa y Zatir suspira con fastidio.

Pero para mi sorpresa Ángela se ríe débilmente y Keyn aun mira a la chica.

-parece que ustedes nacieron para pelear entre sí-expresa Ángela en tono entretenido. Camus gruñe y yo frunzo el ceño.

-no te molestes, Camus es algo irracional, lo sabes Ángela-le recuerda Keyn sentándose y encarándonos con una mirada fríamente seria.

Entonces… el chico con lentes de nieve se da la vuelta y retira un poco la sabana da la humana exponiendo su cabeza, creo que es lo que está pensando y los demás también, Ángela se levanta y retrocede. Zatir de inmediato deja el texto para ver lo que ocurre, Camus voltea la cabeza sin querer mirar eso pero en cambio yo no puedo apartar la vista al igual que Sedro, Keyn le quita el pelo que estorba en la nuca y ella se exalta con toda la razón del mundo, sus ojos son enormes pero mantiene la calma extrañamente, el vampiro posa si nariz contra el cuello de la mujer, seguro para tratar que no entre en pánico.

-si no lo vas a hacer hoy, yo lo hare-interrumpe Camus cortando la inspiración de Keyn, se ve muy bien en su cara de desagrado. Sedro lo ve directo a esta y dice:

-te diré lo que Keyn está pensando…: calla esa maldita boca o yo te la arrancare, si no te gusta púdrete en tu mierda…-Camus enseña los dientes con agresividad-y yo digo: cállate cabrón, queremos convertirla para que se nos una, y si tú la mordieras podrías matarla y si viviera nos odiaría eternamente.

-así se habla-lo felicita Zatir con una sonrisa encantadora todo lo opuesto a la cara de Camus… él se calla y Keyn prosigue.

Muerde de una sola vez a Tynna tan rápido como pudo, para que fuera un solo dolor, ella suelta un alarido ahogado pero no se queja mas, guardamos silencio sepulcral mientras Keyn se ocupa de chupar la sangre de la pelirroja, diviso dos hilos de sangre bajar de su nuca, son muy finos, ese chico no desperdicia nada, al contrario de mi. Ella no se mueve, pasan varios minutos y por fin el vampiro se separa, pasa su lengua a través de sus labios limpiando lo que se le escapo, Tynna respira con desigualdad cada vez más, Keyn seguro bebió hasta estar cerca de vaciarla del todo.

Keyn se sienta junto a ella al igual que Ángela cuando nota que ya no hay problema, vuelvo la vista al libro en un intento patético por ignorar cuando empiece a retorcerse y formar el drama del cambio, con recordar la forma en la que Zatir se revolcó me desagrada, aunque lucho por no prestarle atención puedo oír a la chica soltar sonidos de agonía y revolverse bajo la sabana, es imposible no hacerle caso.

De pronto escucho a la puerta del primer piso abrirse de golpe, nos exaltamos pero no respondemos ya que percibimos el olor de Xeno y Violeta, huelen a sangre de vampiro… dudo que el fugitivo llegara muy lejos. Dan un salto aparecen en nuestro piso, Violeta está demasiado despelucada y Xeno trae la ropa manchada hasta decir basta. Su pobre chaqueta larga parece el escenario de un pintor abstracto que bebió de más, por un segundo logramos ignorar a Tynna agonizar solo para ver al dúo todo desaliñado.

-disculpen la tardanza estábamos ocupados-dice Violeta caminando hasta Sedro, estira el brazo exigiendo la botella, que está al lado del chico con barba, Sedro sonríe y le entrega la jodida botella de vodka. Violeta le arrebata el objeto y se tira junto a él.

Ángela se ríe y dice:

-¿cómo les fue? Atraparon al intruso, supongo.

Xeno bufa

-claro, si existe el infierno debe estar allá-asegura y avanza hacia Violeta, ella lo mira con recelo, Xeno le devuelve una expresión de suspicacia-no seas egoísta

Violeta suelta un gruñido muy salvaje hasta para un vampiro mientras se estrecha contra su bebida, Xeno retrocede un paso y arquea una ceja.

-olvídalo, no vale la pena razonar contigo-opina y va por una bebida de la caja que Ángela trajo.

Miro a Tynna y al hojearla bien veo que ya se calmo, no se retuerce y su corazón ya no late. Ya debe ser de los nuestros. Es de noche… el cielo está oscuro y está nevando levemente, no hay tormenta para nuestra dicha. Zatir salió a buscar sus cosas donde solía dormir antes de que nos topáramos con estos tipos. Trate de convencerlo para ir con él y no se creerían lo que dijo:

-olvídalo, no dejare que esa plasta llamada Camus me diga niña, no necesito tu protección.

Si no lo hubiera oído jamás lo creería, parece que le sintió más de lo que demostró el que Camus le dijera niña… y a mí me destruyo la paciencia que me dijera puta. Xeno fue a patrullar para averiguar si abrían más intrusos.

Sigo en el mismo lugar pasando mi ocio leyendo libros, pero me interrumpe Tynna con unos sonidos muy perturbadores, suena como si no respirara bien, parece que tiene la garganta seca. No hay luz, todo está sumido en una oscuridad extrema, apenas veo, ella jadea, Keyn salió y aparece justo en este segundo del primer piso, al ver que Tynna jadea se alarma y corre tan rápido hacia ella que casi se esfuma en el aire, lo hojeo decentemente solo cuando se arrodilla junto a la mujer agitada. Tynna se libera de la sabana velozmente y salta sobre el vampiro quien por poco cae, ella se agarra de los brazos de Keyn y arremete un mordisco en el cuello del chico, pero él no hace nada, solo se queda hay quieto. Frunzo los labios y desvío los ojos a Sedro, Camus, Ángela y Violeta.

Los chicos no se preocupan y siguen en su mundo mirando el techo, Ángela tiene mi misma expresión pero Violeta muy al contrario no le presta nada de atención, se enfoca en beber vodka, se empina la botella en un largo trago cada minuto… gracias al cielo que no es humana o estaría más que inconsciente. Tynna chupa desesperada mente la sangre de Keyn, es dura si paso todo este rato sin sangre, yo me hubiera vuelto loca sin la sangre de Zatir…

Tynna luego de unos minutos se suelta de Keyn y vuelve a su lugar, el chico utiliza una mano para frotar el lugar de la mordida y tratar de quitar la sangre, luego suspira y se lanza hay mismo dándole la espalda a la chica cuya silueta es muy poco visible…

Me estoy preocupando, han pasado horas, son las 9:00 de la noche y no hay seña de los dos que faltan.

¿Donde están Xeno y Zatir?.....

Capitulo 4- Keny Berthier

M

antengo la calma al tiempo que reposo sobre los cojines de la sala, no puedo recuperar la tranquilidad por más que lo intento, Sedro mira por la ventana de la escalera al cielo nocturno, Camus no parece en lo más mínimo afectado por la ausencia de Xeno y Zatir, Violeta esta como piedra luego de beber, Tynna yace recostada inmóvil al igual que Keyn. Pero Ángela comparte mi preocupación, lo veo en su rostro, esta angustiada por los dos faltantes. Pasan los minutos y no hay señal, ¡maldición! Debí ir con él cuando pude, ¿qué le ocurrirá? ¿Lo atacaron?, ¿se perdió?, ¿quedo atrapado en algún lado? Eso quisiera saber, todas esas ideas vuelan por mi mente y se golpean contra sus paredes atormentándome mas y mas. Las horas transcurren pasando al final de la noche y el comienzo de la madrugada, siento algo de sueño pero me rehúso a dormir hasta que ellos aparezcan.

Camus dormita, Sedro sigue en el mismo lugar, Violeta, Tynna y Keyn también, pero Ángela y yo somos incapaces de dormir. Deben ser las 12 de la noche o la 1 de la madrugada. Bufo y ya no soporto más la espera, no puedo aguardar más a que las cosas por arte de magia funcionen.

Me levanto y llamo la atención de Ángela y Sedro.

-¿qué vas a hacer Amelia?-pregunta Sedro al darse la vuelta

-estoy harta de esperar mientras amanece, saldré a buscar a Zatir y Xeno-digo decidida, Ángela se pone de pie.

-¿estás loca? mira la hora, es peligroso salir, quien sabe que encuentres-me advierte, Ángela suspira

-no, mira la hora, es para que hubieran vuelto, seguro algo les paso

-estoy con ella Sedro, no podemos quedarnos aquí-concuerda Ángela, Sedro justa el entrecejo

-¿tú también? Las dos están locas, pero si tienen razón es mejor arriesgarse-expresa Sedro- entonces bien, me encanta salir a la madrugada, llena de sonidos extraños, posibles vampiros merodeando por ahí queriendo chuparnos la sangre y sacarnos las entrañas-continua muy sarcástico- es una experiencia maravillosa, ¿por qué no desearla?

Nosotras lo miramos con recelo

-ok, vallan, pero si algo pasa no me lloren, recuerden que se los advertí-prosigue nuevamente serio y vuelve a mirar la noche por la ventana.

Miro a Ángela y ella me regresa el gesto, entonces salimos con cautela.

Al dejar el jardín externo el frio es sorprendente, la noche nos envuelve sin piedad, solo la luz de la luna nos alumbra, las calles están aterradoramente vacías, tratamos de ignorar ese hecho y al contrario agradecerlo, tomo aire al igual que Ángela quien está igualmente perturbada por la imagen de la calle.

-ojala y Sedro no nos diga un: te lo dije, porque puede que no vivamos para oírlo-comenta Ángela tratando de ser firme.

-si… pero hay que tener una mente positiva… toda va a estar bien… ningún vampiro nos atacara…-trato de animar

-esperemos, soy muy joven para morir

-¿qué edad tienes?

-la misma que esta ciudad- alzo una ceja

-eso es cuanto…

-mi edad humana es 18, pero de vampiresa solo tengo 3 años, justo cuando esta ciudad se vino abajo.

-¿y recuerdas como era?-quiero saber, ella mira al vacio recordando

-sí, era muy normal, hasta que a un científico jodido de la cabeza se le escaparon sus vampiros artificiales y desataron pánico aquí, las guerras mundiales casi quedan pendejas junto al caos que esto produjo-responde, pongo los ojos en blanco.

-no sé qué es eso, no lo recuerdo, pero bueno, ¿y qué ocurrió?

-los militares atacaron pero fue una masacre, y todo termino de acabarse cuando los vampiros verdaderos salieron de su agujero y aniquilaron a los impostores. Por desgracia no solo los mataron, sino que en el caos crearon muchos nuevos vampiros, la mayoría se convirtieron en terminales y se multiplicaron como la peste, este fue el resultado-dice y mira al cielo-una ciudad destrozada y abandonada, la mayoría de los humanos se fueron y algunos no pudieron salir sin que los mataran. También hay el problema que… muchas veces las ventiscas desorientan a la gente y terminan atrapados aquí

-¿y qué hay de los humanos que huyeron?

-seguro fueron a otros asentamientos a unos cuantos kilómetros de aquí, y luego de esto ellos dejaron de creer que somos un mito, entonces es más importante escondernos de lo que fue nunca antes.

-que desastre, ¿y cómo terminaste así?-digo mientras caminamos lejos de la biblioteca.

-en el caos de la guerra de humanos y vampiros, me mordieron y tuve suerte de sobrevivir, pero mi familia no, no quedo nadie-contesta en tono apagado y me siento mal por preguntar-pero al menos me queda permanecer con ustedes, no tengo nada mas ahora…

-entonces así te convirtieron en vampiro… ¿qué hay de Keyn?

-lo conocí cuando era humano

-tú lo…

-no, fue alguien más el que lo mordió, pase con su grupo humano unos meses, no sospechaban de mi, ellos eran los únicos que sabían la verdad-la miro interrogante.

-¿ellos?

-nada olvídalo-rectifica rápido-pero tuve que irme, Keyn fue atacado y se separo de su grupo, Sedro lo salvo justo a tiempo, entonces ya nos habíamos aliado.

-¿así fue como se juntaron verdad? Es decir como vampiros-asiente, frota sus manos.

-fue todo un alivio ver que seguía vivo, además ahora podría pasar más tiempo con el… pero lástima que no fueron ambos-expresa cuando sus labios se curvan hacia abajo.

Esta mujer es mala para ocultar cosas, siempre dice algo que deja a la expectativa y da a entender que no quiere decirlo.

-suéltalo de una vez Ángela, es fácil ver que lo escondes-bufa, miro en donde estamos y nos hemos alejado de el punto de inicio, me detengo para sondear el lugar y no perderme, ella me imita.

-Keyn tiene o tenía un hermano, entonces cuando su grupo se esparció no lo encontramos en ningún lado, no sabemos qué paso con él, imagina nuestra angustia, queríamos que viniera con nosotros.

Frunzo los labios sin saber que decir, realmente este desastre a fragmentado las uniones de todo el mundo, Ángela parece realmente deprimida al recordarlo, de hecho me siento culpable por presionar si respuesta.

-no debí preguntar, lo siento-digo en tono bajo

-no te preocupes, de todos modos lo recuerdo a diario, así que da igual a decir verdad.

Hojeo el lugar detenidamente y descubro que no note que estamos cerca del escondite de Zatir. Ese sería un perfecto lugar para empezar pero prefiero rondar la zona un poco más

-Ángela, separémonos, seguro encontramos algo-propongo, asiente y corremos en direcciones opuestas-¡en 15 minutos nos vemos aquí!

Apenas veo mis pies a la velocidad que traigo, cubro mucho terreno, doy múltiples vueltas en el área buscando algo sospechoso o a Zatir y Xeno, no desfallezco, empleo mi resistencia al máximo para buscar, no huelo a los chicos en ningún lado, eso realmente me preocupa, atravieso zonas llenas de ruinas, edificios descuidados, muertos por muchos lugares, de todas especies. Humanos, perros, lobos, osos, alces, mierda son tan masoquistas que bajan de las áreas de bosque para entrar en este infierno.

No hay seña de nada sin importar cuantas vueltas doy, entonces decido dejar de perder tiempo en algo inútil y voy directo al escondite de Zatir, aun si no esta podría encontrar su olor y rastrearlo fácilmente debido al clima favorable, me detengo frente a las ruinas, ordeno las ideas en mi mente ya que la frustración esta volviéndome loca. Entro al sitio silenciosamente en caso de hallar habitantes inesperados e indeseados. Me detengo en seco al ver lo que menos esperaba, en el medio de la habitación hay una chica muerta en medio de un charco de sangre, junto a un derrumbe, ¿Qué paso aquí? Pienso. Camino con cautela hasta el cuerpo, era una vampiresa, el olor de su sangre la delata.

-¿Amelia? ¿Eres tú?-escucho, ¡esa voz!

¡Zatir! Me volteo hacia el lugar de donde viene la voz, la pared a la derecha de la entrada se derrumbo, maldición como no lo note, estaba tan concentrada en la chica muerta que no percibí el olor de mi amigo ni vi el derrumbe que casi devora la habitación. Bajo la mirada lentamente y encuentro al chico cubierto hasta la cadera por los escombros, no lo veo demasiado bien, pero algo es seguro… su pelo resalta. A pesar de que es rubio muy oscuro, como una mescla de amarillo y marrón que aun no se deciden por cual es el verdadero tono del cabello.

Me horrorizo al instante, puedo oler la sangre en sus brazos, y la que macha su rostro descendiendo como gruesos hilos de la cabeza al cuello.

-¡Zatir que paso!-casi grito y no sonó a pregunta, caigo de rodillas frente a él, emplea enormes cantidades de fuerza para alzar su torso con los brazos ahora débiles de los que dispone.

-vine y esa loca de ahí quiso matarme-responde y doy la vuelta a mi cabeza para estudiar a la difunta, esta toda rasguñada, atravesada y golpeada… la imagen me perturba tanto como la de el vampiro que asesiné.

-¿tu lo hiciste?

-sí, no te imaginas lo difícil que fue-contesta jadeante y recuerdo que una pila de piedra con docenas de toneladas le están aplastando las piernas.

-¿estás bien?

-no mucho, esa loca me sacudió contra la pared justo cuando le di el golpe de gracia y para mi bella suerte este techo que de por si no estaba muy firme se me vino abajo y dejo a mis piernas como estampillas- pongo mala cara, no luce nada bien.

-tratare de sacarte-anuncio y empiezo a cavar, pero son muchas rocas y duraría un rato, tras extraer varias de ellas me detengo-voy por Ángela, tranquilo te sacaremos.

-ojala-dice algo débil

-deja el pesimismo que eso no te sacara, ya vuelvo-aseguro, el asiente y salgo en busca de la otra vampiresa.

Salgo y aunque sea una locura grito:

-¡ÁNGELA!!!!!!!

Tan fuerte que interrumpo el silencio y la calma de la noche. Permanezco en mi lugar aguardando su llegada y finalmente escucho las piernas de la chica golpear con fuerza y gran velocidad el suelo directo hacia mi… sale del callejón por el que perseguí a Zatir luego de despertar como vampiresa, sigue corriendo y al verse a metros de mi finaliza con un pique en la nieve súper espectacular, tanto que la nieve producto de este se me vino encima como una ola blanca, llena toda mi ropa casi hasta la mitad de mi torso, Ángela recupera su postura normal y se ríe cuando empiezo a limpiar la ropa y comprobar que no quede nada.

-payasa-la acuso al momento de encararla de nuevo

-delicada-responde

-dejamos la estupidez de una vez, encontré a Zatir-ella deja de reír al escuchar

-¿dónde? ¿Está bien no?-

-aquí mismo-respondo señalando la entrada de rocas derrumbadas-esta… no muy bien, vamos y lo veras tu misma-sugiero, ella asiente algo rígida.

La guio hacia el agujero y una vez dentro queda tan en shock como yo al ver el cuerpo de la vampiresa y a Zatir casi aplastado.

-¡oh Zatir te vez terrible!-exclama, este la mira

-dime algo que no sepa-pide utilizando sus brazos para empujarse hacia afuera tratando de soltarse pero lo deja al asumirá que es inútil-ayuda… ¡por favor!

Frunzo los labios y voy hacia el seguida por Ángela, nos hincamos delante de, él, la chica estudia con detenimiento las rocas que apresan a nuestro amigo.

-con esto Camus jamás te volverá a decir niña-alega Ángela lo que logra arrancarle una sonrisa de suficiencia a Zatir-si, no luego de ver lo que le hiciste a esa chica de ahí.

--vamos a cavar, hay que sacarlo-intervengo, ella asiente y comenzamos a extraer rocas rápidamente, el hombre frunce el ceño con dolor, eso me motiva mas a sacarlos, no podía esperar para aliviar su dolor.

Afortunadamente no me canso rápido al igual que Ángela, sacamos grandes cantidades de piedra, Zatir vuelve a luchar por salir, pero sus esfuerzos son en vano. Miro a Ángela y ella sujeta un brazo del chico, entiendo el mensaje y la imito con el otro, alar es el único modo.

-sean algo delicadas, la idea no es destrozarme, ¿ok?-nos ruega mirándonos algo asustado por lo que pretendíamos, asiento y me pongo en posición

-1…2…3-anuncia Ángela y al instante álamos con todas nuestras fuerzas, funciona Zatir sale lentamente, pero no estamos listas para cuando salga, desafortunadamente y al soltarse la fuerza nos hace resbalar y caer boca arriba, pero eso no nos importa pues lo conseguíos, Zatir está libre. Yace boca abajo en el suelo justo entre nosotras.

Me siento rápidamente y miro los daños a sus piernas, que horror, rebosan de sangre y sus pantalones están rasgados, se inutilizaron de tal modo que ya no podrán protegerlo del frio, eso es preocupante, Ángela al realizar las mismas acciones que yo pone cara de dolor, Zatir jadea lo que nos hace virar la mirada a su rostro, el levanta su torso usando los brazos, tiene los ojos cerrados.

-¿estás bien?-dice Ángela

-más o menos, gracias es un alivio salir de ahí-contesta jadeando y me mira al abrir los ojos, no puedo confundirlos… están rojos, ¿ahora porque me mira así?… antes de preguntar se lanza sobre mí, gracias a que sus piernas no pueden moverse no llega lejos, su rostro da contra mi vientre, no entiendo porque.

-Amelia, quiere tu sangre, dásela rápido-aclara Ángela y abro los ojos como faros.

-¿cómo que quiere mi sangre?-exijo saber algo sorprendida, Zatir jadea.

-solo dásela, o mejor dicho ayúdalo a alcanzarla que no puede-alzo una ceja y bajo la vista hacia donde el trata de moverse.

Asiento… no sé porque pero seguro es importante, además luce tan desesperado como la vez que asesino al perro. Lo ayudo a alcanzar mi cuello sujetando la parte superior de su torso por debajo de sus brazos, lo levanto y pongo sus dientes al alcance de mi nuca, se siente bastante rígido, no tarda y muerde sin pensarlo demasiado, es algo difícil ignorar el dolor punzante que provoca pero lo soporto, la sangre que se le escapa desciende de la minúscula herida y mancha una vez más mi ropa, transcurren unos minutos, el cuerpo de Zatir se relaja dramáticamente y por fin me suelta, empuja un poco pidiendo que lo separe así lo hago y tiene la cabeza baja pero a pesar de ello diviso su boca manchada.

-déjame en el suelo-pide y lo obedezco, queda de lado inmóvil-gracias lo necesitaba-continua y advierto con asombro que las heridas de sus piernas empiezan a sanar imposiblemente rápido para un humano, de hecho nunca pensé que para nosotros fuera posible.

-bien, con eso estará como nuevo-agrega Ángela sonriendo.

-hora de la explicación-digo al dedicarle una mirada interrogante.

-los vampiros sanan las heridas cuando ingieren sangre, en un momento sus piernas serán como antes-aclara con suficiencia.

-¿y porque quería mi sangre?

-de seguro le gusta como hueles y también como le supo tu sangre, también es que por naturaleza a los vampiros como él les gusta la sangre de sus amos, es decir los que los convirtieron. De hecho cuando un vampiro permanece con su amo le es imposible no sentir un aprecio enorme, de tal modo que es imposible para el traicionarlo-doble hacia abajo mi labio.

-¿entonces yo soy su ama?

-realmente… si, lo eres

-¿pero qué hay de los vampiros que odian a sus amos o nunca los conocieron como en mi caso?

-los que odian a sus amos sin importar la tendencia no pueden cambiar sus sentimientos así nada mas, y obviamente no puedes sentir aprecio por alguien que no conoces. Es lógico, muchos convierten a humanos intencionalmente pero los “accidentes” casi nunca pueden sentir nada bueno por quien los creo

Como vampiros en realidad muchos se odian, pero como en casi todo hay accesiones.

Zatir se levanta y da vuelta, mira sus piernas ya totalmente recuperadas y suspira. Se pone de pie sin gran problema, hago lo mismo y Ángela también.

-¿cómo te sientes ahora?-quiero saber sin apartar la mirada de sus pantalones rasgados.

-mejor, nunca creí decir esto es voz alta pero, tu sangre sabe genial-responde y aunque siento que no debería me perturba un poco que piense eso.

-regresemos, Zatir busca lo que querías llevar, espero que tengas un reemplazo para el pantalón-interviene Ángela con tono calmado, el asiente y va hacia una de las esquinas donde yace un bolso, lo alza y se lo pone.

-mientras más rápido volvamos mejor-dice

No podría estar más de acuerdo, salimos rápido, corremos de vuelta sin detenernos, de seguro Zatir debe estar desesperado por volver, con el pantalón desgarrado es presa del frio ambiente. Al asomarnos por el jardín externo de la biblioteca pareciera que corremos al paraíso y que este pudiera desaparecer en cualquier momento, al cruzar la puerta Zatir y yo la cerramos con desesperada velocidad, no tienen una idea de lo maravilloso que es oír el sonido de la puerta cerrarse.

-al fin dentro-expresa Ángela con alivio, nos damos vuelta para darle una ojeada-pero aun no sabemos nada de Xeno

-seguro está bien, si no vuelve hoy debería hacerlo mañana-trato de alentar-al menos trajimos a Zatir-trato de ver el lado positivo.

-vamos arriba, hay que tomarnos un descanso-dice Zatir

Ahora no deseo nada mas, nos dirigimos al segundo piso donde todos siguen igual, pero Sedro duerme recostado en las escaleras y por una vez no tiene un maldito cigarro. Solo voy a mi puesto y arrojo este cuerpo ansioso por comodidad sobre los cojines, Ángela se tira junto a Keyn y Zatir deja su bolso junto a los escalones y Sedro. Regresa directo hacia mí y se deja caer a mi lado, nos miramos un segundo y cierra los ojos, sigo su ejemplo y duermo alrededor de las 2 de la mañana.

Ni idea de donde pero lo sé. Aun así temo, lo cierto es que paso a paso se acerca peligrosamente quitándome el aliento, nunca me he sentido tan vulnerable>

Despierto jadeante y agradecida de que solo fue una pesadilla. Si, solo era una pesadilla no era real… me digo mentalmente, miro a los lados y aun esta oscuro pero todos ya salieron, menos Zatir que me mira preocupado como si hubiera perdido la cabeza. Poso una de mis manos en el rostro para tratar de saber qué demonios era ese sueño pero no hayo nada.

-¿pasa algo?-pregunta, quito la mano de la cara y sacudo la cabeza en negación.

-no, solo una pesadilla-respondo forzando una sonrisa que no lo convence

-se nota que cuando estas nerviosa no te vienen bien las mentiras-insiste-practica mas.

Frunzo el entrecejo, aunque no me agrade es cierto.

-lo sé, ¿y los demás?

-abajo, ¿quieres comer?-asiento y el da un salto enorme hasta su bolso, cuando vuelve caminando advierto que ya se cambio los pantalones rotos por unos nuevos. Se inclina y ofrece sopa instantánea, la acepto y él se lanza junto a mí de nuevo.

-¿y cómo están tus piernas hoy?-pregunto abriendo la tasa y empezando a desayunar.

-perfectas, quedaron como nuevas-hace una pausa de alrededor de un minuto mirando la ventana, por la que aun es visible el oscurantismo de la menguante madrugada-gracias por la sangre… siento eso.

Arqueo una ceja y le doy mi mejor expresión de satisfacción.

-no te preocupes, valió la pena, no cuesta verlo al mirarte las piernas.

Sonríe de oreja a oreja, pero entonces tan pronto como la sonrisa llego se desvaneció en su lindo rostro.

-en fin, no respondiste, lo de que te paso-me recuerda con expresión penetrante.

Jadeo, espere que al cambiarle el tema se le olvidara, pero no sirve de nada, lo sé por el modo decidido con el que me mira, a la espera de la respuesta, que ni yo sé con exactitud, de hecho no tengo idea de cuál podría ser.

-sabes que no recuerdo nada, solo fue un horrible sueño-empiezo

-explícamelo-pide, suelto un suspiro de desagrado.

-bien, es simple, estoy arrinconada en un callejón con alguien persiguiéndome, por más que trato de saber quién es no puedo-digo algo frustrada al final- lo que no entiendo, es que cuando lo mire, además de miedo, no podía apartar la mirada, no sé si sea por terror o fascinación, pero no pude, y hay termino.

No hablamos por unos minutos, me enfoco en comer mientras el mira al vacio pensativo, no sé que podría estar pensando en este momento, ¿qué habría de útil en un sueño tan raro?

-tal vez sea un recuerdo que regreso-por fin habla en tono neutro-si no logras recordar tal vez tus memorias estén regresando poco a poco, los recuerdos siguen ahí a pesar de que no tengas acceso a ellos.

El asunto no me agrada mucho pero lo maquino por unos breves instantes, al final esos recuerdos me producen miedo, al menos los que sean parecidos al que tuve.

-olvida eso, no quiero discutirlo ahora, y…-frunce los labios con preocupación.

-Amelia…

-olvídalo, no quiero seguir con eso y no lo hare-insisto algo irritada y sin posibilidades de que me convenzan de lo contrario. Pone los ojos en blanco, eso creo que significa rendición.

-lo que digas… pero me parece que es importante que trates de recuperar los recuerdos.

-si hablas de los desagradables recuerdos como el que soñé… entonces esas opiniones me importan un cuerno-digo con tono espero.

-estaba generalizando, da igual, hay mucho tiempo para eso.

-cambiando de tema, ¿dónde está Tynna?-miro a nuestro alrededor y no la encuentro.

-¿la pelirroja que se rompió la pierna pateándome? Esta afuera con el resto, está más normal, pero trata de acostumbrarse a nosotros y encajar-dibujo una media sonrisa en mi rostro.

-¿y Xeno?

-nada nuevo, solo han pasado dos horas, son las 4 de la madrugada, pero aun no aparece.

-¡ellos salieron a las 4!

Estalla en carcajadas por un rato, su forma de reír me deja embobada. Se calma no mucho después.

-era broma, están abajo, esperan a ver si el clima va a ser nevado o por milagro saldrá el sol-suelta, hago un gesto de desaprobación con mi labio y el revolotea los ojos.

-payaso.

-no seas tan crédula.

-no soy crédula, pero aquí en el único en que creo puedo confiar del todo eres tú-argumento y el alza las cejas.

-no sabía eso, bien al menos mi ama confía en mí.

-¿oíste lo que dijo Ángela?-asiente

-sí, eso explica que…

-¡Camus cállate!-interrumpe Sedro en el primer piso.

-¡tú no me callas fumador compulsivo!-grito Camus algo alterado

-deja a Tynna pedazo de anormal, ella no te ha hecho nada-interviene Keyn

-¿qué pasa haya abajo?-pregunto

-Camus discutiendo con Keyn y Sedro sobre Tynna, creo que no le cae bien, dice que Keyn la privilegia mucho-no puedo evitar arrugar la expresión… no con nuestra volátil relación.

Sé que no soy la primera fan de Camus pero sé que no es bueno tratar a un recién llegado del modo en que el nos trato a mí y a Zatir y actualmente a Tynna.

Pasan los días y las cosas son calmadas, Tynna y Camus mantienen una relación de “estas hay pero no quiero tener nada que ver contigo” suelen mirarse con desagrado, al contrario de con el resto, se lleva bien con Sedro y Violeta, es agradable con Zatir y conmigo, pero su mejor relación es con Ángela y Keyn. Xeno no aparece por ningún lado, pero Camus nos aviso que dijo que al finalizar el patrullaje iría a otro lugar y regresaría en unos días. Solemos comer de las reservas y buscar en los locales abandonados, tras cuatro días salimos a beber sangre y aterrorizamos a una manada de lobos que pasaron por casualidad. Todo pinta relativamente normal al quinto día acompaño a Camus a encontrar más comida, no fue agradable, solo acepte porque el resto insistió que así nos llevaríamos mejor, salimos a los suburbios abandonados de la ciudad, encontramos unos alces y llevamos dos para desayunar.

Ángela y Violeta descuartizan a los alces y cocinan dos piernas en una hoguera realizada con varios troncos, el resto es enterrado por Sedro y Zatir, así no se pudrirán. Camus mira la hoguera con vehemente concentración, Zatir mira el cielo, con un clima despejado asombrosamente, Tynna y Keyn yacen sentados mirando el fuego a un lado y Sedro fue por algo para cocinar la carne de un modo distinto a las brochetas.

-¿que estará haciendo Sedro? Se ha tardado-comenta Tynna

-no sé, pero debería volver pronto, ese tipo es duro de matar, no creo que algún vampiro terminal sea tan estúpido para amenazarlo-dice Keyn en tono tranquilizador.

-lo que siempre me perturba es preguntarme… ¡de donde mierda saca todos esos cigarros!-intervengo con una interrogante enorme en el rostro.

Ángela se ríe entre dientes, Violeta pone los ojos en blanco.

-ahora que lo dices, yo estaba pensando en eso-concuerda Zatir con una mueca entre labios.

-ese tipo debe tener una buena reserva de cigarros-expresa Keyn y Tynna se abraza las piernas- porque lo que fuma a diario es suficiente para matar de cáncer de pulmón a un humano en pocos meses.

Un soberano ruido nos estremece de pronto, sonó como un impacto, volteo hacia la carretera fuera del jardín y encuentro un auto que fue lanzado, perdió las ruedas, luce gastado y irreparablemente dañado. Sedro aparece desde atrás del vehículo con cara de satisfacción, todos tienen la vista clavada en el montón de chatarra, Violeta corre hacia allá con aire de emoción, que no logro entender.

-¡es perfecto!-exclama emocionada.

-lo sé, vamos a ver…-dice Sedro y avanza hasta el motor del carro, la sujeta del y da un tirón asombroso arrancándolo- cortemos los alces como filetes y cocinémoslos en esto.

La idea parece algo loca, pero posible, no todos los días se cocina alce descuartizado en una capota de auto por sartén, Violeta mira el carro sonriendo ampliamente.

-ya no lo necesitamos-agrega Sedro y lanza la capota lejos, cae donde estaba Camus pero él lo esquiva a tiempo- ahora Violeta, vamos a divertirnos.

Ella asiente y se lanza sobre el motor del auto, salta y le arremete un pisotón destrozándolo por dentro, vuelve a saltar y ahora da en el techo y lo hunde, los que miramos desde el jardín parecemos creer que está loca debido a nuestras expresiones. Ella salta una y otra vez entre risas maniáticas y Sedro se ríe con ella.

-¡sí! ¡Rompe!-expresa muy entretenido y arremete una patada que dobla el parachoques.

No puedo ignorar a ese par de locos destrozar el auto pero me concentro más en el fuego. La capota funciono y comimos alce guisado, todo parece normal hasta que unas horas después Xeno corre como loco e irrumpe en el primer piso de la biblioteca donde todos estamos, luce ileso lo que nos quita un peso de encima, una sonrisa enorme ocupa su rostro y no veo el porqué.

-¡Keyn tienes que venir es una emergencia!-grito

Keyn lo mira interrogante como todos nosotros.

-¡encontré a Keny!-agrega y las caras de Ángela y Keyn se tornan en sorpresa.

-¡¿que tú que!?-exige respuesta Ángela

-¡que encontré a Keny!

Keyn casi se desvanece en el aire cuando corre hasta Xeno, se vuelve a apreciar bien solo cuando se detiene por completo, luce agitado.

-donde… ¡¿dónde está?!-dice sacudiendo a Xeno por la chaqueta.

-cálmate Keyn-pide y Keyn lo deja-solo sígueme y te llevare.

¿¡Quien mierda es Keny!? Solo eso se me ocurre pensar. Keyn luce muy alterado, aunque no creo conocerlo a fondo no pensé nunca en verlo tan perturbado.

-¿Ángela quien mierda es Keny?-llevo la pregunta de la mente a la realidad

-larga historia, resumiendo, es el hermano de Keyn-responde, estos ojos casi se me salen del rostro, el resto reaccionan de igual modo.

Xeno hace un gesto de “sígueme” con la cabeza y corre a alguna parte, no pasa un segundo cuando Keyn está justo detrás de él, los demás lo pensamos un momento y luego rompemos en carrera tras ellos. Fuimos guiados hasta un callejón, Xeno se gira y mira la salida, Keyn lo mira y el repite el gesto que hiso para ser seguido, hace lo que dice sin vacilar y corre al encuentro. Bien por su desespero debe estar loco por ver a Keny.

-¿está allá?-pregunta Keyn con ansia en sus ojos color miel

-sí, ¿qué esperas? ¡No tenemos todo el siglo ve!-exige Xeno con tono autoritario, Keyn no le da tiempo de repetirlo y corre

Siento demasiada curiosidad, y por la cara de Zatir y el resto menos Ángela deben sentirse igual. Me miro con Zatir un segundo y casi parece telepatía cuando vamos caminando tras Keyn, Xeno alza una ceja pero no sigue. Violeta aun se abraza a la botella de vodka y Sedro la mira con los ojos virados, Tynna se siente fuera de lugar y permanece callada y quieta en su sitio junto a Ángela. Al asomarnos por el final del callejón con cuidado de no ser descubiertos Zatir y yo nos quedamos con la mandíbula dislocada.

Estoy alucinando o veo al espejo de Keyn, quien por cierto se mira detenidamente con el sujeto que obviamente es Keny, apenas se quien es quien. Sus rasgos son demasiado parecidos, el rostro fino, las mejillas, la blancura, esos resaltantes ojos miel, el pelo castaño, si Zatir no estuviera con mi misma expresión me creería loca, hasta la ropa es similar, trae chaqueta azul en lugar de verde como Keyn y el pantalón también azul eléctrico, hasta con la capucha llena de plumas sintéticas y claro los malditos lentes de esquiador, solo que los de Keny son cuadrados. Los tipos se miran fijamente y en mi interior estoy gritando que alguien diga algo.

-Keyn…- dice Keny con un hilo de voz. Por fin Keyn reacciona

-¡Keny estás vivo!-casi grita con una titánica y feliz sonrisa que me quita el aliento, el otro tipo le devuelve la sonrisa, Keyn abre los brazos buscando un estrujón con Keny pero cuando se acerca Keny pierde la sonrisa y retrocede con aspecto espantado.

Keyn queda intrigado y sin comprender su rechazo al afecto, el rostro de su par aun luce asustado, cosa que no entiendo y por lo que veo al darles una hojeada a Zatir y Xeno ellos tampoco.

-¿pero qué pasa?-pregunta Keyn aun sin entender y algo afectado por la actuación de Keny.

-no sé, lo… siento Keyn, pero la pregunta es… ¿qué es lo que te ha pasado?, siento que estas diferente, me das miedo-responde en tono algo culpable, Keyn baja los brazos.

Y frunce los labios y adopta expresión de dolor.

-no creí que te dieras cuenta tan rápido-musita

-¿qué me diera cuenta de qué?

Keyn toma aire y siento que esto va a ser estresante.

-por favor, por lo que más quieras no… te asustes-pide lentamente-yo no te hare daño…

Keny aprieta los dientes

-bien, soy un vampiro….-soltó Keyn, no creo que lo tome bien.

Creo que Keny se está poniendo pálido, me está asustando, entro en shock con la revelación, ¡mierda Keyn le va a acusar un paro cardiaco! No sé porque me está preocupando tanto, de pronto Keny pone cara de espanto y Keyn se pone una mano en el puente se su nariz como si esperara desde antes que esto sucediera.

-cálmate… ya te dije que no te hare daño…-asegura pero eso no basta

-no… no es cierto no puede ser verdad-dice Keny retrocediendo lentamente, Xeno pone los ojos en blanco.

-tranquilo Keny… es la verdad, pero relájate-casi ruega Keyn ya muy preocupado por la reacción de su hermano aterrado.

Antes de parpadear Keny rompe a la huida pero Keyn lo atrapa en menos de un segundo sujetándolo con un brazo enroscado al pecho de su gemelo. Es exasperante ver cómo trata de resistirse, y como se espera no puede ni remotamente mover a Keyn.

-por favor Keny, ¿cuál es tu trauma?, no le tenias ni la decima parte de miedo a Ángela pero entras en pánico conmigo-dice Keyn poniendo los ojos en blanco y algo decepcionado de tener que sujetar a Keny para que no huya.

Hasta que tras unos minutos verdaderamente desagradables el chico deja de luchar y queda quieto.

-por fin-dice Zatir.

-¿ya te cansaste?-pregunta Keyn a Keny

-sí, déjame bajar-contesta resignado

-jura que no saldrás corriendo

-bien, bien, no intentare escapar, lo juro-entonces Keyn lo deja en el suelo, se da vuelta y se miran.

-ahora que dejaste de hacer cosas estúpidas, dame un abrazo que te extrañe-pidió Keyn sonriendo de nuevo y abriendo los brazos a la espera de respuesta.

Si, dáselo de una maldita vez, Keny mira a su hermano con los brazos abiertos y da una sonrisa relajada, creo que ya no intentara salir corriendo de su gemelo, hasta que se acerca y abraza a Keyn, este lo corresponde y la nube de tensión se disipa.

-Por fin esta confiando en el de nuevo-dice la voz de Ángela a nuestras espaldas, damos vuelta y ella yace hay justo detrás.

-¿dónde está Ángela?-pregunta Keny al zafarse de Keyn

Ángela sale de nuestro lado como una bala y aparece delante de Keny, el chico sonríe como si el mismísimo cielo estuviera delante, Ángela le ofrece un abrazo.

-¡ven aquí Keny!-exclama con una gran sonrisa, Keny se la regresa y prácticamente se le lanza encima.

-¡creí que no viviría para verte otra vez!-dice sin perder la sonrisa.

Keyn bufa aunque todavía se aprecia su buen humor. Xeno se da la vuelta y hace señas para que el resto avance, ellos vienen pero no salimos a la vista, Camus toma la iniciativa y sale, pero cuando Keny se suelta y lo ve, esa expresión de terror es indescriptible.

-¡solo esto faltaba!-exclama Camus algo enojado, que raro ¿no? Camus para nuestro descontento se acerca demasiado y muy amenazante terminando de sembrar más horror en la ya productiva cosecha de Keny.

-¡no te me acerques!-exige retrocediendo velozmente ya a la defensiva de nuevo. Keyn frunce el ceño y Ángela suspira con desagrado.

Xeno vira los ojos.

-vamos, ya es imposible que se asuste mas-pide, no puedo estar más de acuerdo, Sedro se desase de el cigarro que acaba de gastar y sale primero.

-Keny no corras, ellos están con nosotros-dice Keyn en tono tranquilizador

Ángela agarra a Keny de un brazo impidiéndole huir, Camus pone los ojos en blanco y se acerca pero debido a su cara de desagrado, Keyn se interpone haciéndole frente protegiendo a Keny con su cuerpo. Xeno sale entonces.

-atrás Camus, déjalo-exige Keyn sin ánimo de ceder

-cálmate, voy a presentarme, además solo le podría dar un mordisquito como máximo estando cerca de ti o Ángela-contesta en tono rustico, Ángela le enseña sus dientes afilados en señal de amenaza y Keyn se para más firme.

-Camus… préstame mucha atención, ponle un dedo encima… o trata de ponerle un diente en alguna parte una sola vez… y te juro que desearas no haber nacido-le hace saber en tono muy ofensivo, Camus retrocede de mala gana.

Puede que Camus no sea cobarde, pero sabe que una amenaza de Keyn es para tomársela en serio y Ángela no se ve muy feliz, ella no parece violenta pero por el modo en que sujeta a Keny creo que si hace falta podría serlo.

-Camus, déjalos, no lo traje para que te lo comas-exige Xeno con autoridad.

Camus pone mala cara y retrocede rápidamente, me canso de estar en el callejón, entonces salgo y Zatir me sigue, Keny recupera la compostura gracias a que el señor simpatía se alejo, Keyn y Ángela también abandonan la tención, Tynna y Violeta se quedan en el callejón sin muchas ganas de salir puesto posiblemente a no querer asustar al gemelo de Keyn, no se exalta tanto con nosotros como con Camus. Con mucha razón, al menos nosotros no lucimos tan amenazadores como él, ni Sedro que creo que de altura raya en los dos metros veinte centímetros.

-¿qué tal?-saludo siendo cordial, Zatir solo saluda con la mano, Keny le regresa el gesto sumamente nervioso.

Sedro no habla, espera a que Keyn lo presente, Ángela aun sostiene a Keny, ello lo ayuda a mantener la calma.

-ah, Keny, Amelia-nos presenta Keyn asiéndose a un lado-Amelia, Keny.

-mucho gusto…-dice Keny

Oh no me había dado cuenta pero… el huele delicioso… tan delicioso… que me hace agua la boca, creo que huele tan apetitoso como Zatir.

-y el es Zatir-continua Ángela, Keny lo saluda con la cabeza-el gigante es Sedro y ya conoces a Xeno

Sedro arruga el ceño, creo que no le gusta que le digan gigante. Xeno sonríe. Todos incluido Camus miramos a Keny como un delicioso bocadillo andante, ya se dio cuenta y esta incomodo, solo Keyn y Ángela se mantienen al margen de ello.

-¿cómo terminaron aquí?-pregunta Keny a Ángela y Keyn

-es un rollo, volvamos y hablemos en casa-propone Keyn de buen humor

Keny asiente. Xeno se da vuelta y se dirige de regreso a la biblioteca, lo seguimos, Tynna y Violeta saludan a Keny y siguen a Xeno igualmente, Keyn flanquea a su hermano por un lado y Ángela lo flanquea por el otro, no confían mucho en Camus… no los culpo, no cuando Keny huele tan rico…

-siento la boca seca, Keny es tan sabroso…-nos comenta Violeta a Tynna, Zatir y a mí.

-¿en qué sentido lo dices?-responde Tynna sonriendo- ¿por lo tentador que huele o por lo bueno que esta?

Zatir pone los ojos en blanco, es muy obvio su nulo interés en el asunto… pero

En efecto Keny no está nada mal.

-por las dos cosas, es muy sexi, ¿crees que a Keyn le moleste que lo viole?-Tynna ríe entre dientes.

Con su cabello castaño, lindos ojos miel, cejas gruesas… y demás rasgos entra en la categoría de sexi, pero Ángela parece demasiado apegada a él para ser solo su amiga.

-no sé si a Keyn le importe, pero creo que a Ángela si le importaría-digo en un susurro.

-ah eso creo, porque no sé como lo hace, ¿cómo no le a chupado la sangre?-se pregunta Violeta.

No tengo idea, Keny está vivo solo porque es el hermano de Keyn, sino ya le habríamos echado diente, nadie puede dudar de eso, pero es que Keny es tan delicioso… se me hace agua la boca, admiro a Ángela y a Keyn por soportarlo. Keny no baja la guardia y Sedro mira con reojo a Camus, seguro no se fía de él. Pero nadie en su sano juicio confiaría en Camus con un delicioso bocadillo como Keny de por medio, al menos yo no.

-espero que Keny sobreviva a la noche-dice Zatir a mi oído.

-yo también, solo hay que vigilar que Camus no se le acerque-respondo mirando al señor simpatía que cubre la retaguardia, Tynna y Violeta hablan entre sí, pero no les prestó atención en el resto de camino a la biblioteca.

Miro al cielo desde la reja exterior a nuestra guarida, y de pronto hay tiempo de tormenta, las nubes grises ya bloquearon el sol, están a punto de dejar caer su furia sobre nosotros una vez más. Keny tiene frio, se abraza a si mismo tratando de entrar en calor justo cuando cruzamos la entrada a la biblioteca. Todos corren al segundo piso, menos Zatir, Sedro, Ángela y Keyn, debido a Keny que por razones obvias no puede seguirlos y se queda mirando con inquietud el agujero a la otra planta.

-bueno ya sabes lo que se tiene que hacer-anuncia Sedro sonriendo malvadamente, Keny se horroriza cuando todos lo miramos.

-¡no! Yo no voy a subir…-casi replica cuando Keyn lo levanta en brazos como a un niño antes de que termine la oración.

Sedro suelta el humo de su cigarro antes de decir:

-lástima que no tengo una cámara, porque si fuera otro pagaría por ver esto

-¡bájame!-exige Keny tratando de ser libre sin éxito- Ángela, ¡ayúdame!

-cálmate, estarás bien-lo tranquiliza ella.

-creo que esto se pondrá bueno Amelia-me susurra Zatir y suelto una risita.

-¡NO!-grita Keny cuando Keyn corre y salta al siguiente piso seguido por Ángela.

-que niña-comenta Sedro riéndose de Keny.

Entonces Zatir y yo corremos arriba dejando a Sedro la tarea de cerrar la puerta. Cuando llegamos al piso solo veo a los vampiros cómodamente sentados relajándose o leyendo, menos Keyn y Ángela que miran a Keny tambalearse, Zatir no soporta la risa y la suelta mientras se sienta en unos cojines, yo solo me quedo mirando al sabroso humano aun mareado.

-eres un maldito Keyn, sabes que sufro de vértigo-dice, Keyn sonríe y Ángela ayuda al humano a mantenerse de pie con un abrazo.

-lo siento, olvide lo frágil que eres-se disculpa el vampiro antes de agregar algo que creo no debió decir-tranquilo, cuando seas uno de nosotros nunca te volverás a preocupar por eso, yo ya no lo hago.

Los ojos de Keny casi se salen, me muerdo el labio pensando en lo feo que debe ser que te digan eso, es decir, te convertiremos en vampiro, puede ser algo bueno, pero la mayoría de los humanos se asustan con solo la idea.

-¡como que yo!-exclama.

-hablaremos de eso después-propone Ángela apretando a Keny para calmarlo, camino y me detengo a espaldas de Keyn.

-censura lo de vampiros ¿quieres? No creo que quieres que tu hermano muera de un paro, deja que se relaje-le musito el vira los ojos hacia mí y asiente.

Sedro llega a nuestra planta un momento después.

-mejor no salgan hay una ventisca afuera, lo siento Xeno pero hoy no podrás hacer tu hobby-anuncia y va a la escalera

Xeno pone los ojos en blanco, Violeta y Camus leen un libro, Tynna mira por la ventana junto a Sedro, como si algo interesante pudiera ocurrir. Me alejo de Keyn y me siento junto a Zatir que se recostó en los cojines boca arriba.

-¿en fin y que te paso luego de “el desastre”?-pregunta Keyn robándole en cojín de la cabeza a Zatir, pero este la levanta antes de que se golpee contra el suelo, rápidamente toma otro con el que lo reemplaza para disgusto del bromista, aunque no replica, toma asiento sobre la almohada mirando hacia su hermano y Ángela, ella libera del abrazo a Keny entonces.

-sí, ¿qué paso cuando nos separamos?-dice la vampiresa

-mejor nos sentamos que es largo-propone el humano metiendo las manos en sus bolsillos-y un poco desagradable, yo también tenía curiosidad, ¿Keyn como acabaste vampiro?

Su hermano cruza las piernas en el cojín y se inclina hacia atrás.

-primero tu, tal vez te allá ido mejor que a mí-contesta algo serio.

Ángela y Keny se miran, yo también tenía curiosidad, quien sabe que historias interesantes escondan estos tipos, así que para motivarlos a hablar tomo dos cojines y se los lanzo, ellos los atrapan uno para cada uno y me miran, Ángela me sonríe, ellos se sientan sobre las almohadas listos para hablar.

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