Mala sangre
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rate de no mirar al chico a la otra esquina
de la disco, no era precisamente fácil, el tipo me parecía más bello que un
ángel pintado en el techo de cualquier catedral. Su novia jugueteaba con su
brazo mientras bebían en el bar, movía la cabeza de un lado al otro intentando
verlo ya que en el medio del camino que mi vista debía recorrer hacia él, había
una multitud bailarina, se movían tanto como un enjambre de avispas furiosas.
-cálmate Mariz-pidió mi amiga Jyna.
-¡no puedo! ¡Solo mira a ese bombón!-chille
volviéndome a ella en nuestra mesilla.
-por favor puedes vivir sin él-insistió
jugando con el pitillo de su bebida.
-cállate, esa hermosura tiene que ser
mía-dije indignada cruzándome las piernas.
El chico bebía sangría riéndose con un amigo
mientras su estúpida novia rubia le hacia formas raras en el cabello con las
manos y el parecía no notarlo siquiera, Jyna resoplo.
-si tanto te altera ve y pídele salir-dijo.
-ni loca, hay demasiada gente-me queje
tomando un trago de mi bebida.
Mis ojos viraban al hombre, de bello cabello
cobre, ojos amarillos como de un gato y piel perfecta, se volvió a mirar la
multitud inquieta en la pista y así pude ver sus cejas gruesas y hermosa barba
transparente que le recorría la mandíbula formando un candado. El sonido de
alguien cayendo me distrajo de su belleza, cuando me volví no pude evitar
fruncir el ceño.
Un chico se desmayo junto a la mesa, tanto
Jyna como yo lo miramos con asco, sus ojos estaban blancos, ya había un charco
de baba en el piso bajo su boca abierta con la lengua afuera.
-vaya, mis oraciones por no drogadictos aquí
no sirvieron-declaro mi amiga, el tipo era un invitado pero aquí tenían la mala
costumbre de drogarse lo que causaba estos molestos sucesos, pedí para mis
adentros que no llegara la policía como la última vez.
-mierda-me queje con desdeño.
-¡lo siento!-exclamo un chico llegando de
algún lado, apenas pude oírle, la música era como para quedar sordo-mi amigo se
propaso con la bebida y eso no es bueno con la droga.
-la droga nunca es buena-le dije irritada, el
chico me dedico su mejor mirada de desprecio antes de tomar a su amigo y
arrastrarlo lejos.
-¡Mariza tu presa escapa!-chillo Jyna
volviéndose al bar.
Maldije cuando me di la vuelta y descubrí que
el delicioso hombre se levantaba y caminaba hacia una puerta acompañado de un
sujeto más alto.
-creo que es el baño-dije horrorizada.
-no creerás que….-se corto mi amiga tan
espantada como yo-¡no ese bombón no puede hacer eso!
Podría jurar que iban al baño no para
usarlo…. ¡Maldita sea no! No podía dejar que semejante chico se perdiera.
-¡si vas a detenerme es la hora!-exclame
medio levantada ya.
-¿por qué debería?-inquirió incrédula como si
la ofendiera-eres mi heroína ¡ve allá y tíratelo!
No perdí un segundo y corrí dentro del mismo
lugar por el que se había ido, me sentí indignada que su novia rubia ahora
coqueteara con otro tipo en el bar ¡y no notara que su novio estaba a punto de
dar una probadita a algo que no debería
pasar! ¡Luego de algo así esperaría que saliera del closet pero no debía
dejarlo! Yo, Mariza no lo permitiré.
Cruce la oscura puerta hacia una habitación
de la casa desconocida. Era oscuro y no sabía a dónde iba, revise los pasillos
sin encontrar nada, ni una sola señal de que el chico y su supuesto amigo
estuvieran aquí. Por lo menos no vi nada de toques homo…. Cruce en otra esquina y vi una sala donde una
chica yacía tirada con una botella en mano sobre la mesa, aquella imagen me
repugnaba. Regrese por donde vine y trataba de escuchar algo, algo que no fuera
la maldita música.
-¿Donde estas hermoso….?-inquirí pasando una
entrada, encendí la luz y proferí un chillido más digno de perro dolorido que
de una mujer.
Me vi ante una escena horrenda, era un baño
blanco, o lo era, ahora era un baño de sangre… la bañera tenía algo…. Un cuerpo
tirado y manchado de rojo, mis latidos se volvieron locos al igual que mi
respiración. Trate de mantenerla calma, di pasos vacilantes hacia el muerto, me
asome y era como un asesinato perpetrado por Jack el destripador, las viseras
del chico desbordaban la bañera y su cara yacía perdida en un vacio total….
Cuando lo mire más detenidamente me di
cuenta… ¡era el que acompañaba al bombón! ¿Quién haría algo así? Sabía que si
alguien me veía así seguro me inculparían por lo que di la vuelta para regresar
por la puerta. No mire hacia la misma mientras andaba, apenas era capaz de
quitar los ojos del cuerpo. Choque contra algo, mi corazón martillo a la vez
que di un salto hacia atrás.
-hola, que sorpresa-dijo, quede con la boca
colgando, ¡era el! ¡El bombón!
-hola…. Que… ese chico que le….-tartamudee.
-¿le paso?-asentí una vez, demasiado rápido.
El chico miro al muerto y luego otra vez a mí.
-si quieres podemos hablar afuera-dijo como
si esto no fuera importante.
-claro-dije sin aliento.
Abandonamos el baño y me guio hacia el patio
de la casa, hermoso con jardineras llenas de girasoles y un campo de pasto
corto perfectamente verde. El bombón me llevo al medio, aun tenia pavor luego
de lo que vi y eso se notaba en mi rostro, alzo una ceja perfecta.
-soy Gregory-se presento-¿y tú?
-Mariza-dije apenas, mantenía la distancia de
el, uno o dos pasos, me sentía insegura, como cualquiera luego de lo anterior.
-bien, supongo que el tipo te dio un buen
susto, veras…. El iba….
-¿fuiste tú?-chille, aunque no lo podía
creer, el no parecía haber tocado siquiera a nadie, ni un rastro de sangre lo
ensuciaba.
-bueno, ¿para qué mentir? Pues si fui yo ¿y
qué?-expreso divertido-era un bocón y no podía andar por ahí.
-¡no me lo digas!-exclame agobiada-no quiero
involucrarme, solo déjame y has como que no me viste.
Arrugo el ceño. Me di la vuelta para irme,
cuando Gregory me atrapo el brazo sentí un frio recorrerme el cuerpo.
-lo siento, pero viste mucho-dijo
sombríamente, aterrorizada lo encare-así que no puedo.
-¿qué diablos eres?
-necesitaba su sangre.
-¡¿eres un vampiro?!
Soltó una carcajada dejándome.
-no, soy algo parecido, pero no-dijo y sus
ojos amarillos me atravesaron-y dame una buena razón para no tomar la tuya
también si te vas.
No tenía una, así que empalidecí
dramáticamente.
-yo…
-si quieres que te deje vivir vienes conmigo,
necesito un acompañante.
-pero esa rubia….
-esa idiota no lo notara, realmente es una
puta que solo quiere que sea su juguete y ese no es mi estilo-su voz fue dura e
inquebrantable-y no es lo bastante lista.
-no puedo irme así.
-lo harás, créeme.
Un sujeto apareció detrás de el, no lo había
notado hasta que gruño, Gregory se dio vuelta y lo miro con desprecio.
-te sentaría bien algo de crema facial-le
propuso, asentí vacilante, mis palmas sudaban mientras el chico gruñía con
impasividad.
Estaba sudado, su ropa destrozada y uno de
sus ojos era color negro.
-¿amigo tuyo?-pregunte escondiéndome tras
Gregory.
-no, lo que le pasara no es de amigos.
Gregory podía ser un bombón pero sin duda
daba miedo cuando ponía cara de pocos amigos, hiso una mueca y yo quise
desaparecer. Repentinamente un camión irrumpió por la cerca de piedra y arroyo
al otro hombre antes de que atacara, quede más que horrorizada, Gregory sonrío
mirando al hombre aplastado, del auto salió un chico y conducía una mujer.
-vamos si encontraste a la mala sangre-dijo
el recién llegado.
-¿mala qué?-dije.
-tú, inmune a mis encantos y los de otros
como yo, nuestra salvación.-dijo Gregory y me tomo de un brazo con fuerza.
Tanto que tuve miedo, intente liberarme pero
el chico tiro de mi encontrando su rostro.
-lo siento, pero te necesito ahora mismo, así
que subirás al auto-expreso sin mucha dolencia.
-pero la gente…
-eres linda pero necia-dijo fastidiado, tiro
de mí y me arrojo a su amigo, entre los dos me obligaron a entrar, sabía que la
gente llegaría en cualquier segundo a ver lo ocurrido.
-¡Mariza!-grito Jyna al salir de la casa y
vernos.
La mujer acelero en retroceso y nos arranco
del jardín, Gregory me sostenía entre sus brazos evitándome moverme para
escapar.
-¡déjame!-grite.
-ya te callaras-dijo Gregory con
seguridad-para mañana no querrás volver, pero por ahora disfruta del a noche.
Un pinchazo me hizo chillar, repare en que el
amigo de Gregory me había clavado una aguja en un brazo, el origen de mi dolor,
luego todo fue confuso, sabía que nos alejábamos dejando atrás una fiesta
conmocionada y a la gente gritando mientras íbamos derecho hacia alguna parte,
ya que nos alejábamos de la civilización.
me gusto mucho el relato ,, pero me quede con intriga =( .
ResponderEliminarnos vemos.