jueves, 6 de octubre de 2011

sigo viva aun XD

saludos a todos, estuve perdida un largo tiempo, pero por fin pude conectarme :D hace ya algún tiempo coloque este relato en un concurso del club de las escritoras, y como ahora no tengo nada que colocar, pensé en publicarlo aquí también, por si no lo han leído. ojala les guste, son solo cinco paginas, pero es un extra de una de mis novelas, (que aquí no esta publicada) aquí va:


Mala sangre
T
rate de no mirar al chico a la otra esquina de la disco, no era precisamente fácil, el tipo me parecía más bello que un ángel pintado en el techo de cualquier catedral. Su novia jugueteaba con su brazo mientras bebían en el bar, movía la cabeza de un lado al otro intentando verlo ya que en el medio del camino que mi vista debía recorrer hacia él, había una multitud bailarina, se movían tanto como un enjambre de avispas furiosas.
-cálmate Mariz-pidió mi amiga Jyna.
-¡no puedo! ¡Solo mira a ese bombón!-chille volviéndome a ella en nuestra mesilla.
-por favor puedes vivir sin él-insistió jugando con el pitillo de su bebida.
-cállate, esa hermosura tiene que ser mía-dije indignada cruzándome las piernas.
El chico bebía sangría riéndose con un amigo mientras su estúpida novia rubia le hacia formas raras en el cabello con las manos y el parecía no notarlo siquiera, Jyna resoplo.
-si tanto te altera ve y pídele salir-dijo.
-ni loca, hay demasiada gente-me queje tomando un trago de mi bebida.
Mis ojos viraban al hombre, de bello cabello cobre, ojos amarillos como de un gato y piel perfecta, se volvió a mirar la multitud inquieta en la pista y así pude ver sus cejas gruesas y hermosa barba transparente que le recorría la mandíbula formando un candado. El sonido de alguien cayendo me distrajo de su belleza, cuando me volví no pude evitar fruncir el ceño.
Un chico se desmayo junto a la mesa, tanto Jyna como yo lo miramos con asco, sus ojos estaban blancos, ya había un charco de baba en el piso bajo su boca abierta con la lengua afuera.
-vaya, mis oraciones por no drogadictos aquí no sirvieron-declaro mi amiga, el tipo era un invitado pero aquí tenían la mala costumbre de drogarse lo que causaba estos molestos sucesos, pedí para mis adentros que no llegara la policía como la última vez.
-mierda-me queje con desdeño.
-¡lo siento!-exclamo un chico llegando de algún lado, apenas pude oírle, la música era como para quedar sordo-mi amigo se propaso con la bebida y eso no es bueno con la droga.
-la droga nunca es buena-le dije irritada, el chico me dedico su mejor mirada de desprecio antes de tomar a su amigo y arrastrarlo lejos.
-¡Mariza tu presa escapa!-chillo Jyna volviéndose al bar.
Maldije cuando me di la vuelta y descubrí que el delicioso hombre se levantaba y caminaba hacia una puerta acompañado de un sujeto más alto.
-creo que es el baño-dije horrorizada.
-no creerás que….-se corto mi amiga tan espantada como yo-¡no ese bombón no puede hacer eso!
Podría jurar que iban al baño no para usarlo…. ¡Maldita sea no! No podía dejar que semejante chico se perdiera.
-¡si vas a detenerme es la hora!-exclame medio levantada ya.
-¿por qué debería?-inquirió incrédula como si la ofendiera-eres mi heroína ¡ve allá y tíratelo!
No perdí un segundo y corrí dentro del mismo lugar por el que se había ido, me sentí indignada que su novia rubia ahora coqueteara con otro tipo en el bar ¡y no notara que su novio estaba a punto de dar una probadita a algo que no debería pasar! ¡Luego de algo así esperaría que saliera del closet pero no debía dejarlo! Yo, Mariza no lo permitiré.
Cruce la oscura puerta hacia una habitación de la casa desconocida. Era oscuro y no sabía a dónde iba, revise los pasillos sin encontrar nada, ni una sola señal de que el chico y su supuesto amigo estuvieran aquí. Por lo menos no vi nada de toques homo….  Cruce en otra esquina y vi una sala donde una chica yacía tirada con una botella en mano sobre la mesa, aquella imagen me repugnaba. Regrese por donde vine y trataba de escuchar algo, algo que no fuera la maldita música.
-¿Donde estas hermoso….?-inquirí pasando una entrada, encendí la luz y proferí un chillido más digno de perro dolorido que de una mujer.
Me vi ante una escena horrenda, era un baño blanco, o lo era, ahora era un baño de sangre… la bañera tenía algo…. Un cuerpo tirado y manchado de rojo, mis latidos se volvieron locos al igual que mi respiración. Trate de mantenerla calma, di pasos vacilantes hacia el muerto, me asome y era como un asesinato perpetrado por Jack el destripador, las viseras del chico desbordaban la bañera y su cara yacía perdida en un vacio total….
Cuando lo mire más detenidamente me di cuenta… ¡era el que acompañaba al bombón! ¿Quién haría algo así? Sabía que si alguien me veía así seguro me inculparían por lo que di la vuelta para regresar por la puerta. No mire hacia la misma mientras andaba, apenas era capaz de quitar los ojos del cuerpo. Choque contra algo, mi corazón martillo a la vez que di un salto hacia atrás.
-hola, que sorpresa-dijo, quede con la boca colgando, ¡era el! ¡El bombón!
-hola…. Que… ese chico que le….-tartamudee.
-¿le paso?-asentí una vez, demasiado rápido. El chico miro al muerto y luego otra vez a mí.
-si quieres podemos hablar afuera-dijo como si esto no fuera importante.
-claro-dije sin aliento.
Abandonamos el baño y me guio hacia el patio de la casa, hermoso con jardineras llenas de girasoles y un campo de pasto corto perfectamente verde. El bombón me llevo al medio, aun tenia pavor luego de lo que vi y eso se notaba en mi rostro, alzo una ceja perfecta.
-soy Gregory-se presento-¿y tú?
-Mariza-dije apenas, mantenía la distancia de el, uno o dos pasos, me sentía insegura, como cualquiera luego de lo anterior.
-bien, supongo que el tipo te dio un buen susto, veras…. El iba….
-¿fuiste tú?-chille, aunque no lo podía creer, el no parecía haber tocado siquiera a nadie, ni un rastro de sangre lo ensuciaba.
-bueno, ¿para qué mentir? Pues si fui yo ¿y qué?-expreso divertido-era un bocón y no podía andar por ahí.
-¡no me lo digas!-exclame agobiada-no quiero involucrarme, solo déjame y has como que no me viste.
Arrugo el ceño. Me di la vuelta para irme, cuando Gregory me atrapo el brazo sentí un frio recorrerme el cuerpo.
-lo siento, pero viste mucho-dijo sombríamente, aterrorizada lo encare-así que no puedo.
-¿qué diablos eres?
-necesitaba su sangre.
-¡¿eres un vampiro?!
Soltó una carcajada dejándome.
-no, soy algo parecido, pero no-dijo y sus ojos amarillos me atravesaron-y dame una buena razón para no tomar la tuya también si te vas.
No tenía una, así que empalidecí dramáticamente.
-yo…
-si quieres que te deje vivir vienes conmigo, necesito un acompañante.
-pero esa rubia….
-esa idiota no lo notara, realmente es una puta que solo quiere que sea su juguete y ese no es mi estilo-su voz fue dura e inquebrantable-y no es lo bastante lista.
-no puedo irme así.
-lo harás, créeme.
Un sujeto apareció detrás de el, no lo había notado hasta que gruño, Gregory se dio vuelta y lo miro con desprecio.
-te sentaría bien algo de crema facial-le propuso, asentí vacilante, mis palmas sudaban mientras el chico gruñía con impasividad.
Estaba sudado, su ropa destrozada y uno de sus ojos era color negro.
-¿amigo tuyo?-pregunte escondiéndome tras Gregory.
-no, lo que le pasara no es de amigos.
Gregory podía ser un bombón pero sin duda daba miedo cuando ponía cara de pocos amigos, hiso una mueca y yo quise desaparecer. Repentinamente un camión irrumpió por la cerca de piedra y arroyo al otro hombre antes de que atacara, quede más que horrorizada, Gregory sonrío mirando al hombre aplastado, del auto salió un chico y conducía una mujer.
-vamos si encontraste a la mala sangre-dijo el recién llegado.
-¿mala qué?-dije.
-tú, inmune a mis encantos y los de otros como yo, nuestra salvación.-dijo Gregory y me tomo de un brazo con fuerza.
Tanto que tuve miedo, intente liberarme pero el chico tiro de mi encontrando su rostro.
-lo siento, pero te necesito ahora mismo, así que subirás al auto-expreso sin mucha dolencia.
-pero la gente…
-eres linda pero necia-dijo fastidiado, tiro de mí y me arrojo a su amigo, entre los dos me obligaron a entrar, sabía que la gente llegaría en cualquier segundo a ver lo ocurrido.
-¡Mariza!-grito Jyna al salir de la casa y vernos.
La mujer acelero en retroceso y nos arranco del jardín, Gregory me sostenía entre sus brazos evitándome moverme para escapar.
-¡déjame!-grite.
-ya te callaras-dijo Gregory con seguridad-para mañana no querrás volver, pero por ahora disfruta del a noche.
Un pinchazo me hizo chillar, repare en que el amigo de Gregory me había clavado una aguja en un brazo, el origen de mi dolor, luego todo fue confuso, sabía que nos alejábamos dejando atrás una fiesta conmocionada y a la gente gritando mientras íbamos derecho hacia alguna parte, ya que nos alejábamos de la civilización.

1 comentario: