La
chica del subterráneo.
Como cada estúpido día donde no tengo nada mejor que
hacer, camino en el callejón, nada mejor que una soda después de asesinar a un
idiota mal parado. Me encantan sus ojos de miedo cuando hago mi trabajo…. Pero
ahora no es precisamente un placer, más bien es un modo de mantenerme calmado,
después de ver pasar a los acólitos tan cerca de mí y aun peor, ser marcado en
el pecho por ese maldito papel de mierda que firme.
Mis ojos atrapan algo muy interesante, una silueta con
ondulado cabello negro y figura esbelta. Es esa chica…
La cosa más interesante que he visto hoy, al menos la más
agradable. Come un taco sentada en el puesto de comida rápida, solitaria y sin
apuro, como si no tuviera otra cosa que hacer. Inmediatamente concibo una
sonrisa audaz, nada mejor que asustar a una chica linda para terminar el día….
O quizás divertirme con ella en modos más carnales.
Por lo general ellas se derriten ante una mirada de mi
parte, supongo que es la corbata. Ando a
paso apresurado hacia ella.
-hola linda- la saludo, cuando tomo asiento a su lado
sonriéndole ampliamente, pero para mi asombro, al igual que en la escena de
esta mañana, ella solo me mira, rodando apenas sus ojos bicolores de forma nada
amigable, luego continua su cena ignorándome como si fuera un poste. Eso me deja un poco dolido, pero no se llega
a notar, procedo a continuar como si no me diera cuenta de que me trata como a
un perfecto gusano-soy Dylam Magno.
-¿para que necesitaría saber tu nombre?-me espeta con
desdén.
Es más difícil de lo que pensé, ella me encara, sus ojos
de dos colores me fascinan, es muy exótico, amo lo exótico. El cabello negro le cae en el rostro como
hondas enmarcando su mirada impasible, me recuerda a una amazona, pero algo
hace ver que no le va muy bien, sus ojos lucen cansados y estresados, deduzco
que no ha dormido mucho.
Quiero poner mis manos en ese cabello, esos ojos…. Y lo
lograre.
-porque sé que en tu subconsciente quieres saberlo-digo
audaz. Sus labios se tuercen de modo asombroso en una mueca despectiva.
-¿te crees síquico?
-no, solo veo por esos ojos bicolores, la verdad-afirmo,
me centro en aquellos ojos poco comunes, se empieza a poner inquieta, encontré
su punto débil-no sabes qué hacer con mi atención, por eso me ignoras, eres
indiferente a casi todo el mundo y levantas un muro para que nadie se te
acerque.
La estupefacción brota de su rostro como flores de
primavera. Profiero una risa de complacencia, esto es tan divertido que
necesito más. Sin duda no es el tipo de chica que encuentro a menudo, es muy
diferente, más difícil, más interesante…. Es como yo, lo sé desde la muerte del
camionero, una mujer ordinaria habría
corrido de horror, sin embargo a ella no le molesto más que la picada de un
mosquito por lo que pude ver.
Y por eso la necesito, es el tipo que busco, el tipo que
pueda entenderme antes de salir corriendo a esconderse.
-¿desde cuándo sabes eso?
-¿crees que no note tu indiferencia a mi última víctima?
-era solo un idiota que no tubo suficientes neuronas para
parar cuando te vio acercarte.
Cruel, genial.
-que fría-opino fascinado, poniendo mis dedos
entrelazados sobre la mesa.
-¿y tú para que lo mataste?-dice ella con poco interés.
Negocios…
iba a decir, entrecierro los ojos pensando.
-porque era necesario.
-¿necesario?
-para mi, solo soy una marioneta de la voluntad de otros,
necesito hacerlo para vivir-respondo.
Es tan verdad que me deja un mal sabor en la boca,
maldiciendo mi suerte como siempre.
-ósea eres un asesino.
Asesino
debería haber sido mi segundo nombre.
-yo no lo diría así, me gusta decir: soy amigo de la
parca, le ayudo a adelantar su noble trabajo, por el beneficio de otros de
forma rápida y “casi” indolora.
Muerde por última vez su taco, me quedo mirando con
disimulo sus labios, no lo nota, pero es difícil no precipitarme encima de
ella. Me atrae tanto que tendré que estar en el baño un largo rato…. No
pretendo meter la pata, prefiero retraer mis impulsos… por ahora.
-¿el camionero no sufrió?
-exploto, solo piensa que se le apago la luz-le sugiero
con ademan despreocupado, solo se me ocurre imaginar como de pronto todo se
vuelve rojo y más tarde o caes al cielo o te encontraras al diablo pinchándote
el culo, se pone de pie y la sigo, me mata con la mirada, esa mirada asesina es
sexi-puedo acompañarte.
Levanta la mirada por encima de su hombro con desagrado.
-no gracias puedo ir sola.
-nadie le dice que no a Dylam Magno-insisto.
Me precipito a tener pensamientos divertidos y un tanto
perturbadores de ella, debo saber donde vive, debo tenerla, ahora me gustaría
poder tomarla entre mis brazos, se que empezaría a golpearme, aun así creo que
valdrá la pena, pero mejor esperar, voluntariamente siempre es mejor que
forzosamente, siempre caen en mis manos, en algún momento, y me asegurare que el
de ella no esté muy lejos.
-entonces tendré el placer de ser la primera.
Mujeres, siempre con la fase de negación.
Nos movemos por el camino a la superficie, permanezco en
silencio, como un gato, su tensión es evidente, me teme, eso me da una
siniestra satisfacción, pero a la vez me irrita, eso solo significa que debo
dar un paso atrás ya que estamos en la calle, un escándalo es lo que menos
necesito.
Nunca debo ser demasiado visible.
-buenas noches… ¿tu nombre?-pregunto suavemente pero con
una sonrisa.
-¿piensas matarme?
-para nada, no tengo razones, solo quiero saber-me estaca
con sus ojos agresivos como puñales.
-soy Eris Black.
-lindo nombre, muy apropiado, diosa del caos y la
discordia, ¿tu madre acaso tubo una premonición?-me saco las manos de los bolsillos,
estrecha su entrecejo, formando arcos perfectos.
Eris, gran nombre para la persona correcta, me encanta lo
peligroso y esta mujer es como fuego, caliente aunque quema, y no es que me
moleste ser quemado.
-cállate Magno, solo largo-espeta agria.
Sin darme cuenta estiro una mano para alcanzarla, pero un
sonido estrangulado de animal peligroso, sale de su garganta, instintivamente
me detengo, su mirar es casi felino, como el de una leona irritada. Me recuerdo
no asustarla…
Pero la voluntad de controlarme nunca es una de mis
virtudes.
-me gustan las agresivas-digo y me doy la vuelta para
irme-procura no soñar cosas muy sucias acerca de mi, prefiero hacerlas, no
soñarlas-continuo, riendo en el camino de vuelta, solo puedo imaginar su cara.
Solo hacerlo me da ganas de volver y tratar de poner mis
encantos con ella, pero lo dejo para otro día. Mi cama estará fría, pero no por
mucho, tengo planes para arreglar eso y por fin, algo divertido con que jugar…
LOL me has robado la idea! tenia pensado para hoy publicar un contenido extra celebrando 1 año de FIN xD... Dylam *.* joeee... este tio esta mas salido... xDDDDDDDD me encantaa!! xD
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