martes, 3 de enero de 2012

Apuestas a las sombras cap-3


¡Hola! Ya sé que fue mucho tiempo, pero aquí estoy, el vuelto! Mi internet esta normal así que podre continuar siguiendo blogs y publicando. Fue muy molesto estar así  sin hacer nada -.-  cuando menos pude ponerme a trabajar en mis otras novelas. En fin aquí está la continuación de Apuestas a las sombras.






3-¿Algo mejor?
  L
a maldita imagen de Dylam no deja de atormentarme, trato de pensar que quieren los acólitos, pero el tipo, no deja de distraerme, piensa en algo distinto…. En Hanon y su voz calmante, en mi odio a Vicmierda… en lo agradable que sería borrarlo del mapa.
En fin, sea lo que sea que ellos quieran, mañana lo sabré, apago la luz naranja y duermo, aliviada de que Dylam no puede molestarme.

Al día siguiente llevo a cabo todo lo normal, el trabajo, desayunar, almorzar entre otras cosas, como siempre, desearía tener otra vida. Termino mi último vehículo del turno y regreso a casa.
6:00 pm.
Me baño con el agua más fría posible, el día estuvo muy caluroso, todavía me pregunto cuál será la recompensa que los acólitos han prometido, por ello no puedo dejar de mirar el cráneo en mi pecho, aterrador y que parece dar un mal presagio, me mira como si yo misma hubiese la más grande cagada de mi vida.
Además de no asesinar a Vicmierda y no poder enamorarme de Hanon, por más lindo que sea, no puedo creer que no me guste. Espero que mi amor no caiga en manos de algún estúpido que no lo merezca.
6:30 pm.
Pedí perros calientes a domicilio, ya lo sé, consumo mucha comida de calle, pero trato que sea la que me de calorías para trabajar, igual, con todo el esfuerzo diario, es imposible que me vuelva obesa por comida chatarra. Debería sentirme aliviada de ello, mi figura con el tiempo se ha puesto musculosa, de hecho, al mirarme puedo ver las formas de los tejidos debajo de la piel cuando me esfuerzo, por alguna razón, lo primero que los hombres ven en mi, son mis piernas, cosa que me incomoda.
6:40 pm.
Disfruto la comida, no puedo dejar de mirar por la ventana, alerta por si el señor Magno se asoma, no tanto por su presencia, sino por el posible hecho de que mintiera en cuanto a no querer matarme, aunque el tipo admitiré, era muy lindo, sus ojos transmitían algo siniestro, como una terrible y desagradable verdad que nadie debería saber por su propia seguridad, sicológicamente.
Como es mi caso.
Mi secreto está gravado en la tumba, el único que sabe la verdad es Hanon, nadie más tiene idea de que mi madre no hizo nada, de que la asesina, en realidad fui yo.
6:55 pm.
Me deshago de lo sobrante de los perritos calientes, me arreglo debidamente para mi encuentro en el callejón, peino mi cabello, enfundo las piernas con un pantalón negro y complemento camisa blanca de tirantes bajo una chaqueta negra corta y unas sandalias de plataforma corta.
Me asomo al espejo y luzco bien… puede que un poco inclinado a puta pero, no está mal, lo digo porque el cráneo en mi pecho es visible, seguro será una de las cosas que más llamen la atención, además de mis ojos de dos colores.
7:10 pm.
Me maquillo y por alguna razón me coloco el collar que recibí en el paquete, si me lo dieron fue para usarlo obviamente.
Ondulo mis cabellos y salgo al encuentro, la noche está muy agitada, veo mucha gente ir y venir, ladridos de perros a lo lejos, los motores de los autos y el olor penetrante de los puestos de comida, lentamente me aproximo a la entrada cuando me detengo al notar un pequeño detalle.
7:30 pm.
Repentinamente, todo es silencio, el ruido se ha esfumado, de forma instantánea y tétrica. Miro en todas direcciones y no hay un alma. En kilómetros a la redonda.
¡¿Donde mierda se fue todo el mundo?!
Siento el miedo socavándome por dentro, preguntándome que hacer. Correr, gritar, desmayarme, pero nada de eso es digno, prefiero morir a humillarme así.
7:35 pm.
De pronto escucho algo por primera vez en minutos.
Cascos de caballo, cada vez más cerca, zapatean en coro, podría ser el jinete sin cabeza… eso es ridículo, no puede ser, piensa en algo positivo…
No es el jinete sin cabeza, no es el jinete, no lo es, no puede ser. Me repito.
De la nada un carruaje negro como sus caballos aparece de la nada a unos cien metros más adelante, viniendo a mí en efecto, a paso calmado, lo que me está cagando es que el conductor tiene la vestimenta de los acólitos.
No temas… alguien dice a mi cabeza.
 Es fácil decirlo sin duda, por milagro me mantengo firme donde estoy y el carruaje llega a mi lado donde se detiene, el acolito me mira lentamente al igual que yo a él, sin poder distinguir su rostro.
Señorita Black, suba por favor, debemos hablarle, es muy importante, es importante que conozca a sus compañeros…
¿Como lo hace?
-¿qué?-apenas puedo decir, este tipo es extraño, me habla a la cabeza.
Los acólitos de bajo nivel no tenemos permitido hablar a los gladiadores directamente.
-¿cómo que los gladiadores?-musito vacilante.
Así les llamamos a nuestros participantes, suba, así lo sabrá.
Vacilante miro como la puerta del carruaje se abre ante mí, tomo aire y subo dentro, todo es color rojo, los cojines, las paredes, todo, parece un carruaje clásico del siglo XIX.
7:42 pm.
Tiene que ser una pesadilla, hay cuatro tipos con los que comparto el carruaje, para mi espanto, uno de ellos es nada más y nada menos.
Que Dylam Magno.
-esto es inesperado-dice Dylam con los ojos de par en par al mirarme.
-es una broma-jadeo al sentarme junto a él, el único lugar disponible.
Preséntate. Escucho en mi mente a conductor.
-¿este pimpollo conoce a semejante rata como tú?-dice uno de los demás chicos, un joven de cómo 14 a 15 años, con mirada cruel.
-cierra la jeta escoria-le responde Dylam con mirada fría.
-sabes lo mucho que me importa lo que digas Magno.
El adolescente es delgado pero de contextura de acuerdo a su edad, rostro delgado, pómulos medios, grandes ojos verde agua, labios ligeramente más delgados de lo normal, color rosado oscuro, blanco, como si pocas veces viera el sol, cabello rubio brillante y cortado a la moda.
Viste como un vándalo, chaqueta y pantalón de motociclista pendenciero y zapatos con cráneos dibujados. Los otros dos lo miran de reojo como si esto fuera el pan de todos los días.
-¿Redo quieres que me cuele en la cama de tu madre?-pregunta Magno sonriendo diabólico. El chico se torna más rustico.
-atrévete y será tu última noche de sexo.
Preséntate… me recuerda de nuevo.
Me aclaro la garganta. Ellos me encaran.
-soy Eris Black-digo sin mucha emotividad.
-soy Redo de la guerra-dice el chico y vira los ojos a los otros dos, mayores que el varios años, deben tener mi edad aproximadamente-y los gays son Julio Bruto y Javier Santos.
Ellos fruncen el ceño.
-te dijimos mil veces que no somos gays-recalca uno-Javier y yo somos amigos, algo que tú necesitas.
Entonces Julio mira a Javier y este arruga la nariz a Redo. Julio es de cabello marrón cortado al estilo emo, pero sin la pollina tan larga, ojos rasgados y negros, labios atrayentes, nariz un tanto grande pero muy bien perfilada y derecha. Piel blanca de forma normal, ni muy blanco ni muy oscuro. Viste una camisa larga gris con estampados de fans aficionados a películas de terror sobre un pantalón negro como de rapero y zapatos grises de cordones.
Javier por otra parte, parece como si pasara mucho tiempo en un salón de bronceado, de cabello enrulado color ceniza, ojos amarillos más grandes que los de Julio, cejas gruesas, rostro más fino que su amigo, viste un saco cerrado con bolsillos, color azul con rallas negras, un pantalón que hace juego y zapatos deportivos.
-¿a dónde vamos?-digo, Dylam mira el suelo, siento el carruaje moverse a paso más veloz.
-los acólitos quieren vernos, pero aun no se para que.
8:00 pm.
Silencio, nadie dice nada de nada. Redo mueve los labios y dice cosas entre dientes, como si rezara.
8:03 pm.
Nos detenemos, afuera es todo oscura como si entrásemos a algún garaje.
Salgan, los esperan. Afirma en mi cabeza, ya que fue en plural, asumo que todos lo escucharon.
-¿lo sintieron?-digo.
-¿al acolito del carruaje? Si todos lo oímos, es muy desagradable que nos hable así-se queja Julio entre dientes.
Las puertas se abren, sin mucho pensar bajamos de un salto cada uno, como pensé, estamos en un garaje, pero hay docenas de tipos vestidos como acólitos andando a diversas direcciones.
8:05 pm.
-no te recomiendo que los mires a la cara-dice Redo de brazos cruzados.
Otro de ellos se acerca cuando sin querer lo hago, miro su cara, es una máscara con agujeros, como los miembros de una banda de rock gótico. Pero con ojos blancos sin pupilas al otro lado.
Considerando que todo ya ha sido raro, no me extraña que estas cosas no sean naturales.
-síganme-dice el acolito con su voz, áspera y transparente.
El se da la vuelta y camina por uno de los oscuros pasillos. Nos miramos y cuando Dylam tiene el valor de seguirlo vamos detrás de él.
-los presentare al amo, les explicara porque están aquí-continua sin mirarnos.
Nos deja en una puerta, del otro lado, veo una silla grande como de la realeza, con un sujeto tan cubierto como los acólitos, pero él, trae placas de metal en algunas partes, como armadura, joyas adornan sus manos aguantadas y su armadura.
Vengan. Dice a nuestras cabezas.
Vamos sin acercarnos mucho.
Yo no puedo hablarles con mi voz, seguro los asustaría mucho, pero solo quiero darles la oportunidad de salir de la desgracia con merito propia ayudándonos.
-¿ayudarlos?-digo incrédula.
Es una situación desesperada, nosotros estamos muriendo, cada día, este mundo nos debilita, necesitamos regresar a nuestra dimensión, por eso están aquí.
Este tipo es aterrador, posa su cabeza en una mano sobre el brazo de la silla.
-¿qué tipo de ayuda?-pregunta Redo-¿porque nosotros?
El amo levanta la cabeza un poco.
Nosotros, requerimos de ciertos objetos que se encuentran fuera de nuestro alcance, se hallan en una dimensión alterna a su mundo, donde los acólitos no pueden llegar, pero ustedes sí, nos dimos cuenta que el único modo de llegar, era atreves de humanos, por eso los llamamos.
Hace una pausa.
El camino es peligroso, por eso les advierto que el juego que jugaran es mortal, deben ir a ese sitio, resolver los acertijos para encontrar los objetos, que necesitaran para volver aquí así como nosotros los necesitaremos para irnos. Cada día nos morimos un poco más, dependemos de su éxito.
-¿nosotros que mierda ganamos?-pregunta Julio.
Si lo consiguen cuando lleguen, podemos concederles un deseo, solo uno o dos, pero no pidan lo imposible, estamos muy agotados para romper demasiado las leyes de la naturaleza.
Contemplo como Dylam curvea sus labios hacia arriba, en una sonrisa maquiavélica y satisfactoria, no puedo dejar de preguntarme qué plan malvado tendrá entre manos.
Escogimos a sujetos cuyas vidas no son deseables, de modo que estén dispuestos a arriesgarse a morir por salir de la desgracia.
-eso es un poco brutal-comento con mala cara.
Hay que ser cruel joven, en tiempos desesperados, se toman medidas desesperadas ¿no es así? Yo como el amo, no puedo soportar ver como mis acólitos sufren, por tener un jefe incapaz.
Dylam hace una sonrisa más grande esta vez mostrando sus dientes. No puedo evitar asustarme, Julio y Javier lo miran desagradados, Redo da un paso lejos de él, como si fuera peligroso.
-yo solo quiero una cosa, que es insignificante para seres como ustedes, si pude serme satisfecho, mi vida cobrara sentido, es algo por lo que no dudaría en arriesgar mi vida-dice con suficiencia y tono lúgubre.
Si decirte si ese deseo será satisfecho, te da motivación, entonces, acércate joven Dylam.
Él lo hace, yo solo pienso en un único deseo, el deseo de recuperar lo que me fue arrancado y lo que arruino mi vida.
Mi madre.
El amo se inclina al chico y este le susurra algo al oído, en un instante se alejan y el amo lo mira, no tengo idea si será posible o no su deseo, Dylam tiene una mirada indescifrable.
Los labios de Dylam se mueven lentamente, logro leer sus labios en la última palabra, me tenso a darme cuenta. Su palabra final fue:
Muerte.

2 comentarios:

  1. Corrige las faltas ortográficas, lo demás es agua tibia.

    La narración va bien, uno no quiere dejar de leer.

    Un saludo.

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    1. disculpa la ortografia, es que una de mis amigas es quien se encarga de eso, pero aun no a corregido esto :) gracias por la observacion, un saludo, mañanna publicare lo proximo.

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