sábado, 9 de julio de 2011

hoy estaba ocupada en otros blogs y en youtube, asi que tarde algo, pero aqui esta:


Capitulo 11- Archivos

S

algo del subterráneo, camino normalmente a casa, empiezo a preocuparme porque Temio allá vuelto antes que yo, cuando estoy dentro del edificio veo a los vecinos hablando en el vestíbulo, los ignoro y subo a mi piso, una vez dentro todo es tranquilo, creo que Temio aun no llega. Qué suerte tengo. Mi mente se ilumina con una idea entonces, es mi oportunidad. Corro a su habitación, busco en el cuarto, hurgo en toda gaveta y agujero, sin desordenar nada, bajo su cama hay muchas cajas, veo una muy al fondo, por curiosidad la alcanzo, me siento y la abro, mierda, ¡condones! No sabía que Temio tuviera estos pasatiempos. Vuelvo a cerrar la caja y a dejarla en su lugar, no hay nada raro, hasta que sin querer me paro sobre la alfombra junto a la cama y pateo el suelo. Es hueco, ¿Cómo es posible? Debajo debería estar la planta baja, rápidamente me pongo de rodillas y aparto la alfombra, como pensé, una trampilla con el símbolo de los cazadores.

¿Entrar o no entrar? Vacilo, de todos modos tendré que saberlo tarde o temprano, abro la trampilla y abajo solo hay oscuridad, me recuerda a la entrada al bajo mundo, esperando lo mejor me arrojo dentro, todo es negro hasta que sin aviso caigo en un suelo de piedra estando de rodillas, es muy negro y pequeño, un pequeño cubículo donde solo quepo arrodillada, miro hacia arriba y veo el vacio, examino lo que está alrededor, solo hay un camino donde una tenue luz ilumina. Arrastrándome voy hacia allá, una vez fuera me levanto y limpio el pantalón antes de ver donde me encuentro.

¡Mierda! Un cuarto pequeño, pero aterrador, todo es de piedra, una lámpara alumbra en el centro del techo, al otro lado hay un horno ardiente con una mesa metálica a su lado llena de todo tipo de armas filosas además de pinzas y martillos. A la derecha un estante con objetos filosos, cadenas, rosarios de metal, dientes y muchas otras cosas feas en frascos grandes, en el centro debajo de la luz, una mesa redonda con un tipo atado de pies y manos, era un vampiro, creo que ya está muerto, en el ultimo lado del lugar hay otro estante pero este está repleto de cráneos en fila sobre cada repisa, al lado yace una mesa con balas en cartuchos, granadas, látigos, armas de fuego grandes, como una escopeta una pistola y una bazuca delgada, está bien preparado, sobre eso hay un traje igual al que vi a Temio usar cuando mato al vampiro, se encuentra colgado sobre la mesa. Debo prepararme sicológicamente, levanto la vista al techo en las zonas oscuras y creo que veo tipos guindados al techo como bambalinas, deben estar disecados porque no siento ningún olor provenir de alguno.

Lo que no me explico es de donde es este lugar, debajo del apartamento esta la planta baja, es imposible que este lugar sea del mismo edificio, si lo fuera ya alguien lo habría visto.

Temio mas que un simple cazador es uno muy preparado, su escondite es la peor pesadilla de todo vampiro, nada más verlo me pone los pelos de punta, si esto es lo que le hace a un vampiro, no puedo imaginar que me haría si supiera…. El muerto en el centro de la habitación, fue flagelado, disparado, golpeado, quemado y otras cuantas cosas, su mandíbula parece destrozada por dentro, el rostro fue cortado en diversas zonas, tiene cuchillos calvados en el pecho, sus manos están enormemente agredidas, pareciera que las hubiese aplastado con una presión de muchas toneladas, las piernas fueron quemadas con hierro caliente que traspaso la ropa y quedo pegado, el pobre vampiro esta sobre un charco de sangre coagulada, es un poco repugnante su aspecto.

Si Temio hizo esto, creo que Sedro fue muy explicito con lo de que es conocido por tratar inhumanamente a los vampiros. Me pongo muy nerviosa mientras aun veo horrorizada el sitio, no puedo dejar que el me encuentre aquí, debo salir, me doy vuelta y regreso por el agujero, salto al vacío por el que caí y enseguida salgo de la trampilla de vuelta a la habitación.

No creo que vuelva a tener ganas de entrar ahí abajo, cierro la trampilla y la cubro con la alfombra cuidando no dejar señal de que estuve aquí. Salgo y voy a mi cuarto, tan pronto entro algo me atropella la mente. La imagen de una habitación, pequeña, mucho más que la de Temio, pero igual a su escondite, al menos en base, es de piedra, en una pared hay todo tipo de armas tanto de fuego como de filo, a la izquierda, un traje de cazador un poco distinto al de Temio, en la pared delantera hay una mesa y una silla con unas cosas sobre la consola, libros, cajas y de mas objetos como munición de armas. La imagen se esfuma de pronto dejándome desconcertada ¿Qué es eso? Miro el armario y la idea me viene de golpe. De unas zancadas tan rápidas como las de que Keyn llego al closet, es de dos puertas, la de la derecha tiene un dibujo de anime muy grande, se ve sospechoso, con cuidado saco la cinta que los sostiene desde abajo y levanto el papel, ¡sabía que era extraño! El mismo símbolo de la trampilla que tenía Temio. Ahora lo que me está asustando es ver algo así en mi cuarto.

Trago saliva y acomodo el dibujo como estaba, procedo a abrir la puerta y ver detrás, hay una puerta detrás de la puerta y la ropa, buscando no desarreglar el compartimiento abro la segunda entrada viendo que es como la trampilla de Temio, vacio, tomo aire con duda y salto al otro lado. No puedo sentir nada cuando toco el suelo, al abrir los ojos el lugar es idéntico al que vi en mi mente. Aprecio el lugar con perturbación y desconcierto, ¿qué hace un escondite de cazador en mi cuarto? A menos que yo también fuera uno de ellos. Rozo mi dentadura tratando de reducir la tención, me fijo en el traje de cazador.

Es de chica, la ropa es mas femenina y pequeña que la de Temio, en principio es igual, el abrigo es negro igual que los pantalones, pero el suéter es rojo oscuro como las botas.

Los pantalones tiene fundas para armas, una para pistola y dos para cuchillos, los guantes son negros y las garras como pequeños clavos. Sus hombreras también son rojas con el emblema de cazador, pero lo que más llama mi atención es la máscara, ¡es súper genial! Parece salido del diseño de una baraja española, una mitad es blanca y la otra negra, en la mitad blanca el agujero para el ojo esta resaltado por un corazón negro dibujado encima. Dejo atrás el traje y voy al escritorio de más adelante. La caja parece interesante, hay muchos papeles, saco todo y lo empiezo a ojear en la mesa, son documentos de trabajos, exterminio de vampiros, algunos con nombres y fotos objetivo, descubro uno que parece como la licencia, son datos, míos dice:

Amelia Cortes alias Amelia Hundek.

Edad de ingreso a academia: 13 años.

Edad de egreso: 16 años.

Relación con linaje: original pero con generaciones saltadas.

Estatus: cazadora hábil.

Escuadrón: F

Numero de miembro en escuadrón: 3

Relaciones genéticas con otros cazadores: hermana de Temio Cortes (B1c).

Nota: identidad no revelable por decisión de la cazadora.

Arma favorita(s): pistola mágnum, sable de plata.

Ama: el peligro.

Odia: matar vampiros con identidad descubierta.

Entrada permitida en cualquier momento al bastión de cazadores, licencia vigente de por vida, renovar con deterioro del documento, autorizada a asistir en reuniones importantes y a fiestas.

Licencia e identificación creada y validada por el concejo de cazadores.

Estoy muy impactada, después de todo si tenía razón, ¡era una de ellos! Ya entiendo, Temio tampoco sabe, estaba trabajando bajo alias, ¡ya recuerdo eso! Nunca confesé la verdad por saber que si Temio se enteraba nunca me dejaría tranquila, mierda soy uno de esos sicópatas, eso explica porque soy tan hábil peleando y porque soy tan fuerte. Nací para serlo, soy del linaje original, fui entrenada para luchar con vampiros, por eso soy tan buena.

Hay mas papeles, hay uno que captura mi atención, es otra licencia, no es mía ¡es de Temio! Una copia mejor dicho, la leo detenidamente:

Temio Cortes

Edad de ingreso a academia: 13 años.

Edad de egreso: 16 años.

Relación con linaje: original pero con generaciones saltadas.

Estatus: Maestro de la caza.

Escuadrón: B

Numero de miembro en escuadrón: 1

Relaciones genéticas con otros cazadores: ninguno

Arma favorita(s): sable de plata, pistola magnum, látigo eléctrico.

Ama: matar vampiros.

Odia: ser regañado por concejo.

Entrada permitida en cualquier momento al bastión de cazadores, licencia vigente de por vida, renovar con deterioro del documento, autorizado a asistir en reuniones importantes y a fiestas.

Licencia e identificación creada y validada por el concejo de cazadores.

No esperaba que tuviera una copia de esto, miro más en el montón de papel y veo una foto, soy yo, vestida con el traje de cazadora pero sin la máscara. Termino con los papeles y veo más en la caja, hay un cuaderno negro como mi diario, pero dice “diario del cazador” hay muchos en la caja. Guardo todos los papeles y saco el bulto de diarios. Empiezo a leerlos, todo el comienzo dice que me enliste a escondidas de Temio, dice explícitamente que para evitar problemas con el invente el alias Amelia Hundek.

Trabaje durante años sin que nadie sospechara nada, durante años en las hojas explica cada trabajo que hice: desde masacrar vampiros peligrosos, captura, perseguir prófugos de nuestra ley, buscar vampiros con identidad descubierta y de más, la última página que escribí en el último diario. Solo explica que fui enviada a ciudad mortal también conocida con el punto muerto. Junto con mi escuadrón teníamos la misión de ayudar a algunos humanos a salir, pero luego todo queda repentinamente en blanco, como si el final de la historia fuera arrancado.

Pienso que mi escuadrón debió ser asesinado por vampiros, ¿pero qué paso conmigo? ¿Porque yo sobreviví? No hay respuesta en esta mierda. Una idea alumbre en mi cabeza, ¿podría ser diferente a otros vampiros? Sobre el hecho de que cosas nos dañan, me levanto y voy a la pared repleta de armas, también hay rosarios, tal vez no me dañen, con gran vacilación acerco la mano a uno de ellos, cierro los ojos y tomo uno, una corriente de dolor atraviesa mi brazo, pero no parece la clase de dolor que dejaría a un vampiro sin ganas de atacar, es mas como un gran pellizco. Abro los parpados y no le pasa nada a mi mano, después de todo las armas de cazador no son tan peligrosas para mí. Suspiro aliviada de ser tan afortunada, agradezco ser del linaje.

Guardo los diarios y me centro en los libros sobre la mesa, uno de ellos esta titulado puntos débiles de un vampiro, por curiosidad lo agarro y salgo del lugar, de nuevo en mi cuarto leo el libro, empiezo a recordar cómo eran mis métodos de matar, no son tan distintos de los actuales, pero ahora en vez de armas uso mis manos, me preocupa que dirán los demás cuando sepan esto.

-¡Mierda déjame!-grita la voz de Zatir.

Instantáneamente dejo el libro y voy a asomarme por una ventana, hay un chico junto a Zatir, este parece casi tan irritado como con León, esta asesinando al humano con la mirada. Es más, lo mira tan sínicamente que da miedo.

-¡no seas egoísta! Dime, que le gusta de ti a esa belleza que vive en esta casa-pregunta el chico a Zatir señalando hacia mi piso-¿es tu cabello?-ala y arranca un mechón de mi amigo causándole molestia, se enojo mas. El humano lo analiza-dime, ¿son tus ojos? ¿Eres hijo de un racista y una árabe o india o al revés? Tus ojos delatan que no eres pura raza.

-no soy pura raza, déjame-pide Zatir aguantando el enojo.

-no hasta que me digas, ¡que es lo que le gusta de ti! ¿Tu piel? ¿Usas crema humectante?-Zatir niega con la cabeza-¿tus labios? ¿De casualidad usas brillo labial?

Maldito tipo necio, Zatir va a explotar.

-¡no! ¡Nunca he usado nada de eso! ¡Soy feliz y bello sin ser pura raza, sin labial ni crema!-asegura apretando los dientes. El tipo retrocede nervioso.

-tranquilo, vi a un tipo parecido a ti, pero con ojos rojizos, atraía a muchas mujeres pero no me atreví a preguntarle sobre esto-se defiende.

Pongo los ojos como platos, un tipo que se parece a Zatir y sus ojos son rojizos. Eso solo me da el perfil de alguien…

-León…-susurra Zatir con mala cara-es mí…

-¿tu hermano?-mi amigo asiente-¿entonces tu eres el que salió marica o sin novia?

Ese tipo debería coserse la boca por su bien. Zatir está llegando a la cima de su furia.

-no, ven te enseñare que es lo que le gusta de mi-dice Zatir y camina por la acera, el humano lo sigue hasta que se desvanecen.

¿Qué le dirá? Sigo mirando la calle, Zatir reaparece solo unos cinco minutos más tarde, estirándose. Bajo rápidamente a saludarlo preguntándome que le paso al tipo, cuando cruzo la entrada y me ve sonríe.

-hola-dice sin rastro de su furia anterior.

-hola ¿Dónde está el tipo?-pregunto mirando hacia los lados.

-se fue a roma…-dice entrecerrando los ojos, alzo una ceja incrédulamente.

-¿a roma? Sabes que estás mintiendo-lo acuso.

-un poco-vira los ojos.

Empiezo a pensar que algo malo le paso al tipo, pero dudo que Zatir lo hiciera, aunque cuando se fueron Zatir estaba muy enfurecido.

-¿qué te trae por aquí?-quiero saber.

-la verdad nada, simplemente quise venir-responde.

Tengo ganas de expulsar todos mis descubrimientos a Zatir… pero no sé si deba, ¿Qué reacción tendría si supiera lo que fui? A Camus le daría un ataque pero creo que Zatir no le importaría. Además, tenía razón, no debo confiar demasiado en Temio.

-que bien, porque han pasado cosas muy raras hoy-le aviso, se lame los labios como si hubiera comido hace poco.

-¿qué tan raras?-dice con un hilo de voz.

-muy raras, reformaron la imagen que tengo de mi-explico secamente.

-puedo quedarme a oírlas si quieres, la verdad estoy aburrido y vine a ver qué hacías.

-entra-pido, el vacila-entra, Temio no está.

Asiente y lo guio hasta mi piso. Parece muy en guardia.

No deja de examinar nada en el camino. Más bien no se fía de nada en el camino, como si creyera que algún objeto inanimado podría atacarlo de repente, empiezo a pensar que es hipersensible con su desconfianza, supo adivinar que Temio no era ni es el tipo de persona que debería acompañar a una vampiresa como yo. Lo guio a mi habitación puesto que no quiero descubrir a mi hermano escuchándonos, Zatir sonríe una vez que llegamos a mi cuarto.

-lindo lugar-dice mirándolo todo.

-siéntate si quieres-ofrezco cerrando bajo seguro la entrada.

El vampiro aun contemplando la cama se sienta y acaricia la sabana. Me uno a él lanzándome a los aposentos y poniendo la cabeza en la almohada con relajo.

-pareces algo preocupada, suéltalo de una vez-pide en tono suave y persuasivo.

-tenias toda la razón sobre Temio-empiezo, pone los ojos de par en par-es nada más y nada menos que un cazador de vampiros-hace un ruido de incredulidad y sobresalto.

-¿un cazador?-suena muy sorprendido y luego se pone peor-¿entonces qué estás haciendo aquí? Dormir en la calle es frio pero más seguro que estar bajo el techo de uno de ellos.

-lo sé, pero de todos modos no sabe nada de mí, puedo estar aquí mientras no lo sepa-argumento manteniendo la calma, Zatir jadea con ansiedad.

-tarde o temprano podría enterarse.

Hago una mueca con la boca.

-si eso pasa me esfumare y listo, espero que estés bien para escuchar lo peor-parece exectico de que pueda haber algo peor, ojala no se altere-dime ¿te importa que yo fuera una de ellos? Porque siendo humana descubrí que fui parte de los cazadores.

Pasa un largo minuto en el que Zatir queda sin poder pronunciar una palabra, deslumbro el vacio en su mirada de shock, ruego que no me rechace por esto. Por fin empieza a regresar, aprieta los labios y me mira fijamente.

-pues… cazadora o no, ahora eres un vampiro, no importa, el que fueras parte de ellos no significa que tomaras una pistola y saldrás corriendo a dispararme-por fin contesta regulando su tono de voz.

Sonrió aliviada, ¡sabía que no le importaría!

-recuérdame darte un beso cada vez que digas algo así-pido sentándome, ríe un poco.

-tratare de recordarlo-dice y pone cara de haber acordado de algo-ha pasado un tiempo desde la última vez que bebiste sangre, deberíamos ir por algo antes de que empieces a tener problemas.

-bien, Temio aun no llega así que debería aprovechar-concuerdo.

Keyn Berthier…

Aun no logro superar lo que paso en la discoteca, primero Tynna reaparece y ahora mis tripas se retuercen de la preocupación con Keny, sabía que estaba raro, su reacción a la sangre nunca me la espere, no hace falta decir que no solo me culpo, sino que es mi culpa, no se sale de mi mente la maldita conversación:

-¿estás poseído o qué?-pregunte agitado cuando estábamos en nuestra habitación luego del incidente.

-eso empiezo a creer- respondió tenso.

-¡dime de una maldita vez! ¡Deja de ser un reprimido hijo de puta! ¿Qué te pasa?-exigí tan alterado como él con el vaso de sangre.

Bajo la mirada con enojo o algo así, más bien como si se reprimiera.

-¿quieres la verdad eh? Aquí la tienes-tomo aire y lo soltó con drama-¡gracias a ti me estoy volviendo loco! Soy un monstruo sicópata, ¡he delirado hasta el punto de desear tu sangre también!

Eso me impacto terriblemente, el jadeo y sin decir nada mas salió de la habitación ignorándome.

Luego de eso no tuve el valor de seguir discutiendo del tema, por ahora Keny parece muy estable, demasiado, Ángela vino y creo que no debí dejarlos solos para salir por galletas, me detengo en la entrada a mi habitación por escuchar a Keny gruñir, ¿qué importa? De todas maneras entro y no puedo hacer caso omiso a que Ángela está violando el espacio de mi hermano. Ella esta apretándolo contra la cama, mientras le besa el cuello, Keny gruñe apretando las sabanas con los ojos cerrados, mierda, trato de no parecer afectado cuando pongo las galletas en la cama y me siento, Ángela tiene el brazo entero colado en la ropa de Keny y moviéndolo explorando sus pectorales.

-¿les importa dejar de hacer eso?-pido, Ángela lo deja para mirarme, la verdad no creo que me vea con toda esa melena en el rostro. Keny deja de gruñir y me mira.

-¿porque? Esto le está gustando-replica ella, Keny bufa hacia el techo.

-no quiero ponerme caliente-explico comiendo galletas.

-¿a no?-dice Keny incrédulo y se toca la garganta con la mano. Ángela se pone algo seria.

-¿tienes sed?-pregunta con angustia. Mi hermano asiente levantándose haciendo que la vampiresa se le quita de encima.

-la verdad ya saben que no me he sentido muy bien, debo alimentarme o podría perder los estribos pronto-dice masajeando su cabeza.

-yo ya empiezo a tener sed también, vamos pronto, estoy algo aburrido-intervengo ofreciéndoles galletas, Ángela acepta y agarra unas cuantas que se lleva a la boca.

Keny se pone de pie y reacomoda su ropa completamente fuera de su lugar debido a Ángela y su obsesión por tocarlo, mama y papa recién conocen a Ángela desde hace pocas horas, ellos aunque no lo hayamos admitido es vista por nuestros progenitores como la novia de Keny. La verdad aunque él no lo diga es obvio para quien los mire, nuestros padres están hablando abajo con unos vecinos, para no llamar la atención salimos por la ventana con gracia mayor que un artista de circo, si descubren nuestra ausencia podemos inventar algo, igual, no somos niños que siempre deben ser vigilados.

-¿vamos a las torres de abismo o a la noche no termina?-pregunta la chica cuando nos reunimos en el suelo.

-a ninguno de esos sitios-responde Keny tensamente-necesito sentir de verdad, necesito cazar algo o no podre calmarme.

Pongo mala cara.

-este lugar es un poco público para nosotros, mejor vamos a la zona donde vive Amelia, hay suficientes pendejos para todos y buenos callejones donde ocultarnos-propongo revisando la ausencia de fisgones.

-claro-acepta Keny humedeciendo sus labios inquietamente con la lengua.

No ha comido nada desde que Sedro le dio una presa, pero debería aguantar más antes de ponerse tan ansioso, yo podría pasar uno o dos días más sin sangre, pero considerando lo agitado que él ha estado últimamente es mejor complacerlo a tener un vampiro como Keny enojado. Por otro lado, si yo no lo acompaño igual iría solo.

Estiro cada musculo de mi cuerpo y camino fuera del callejón, detrás del edificio hay un gran desagüe de aguas blancas, es un atajo perfecto.

Me siguen a paso veloz hasta que quedamos al borde del desagüe, solo es una sección de las alcantarillas que esta al aire libre, el líquido no se congela debido a que hay un termostato o algo así haya abajo. El subterráneo está protegido por barrotes que dejan pasar el agua pero no a los intrusos, pero nosotros somos el tipo de intrusos que esa medida obligatoriamente deja pasar. Furtivamente Keny salta primero y se aferra a los barrotes para no caer al rio salvaje. Aplica su fuerza y separa las barras metálicas lo suficiente para entrar, el vampiro cruza y salta despareciendo de la vista.

-adelante-ofrezco, Ángela asiente y empleando una enorme fuerza repite el salto con la misma gracia que Keny, llega a los barrotes y pasa.

Estiro cada musculo de mi cuello y mis piernas como resortes me disparan a la magulladura de la reja, firmemente me sujeto a ella sin esfuerzo, el peso de mi cuerpo no es nada para mi poder. Ángela y Keny están parados en la acera de la izquierda esperando, el sonido del agua ahoga cualquier cosa que pudieron haberme dicho. Cambio de posición colocándome dentro y del mismo modo que Keny la abrió cierro los barrotes casi dejándolos idénticos a como solían ser.

De un suave pero hábil impulso salto hacia mis amigos a la espera. Sin decir nada, aunque no lo hubiera escuchado bien de todas maneras, corremos dando rienda suelta a todo lo que son capaces de hacer nuestras piernas. Aun no me he preguntado el límite de ellas, el ruido es muy fastidioso, deseo dejarlo atrás pronto.

-¿qué haremos luego?-pregunta Ángela. Desvió la vista a Keny.

-¿quieren ir a la discoteca?-pregunta sin mirarnos.

-yo si-digo.

-entonces yo también-concuerda Ángela, ella analizo muy bien los mapas del subterráneo cuando hablo con Xeno así que no tengo que preocuparme en perdernos.

Vamos tan a prisa que creo que nuestras piernas de distorsionan a la vista, hasta para la de un vampiro. En pocos minutos Ángela se detiene bajo una salida y procuramos ser silenciosos cuando nos colamos fuera. Keny se suena los músculos del cuello como yo lo hice antes pero con aire sicopático.

-creo que veo algo delicioso-señala el al frente entrando al corredor, ya lo veo, un san Bernardo clásico, con manchas marrones y blancas, el can se queda tieso al vernos, o mejor descrito, al olernos, sabe lo que somos perfectamente trata de escapar pero Keny frustra su intento inmediatamente atrapándolo por la cola luego de recorrer varios metros en un parpadeo.

Mi hermano jala al perro y lo arroja despiadadamente a varios metros dentro del callejón donde no vea nadie lo que le hará. Ángela contempla inerte al perro dolorido tratando de levantarse, Keny realmente estaba bastante deseoso de esto, el hambre en sus ojos es motivo de miedo, cualquiera cagaria sus pantalones si se atreviera a mirar esos jodidos ojos rojos dignos de todo un asesino. El al alcanzar al perro le planta los dientes en el cuello inmovilizándolo para saciarse, la creatura gime y chilla en su dolor, pero le hacemos poco caso.

Es lamentable por él, pero debemos comer, tenemos tanto derecho a existir y alimentarnos como ellos. Huelo algo conocido, es Amelia… y Zatir está con ella, rastreo el aroma y están tan cerca que me avergüenzo de no haberlos olido antes, están en el edificio a mi izquierda, alzo la mirada y descubro varias ventanas, una esta brutalmente abierta, tanto que es obvio que la forzaron, no somos los únicos con hambre. Keny deja al perro en un pequeño charco de sangre y se limpia los labios con una mano, Ángela no siente menor perturbación por el comportamiento de mi hermano a pesar de saber como solía ser, solo esta hay mirándolo con una extraña expresión, fascinación, parece que lo encuentra sexi.

-¿saludamos?-rompo el silencio, ellos miran hacia la dirección en la que esta la ventana.

-por supuesto-dice Ángela y salta por las paredes hasta alcanzar la ventana, se posa en ella y entra.

-yo buscare mas comida, necesito mas, subiere en un momento-anuncia el chico, sus ojos regresan ser miel cuando se masajea las sienes.

Curvo hacia abajo lo labios con algo de desaprobación.

-bien, no te descontroles mucho-pido, asiente mirándome con reojo.

Lo dejo atrás de un brinco haciendo una vez más el patrón de trepar de salto en salto. Mis pies tocan la ventana apoyándose y mis manos sea agarran del marco tan pronto lo tocan, enseguida deslumbro a Amelia y Zatir, Amelia está sentada en la cama del lugar, a mi derecha, juro que este lugar es de escoria de la sociedad, el suelo esta deteriorado y con múltiples grietas, la cama esta desorganizada, solo veo un armario del otro lado del cuarto y esta de lastima. Hago poco caso de eso y examino a Zatir alimentándose de un tipo en el suelo, Ángela también lo mira pero junto a la puerta, hecho un ojo a Amelia y a su lado veo a otro hombre también muerto y lleno de sangre, la chica lo dejo hecho mierda, enterró sus garras en los brazos del hombre en absoluto estado de inservible, nuestras miradas se unen y ella me sonríe.

-¿cómo están las cosas por aquí?-pregunto, Zatir deja al otro hombre y se levanta.

-jodidas, mi hermano es todo un encanto-dice con sarcasmo- le dijo a Zatir marisca, me da toque de queda y gusta de ser posesivo.

Alzo una ceja, Zatir se estira y voltea dejando ver a su víctima, le dejo la ropa hecha un lio de sangre y destrozo, ya no es tan santo como cuando lo conocí. No dejo de mirarlo mientras respondo a su amiga.

-¿entonces si es tan “encantador” porque no lo has enviado a la mierda? ¿O le has chupado todo lo que tenga dentro?

Escanea sus uñas cuando dice:

-en el fondo no es malo, estoy cómoda en mi habitación y aun no quiero dejarla, pero y además…-duda como si fuera a decir algo horrendo.

-y además…-repito, Zatir entrecierra los ojos con algo de dolor.

-no la presiones, es algo malo-interviene, Ángela se le acerca y empieza a husmear en su cabello, revolviéndolo y mirando cada hebra de la melena rubia. A Zatir no parece importarle, es más, se inclina para que ella vea mejor.

Algo tan malo como para que Amelia dude…. Suena como algo que no debería preguntar y lo más raro es que no ha destrozado a su hermano que parece no querer demasiado.

-entonces guárdatelo si quieres-le aviso sentándome en el marco de la ventana para sentir la brisa. Pronto anochecerá, veo el crepúsculo, poco pero se ve, la luz del sol a penas penetra pero es visible la pronta llegada de la oscuridad.

-siéntate-pide Ángela, Zatir lo hace y ella juguetea con su cabello arrodillada a la espalda del vampiro.

-¿y cómo ha estado Keny?-pregunta el.

Ángela da un tirón doloroso al chico haciendo que exclame un “auch”, aprieto los parpados al recordar lo mal que está en verdad. Amelia me ve con preocupación.

-¿cómo quieren que lo defina?-pregunto.

-la verdad-afirma Amelia.

-mierda odio eso-se queja Ángela acariciando el cabello de Zatir como compensación por el jalón.

-está muy, muy, muy, agitado-explico mirando al cielo-me preocupa, no es igual que antes, ¿saben porque?

Zatir jadea atormentado.

-pues… tengo idea de que le pasa-explica con vacilación.

Me asusta lo que me pueda decir.

-puede estar en una de las fases del… termino-empieza incomodo.

-¿el termino?-pregunta Ángela.

-la transición a ser un vampiro terminal-explica y yo me cago-cuando atraviesan por un terrible trauma en su transformación… algunos quedan perturbados, se vuelven inestables, con el tiempo pueden llegar si no lo superan a convertirse en vampiros terminales, pasan por unas fases antes.

-cuales… ¿cuáles?-tartamudea mi amiga.

-fase 1, miedo. El ya la paso-señala Zatir y pone mala cara-fase 2, sed descontrolada, creo que ya la está viviendo, fase 3, locura, temo que ya este entrando a esa fase, porque la ultima es, termino, hay ya podremos despedirnos de nuestro Keny.

No sé qué decir, pero es todo mi culpa, no lo he ayudado con eso y está pasando las fases muy rápido, maldición, no puedo imaginar ni quiero a un Keny vampiro terminal, es demasiado horrible la idea, ¿cómo pude ser tan estúpido como para no darme cuenta?

-tiene que reprimir los impulsos y con el tiempo las fases se detendrán, porque puede sufrir algunos ataques de locura más o menos leves-continua Zatir- pero con el tiempo se volverán peores, además… si un ataque especialmente fuerte le llega y no lo domina, puede acelerar el proceso-incluye con voz más sombría que este día.

Ángela esta tan aterrada como yo, quizás más, para ella la imagen de Keny en ese estado llega al punto del espanto, con toda la razón, Amelia permanece callada apretando los labios, tengo la sensación de que Zatir ya se lo había comentado.

-¿¡¡¡que te hice sicópata!!!?-escuchamos gritar, me asomo por la ventana y veo…

¡No puede ser! ¡Melnik y Keny!

Capitulo 12-Recuerdos acechantes

Amelia Cortes…

K

eyn mira con pavor lo que ocurre abajo, Ángela y Zatir se levantan al sentir el escándalo, corro a la ventana y lo veo… Keny está sometiendo a Melnik contra el suelo doblándole los brazos hacia atrás, el dolor en su cara es claro, ¡Keny! Sicópata, sus ojos son rojos y sádicamente se lame los labios con gozo, el sadismo que destila esa mirada haría que cualquiera se orine del miedo.

-¡engendro sicópata el me cae bien! ¡Quítale las manos de enzima!-grito furiosa, Keyn está en shock por completo.

-Keny, hombre, creí que nos llevábamos bien-dice Melnik incómodamente contra la nieve.

-¡suéltalo maldito!-grito nuevamente, esta vez Keny me mira y suelta un bramido bestial desde su garganta, como haría un gato enojado, pero eso de ahí no es un gato, es mucho peor.

Zatir y Ángela se aglomeran en la ventana entonces para ver lo que ocurre, nunca creí tener que hacer esto pero si no lo detengo yo, dudo que Keyn en shock y Ángela traumada puedan hacerlo. Zatir entrecierra los ojos sin saber qué carajo hacer ahora. Salto fuera de la ventana y aterrizo dejando un cráter en la nieve, en el momento que hago contacto visual con Keny le gruño y el desafiante lo regresa.

-¡sabia que algún ángel vendría a salvarme!-exclama Melnik con ilusión.

Ellos apenas son visibles, la oscuridad ya es dueña del pasillo y toda la ciudad, las luces están encendidas pero por aquí no hay ninguna, más que cualquier cosa lo que puedo distinguir con perfecto detalle son los fosforescentes ojos rojos de Keny mirando del modo clásico en el que lo haría un vampiro terminal.

Arremeto primero tratando de golpearlo en el rostro pero él se esfuma del lugar, liberando a su reo, lo rastreo de nuevo a unos metros de distancia al frente en posición de defensa. Melnik se levanta y no osa darle la espalda al tipo. Oigo a Keyn jadear y a Ángela con su parálisis temporal, ataco de nuevo ahora con las garras abiertas dispuestas a cortar lo que alcancen pero Keny lo esquiva, jodida velocidad de mierda, ¡ese que está detrás de mí! Antes de que se aproveche doy un giro le entierro una patada en las costillas, gime de dolor y da unos pasos atrás de mala gana, antes de que vaya por el de nuevo Keny patea el suelo y lanza nieve a mi cara, se me mete en los parpados impidiéndome ver, por lo que el escapa del ataque con tanta facilidad que me deja en ridículo.

Aprovecha mi ceguera temporal, mientras trato de limpiar mis ojos el me da un soberano puñetazo en el estomago, escupo sangre y quedo sin aire, ¿maldito Keny desde cuando sabe pelear? El dolor tan agudo me pone de rodillas en la nieve fría, se siente que la temperatura bajo mas a esta hora.

-¡Amelia!!-exclama Zatir preocupado.

-¡mierda arriba!-pide Keyn agitado.

-¡hijo de puta!-dice Melnik y enviste a Keny obligándolo a retroceder, queda a varios metros lejos de mí.

Cuando trata de repetir su ataque algo lo detiene, no lo veo, solo lucho por recuperarme de su puñetazo, levanto la mirada y veo que Zatir lo tiene retenido entre sus brazos, Keny hace esfuerzo por liberarse pero no puede, se sacude de un lado al otro poniendo a prueba la fuerza de Zatir, no aguantara mucho así, cuando él se da cuenta sacude a Keny y le da contra la pared rompiendo algo de ella, el vampiro fuera de control empieza a sangrar, varios hilos caen por su rostro, finalmente se queda quieto, inmóvil y respira irregularmente.

-joder déjame-expresa con cansancio. Keyn y Ángela bajan y no pueden verse mas espantados, Melnik aun esta desconfiado y se mantiene en una esquina oscura.

Zatir lo suelta y da varios pasos atrás, Keny se arrodilla y cierra los parpados buscando calma. Zatir resalta un poco más que Melnik en la oscuridad, su cabello rubio lo vuelve inconfundible, el viene hacia mí y me presta su ayuda para levantarme, pone una mano en mi estomago y otra sostiene uno de mis brazos, puedo pararme en ambos pies sin gran problema pero el estomago un me duele un mundo.

-Amelia, Melnik, de verdad lo sentimos-dice Keyn muy apenado, de hecho se encoje de vergüenza, toma aire tratando de pensar como hablarnos después de este episodio de locura de acaba de tener Keny-el no quiso hacerlo, en verdad lo siente mucho ¿verdad Keny?-mira al tipo, Ángela lo calma un poco acariciándolo.

-sí, de verdad me caes bien Melnik, no quise hacerte esto ni tampoco pelear con Amelia-se disculpa mirándome, Zatir se muerde el labio.

-entonces hare que esto no paso, en el fondo no eres malo, pero si esto se lo haces a alguien que te cae bien, no imagino que le harás a alguien que odies-expresa el pelirrojo sin acercarse ni un poco. Keny se pone de pie y Ángela lo abraza.

-Amelia es tarde, Temio podría llegar en cualquier momento-me recuerda Zatir en voz baja.

-tengo que irme-aviso todos me encaran-mi hermano llegara pronto… nos vemos después-continuo, Zatir no me suelta y salimos del callejón, pasan un par de minutos para que me recupere del todo.

-¿te sientes mejor?-pregunta dejándome andar sola.

-sí, necesitaba un respiro-digo mirando al frente. Frota la manga de su abrigo contra mi boca, quedo sorprendida, restriega bien la manga y la separa.

-no creo que quieres explicarle a Temio porque sangraste-dice suavemente.

-gracias muy dulce de tu parte ayudarme-sonríe y asiente.

-¿quieres venir a la discoteca hoy?

-claro, puedo ir en la madrugada.

Llegamos a mi casa momentos más tarde, el asiente con respecto a la discoteca y se va, luego de la agitación con Keny este lugar por primera vez parece seguro, bueno la verdad solo mi cuarto me gusta, aunque hasta lo demás es tranquilizador en comparación. Tan pronto me relajo en uno de los sofás escucho movimiento en la fuera de la puerta, agudizo mis sentidos para escuchar.

-¿estarás bien solo?-es una voz femenina.

-claro, sabes que no cualquiera puede amenazarme-ese fue Temio.

-¿terminaste con la tortura del vampiro?

-la verdad no sé, nunca pude hacer que hablara, probablemente esté muerto ahora mismo-Temio se escucha muy frio al respecto.

-procura ser más delicado, si los matas así no ganamos nada Temio.

-lo sé, me pase un poco, Eugenie.

-¿qué?

-estoy caliente- ¡oh mierda! Me tapo la cara con una mano.

-… no puedo hacerlo, estoy más fría que un glaciar.

-sabes que en un par de minutos puedo ponerte a hervir, no necesitas volver hoy.

-eres un sicótico Temio, tu hermana esta hay dentro.

-eso no importa, ella no es bebe, es lo bastante grande como para saber… en sus 19 ya podría ser mas ninfómana que tú en el fondo y lo sabes.

Solo faltaba eso, yo ninfómana.

-pero yo a diferencia de ti, siento vergüenza-expresa ella.

-qué vergüenza ni qué carajo, deja de resistir, quieres hacerlo tanto como yo, admítelo, solo has como que Amelia no está, mama y papa no están, debo aprovecharme de eso-que persuasivo…

-mierda, bien, lo hare, tengo algo que hacer antes, cúrate eso y vendré en una hora.

Trato de hacer que no escuche nada de eso, Temio es un jodido adicto al sexo, ignóralo, ignóralo, el entra finalmente y me ve directamente. Se ve algo golpeado, tiene sangre brotándole de la frente, algunos cortes en la ropa, un gran moretón en la barbilla y un ojo purpura. Se adivina que fue objeto de un día de trabajo muy movido.

-¿te sientes bien?-pregunto preocupada, asiente y va hacia su habitación, lo sigo de cerca.

Puedo olerlo… ¿pero porque? Cuando lo vi vestido de cazador no pude distinguir ningún olor, no lo recuerdo… en su cuarto se sienta en la cama y saca de abajo una caja con la cruz roja.

-¿puedes ayudarme?-pregunta sin mucha emoción.

-claro-acepto y tomo asiento a su lado.

El saca de la caja alcohol y algodón, luce mal, empiezo a ayudarlo a limpiarse las heridas una a una, luego con una crema que me presta trato de desinflamar sus moretones, tengo cuidado de no lastimarlo con mis uñas mientras aplico el producto en su ojo morado con delicadeza.

-¿qué te paso?-quiero saber aun trabajando.

-una pelea, no es nada, estaré bien para mañana-pongo mala cara, cuidando lo que digo sigo hablando.

-estas algo golpeado, ten cuidado por ahí.

Asiente sin demasiada emoción, cuando termino de atenderlo salgo del lugar y voy a mi habitación, no me siento muy tranquila con él, luego de ver su otra cara es difícil recordar que no es tan malo. La chica regresa poco después, creo que la llamo Eugenie, debe ser una de sus compañeras de caza, cenamos en silencio, bueno yo lo hago, ellos hablan sin que me meta, malvada mujer esa, es más alta que yo, contextura delgada pero musculosa, cabello marrón como el tronco de un árbol viejo más o menos largo y en hondas, ojos del color de las cenizas, blanca, nariz perfilada, labios finos y pintados de purpura.

Viste con un ajustado abrigo de lana negro, un pantalón de tela aislante del mismo color, guantes purpuras y sus botas ajustadas también lo son, parece algo gótica, ella me cae bien pero sin su jodido traje de caza. Como a velocidad dramática y junto al último bocado, lavo el plato y me encierro en mi habitación una vez más.

A pesar de no estar con Temio y su novia gótica, no puedo relajarme en paz, putos sin vergüenzas, como media hora después empiezan los sonidos incómodos de oír. Malditos gemidos, sacudidas de cama, chillidos, ellos riéndose, no dormiré, eso es seguro, hasta escucho como Temio gime, me va a sacar de quicio. El aullido de Eugenie con el orgasmo me deja queriendo ir a gritarles mil insultos dramáticos sobre contener esa expresividad. Y lo peor, no se detienen, un rato después regresa el mismo patrón, a ese paso me van a poner tan excitada como ellos deben estar ahora mismo. Si fuera otra ya habría ido a hacer un trió con ellos, pero soy su perra hermana vampiresa.

Ella mentía cuando dijo que tenía vergüenza. Empiezo a realmente querer follar con alguien, pasan unas horas y por fin se callan, se agotaron, aprovecho el momento y me visto para ir a la discoteca, cuando me asome en la habitación de Temio, solo veo un montón de sabanas revueltas y ellos debajo, dormidos profundamente.

Tengo la seguridad de que no moverán un musculo por las próximas horas, luego de toda la energía que gastaron el su… revolcón, vuelvo a mi cuarto y me preparo para salir, busco un abrigo, me pongo uno negro de cierre con un suéter debajo, pantalón ajustado de lana sintética, creo, botas para la nieve negras también que pongo bajo el dobladillo del pantalón. Me apodero del mapa que Xeno tuvo la amabilidad de darme y que había guardado bajo la almohada, espero no perderme, vuelvo a secuestrar la linterna y salgo finalmente.

Deben ser la una de la madrugada, aun veo de vez en cuando algún auto pasar, pero cuando menos en esta área de la ciudad la madrugada es pacifica. Sigo el mismo recorrido que me dio Melnik la ultima vez y entro al subterráneo, cada maldito túnel es un laberinto, siguiendo el mapa tardo unos cuantos minutos en llegar, no imagino que ocurría si no lo tuviera, podría perderme y no encontrar la salida tal vez durante muchas horas. Salgo del túnel y diviso la puerta al local, con sigilo corto la distancia y golpeteo la entrada.

-¿quién?-pregunta alguien al otro lado.

-Amelia Cortes, vine antes con Melnik Muller-respondo y enseguida la puerta cede, el guardia no dice una palabra mas mientras entro y recorro el pasillo de entrada. Por pocos segundos solo escucho los pasos pero rápidamente eso es ahogado por la música del área de comida.

Esperaba ver a Zatir en algún lugar esperando pero todos parecen agitados por algo, muchos están aglomerados en las mesas sin dar la espalda al exterior, temiendo como si algo los acechara. Los vampiros parecen aterrados pero las chicas más bien lucen como en guardia para proteger de algo. Entonces pasa, una estampida de chicas aparece de un pasillo y se abalanzan sobre todos los que estén a su alcance y empieza la violencia, las mujeres que atacaron pelean con todos los que se interpongan y preferiblemente contra chicos, uno se resbala y cuatro de ellas lo arrastran en carrera mientras otros gritan por él, no es el único, sucede repetidas veces con muchos otros, todos vampiros siendo arrastrados por esas locas, el caos y la música impiden pensar coherentemente. Envisto a una de las invasoras y me uno al desastre, antes de que se levante entierro mis garras en su cara impidiéndole moverla con la otra mano le rompo el cuello dejando mucha sangre.

-¡suéltame!-grita Keyn, me giro hacia el origen del sonido y veo como es arrastrado a gran velocidad por tres vampiresas desapareciendo en un pasillo, hay tanto lio que no puedo llegar a ayudarlo.

-¡no soy la escoba déjame!-grita esta vez es Keny y se repite la escena, también es secuestrado por ellas.

¿Para qué carajo secuestran vampiros? Una de ellas caen sobre mí y me la sacudo, salto del suelo para que no me alcancen, aterrizo en un sofá a mi derecha con gracia, un chico tropieza y cae sobre la mesa que tengo en frente haciéndola añicos de cristal roto. De pronto alguien se aferra a mi cuello intentando ahogarme, a continuación doy patadas y trato sacudirme agresivamente pero no sirve, salto del mueble y empiezo a golpear al parasito que me impide respirar contra todo lo que encuentro, inesperadamente quien se aferra a mi escupe sangre y se suelta, tan pronto soy libre examino al atacante, es una mujer una enorme barra de metal le atravesó el corazón.

-¡tienen a Zatir!!-exclama alguien en pánico.

-¡regrésenlo!-exige otro.

¡¿Como que lo tienen?! Y si es así, ¿para qué lo querrían? Apena hay tiempo para pensar, recibo un empujón y caigo en medio del caos. ¡Tengo que encontrar a Zatir! No puedo dejar que estas locas se lo lleven, me yergo y sigo el lugar de donde vinieron los gritos, en el camino recibo muchos empujones, golpeo a los que se atraviesan en respuesta y evado a todos los tipos posibles mientras salgo de la refriega, sigo el camino por el que arrastraron a Keny y Keyn, percibo el olor de Zatir, voy tras él, pero no está solo, hay mas vampiros muy cerca. Deslumbro una salida, la puerta de dos partes abierta de par en par, suelto toda la energía que guardo en acelerar y para cuando llego al exterior, es horrible.

Está nevando, debí llegar antes, veo un camión alejándose con una jaula detrás, hay una pandilla de vampiresas encima de la jaula bien acopladas, dentro de la jaula descubro muchos vampiros encerrados, entre ellos: Keyn, Keny, Zatir y Camus. Permanezco en estado de shock. Tres tipos salen del local tan horrorizados como lo estoy, uno es Melnik a los otros no los reconozco.

-¡regresen! ¡Perras devuélvanme a Zatir! ¡Llévense a los demás!, ¡pero déjenlo! ¡Es una mina de oro!-grita uno de los dos que no conozco con pánico y ruego.

El camión para y el sonríe, pero las tipas solo saludan y le dan el símbolo con la mano de “el dedo” ofensivamente mientras se ríen a carcajadas burlonas, el tipo queda en shock otra vez, Melnik carcajea.

-¡putas!!! ¡Esto no se quedara así!-grita el vampiro.

El camión acelera y desaparece mientras todas esas desgraciadas aun se mofan de nosotros.

-Eleazar cálmate-pide Melnik preocupado.

-¡como me calmare! ¡Esas perras se llevaron a la mitad de mi clientela y a uno de mis mejores cocineros!-replica Eleazar con alteración, el otro vampiro da un gesto de perturbación.

-Pety tráele una pastilla para el dolor de cabeza-pide Melnik al último vampiro, este asiente y regresa a la disco.

Pety es alto ojos negro azabache medio asiáticos, delgado, cabello corto color purpura con mechones amarillos, labios descoloridos y provocativos, cejas gruesas, barbilla fina y traía un esmoquin azul con corbata purpura. Eleazar es más alto, su cabello es abundante y peinado con gel hacia atrás como lo hace Melnik pero este no deja escapar tantos mechones desobedientes y de un tono marrón rojizo, ojos azules, cejas más finas, mandíbula ancha como Temio, parece de unos años mayor físicamente, como de cerca a los treinta. Viste como Pety solo que su corbata es blanca.

-¿qué les harán?-pregunto insegura. Melnik cierra los ojos con fuerza.

-cosas terribles, ¿de verdad quieres saber?-responde, le envió descontento por mis ojos.

-¿tú eres amiga de Zatir?-pregunta Eleazar jadeante, asiento aun con mala cara-te pagare tres mil dólares si me lo regresas, no puedo perder a alguien como él.

Abro una barbaridad los ojos.

-yo sola no puedo, necesitare ayuda-digo, pero en verdad aunque no me dieran ayuda iría de todos modos.

-buscare a Ángela-anuncia Melnik y corre a la discoteca.

-te conseguiré ayuda, Pety sabe donde se esconden esas ratas-dice Eleazar.

Zatir Ivanov….

No puedo dejar de mirar con pánico hacia todos lados, apenas hay espacio en la jaula, fuimos atrapados diez pero no se con seguridad, Camus se sacude agarrando los barrotes descargando su frustración. Una de las captoras le suelta un gruñido Bestial que el tipo le regresa sin miedo. Keyn no puede evitar caminar de un lado al otro y Keny respira agitadamente en una esquina viendo en todas direcciones.

-¿que nos van a hacer?-pregunto mirando a la congregación de vampiros, uno parece a punto de orinarse de miedo.

-cosas espantosas-dice este.

-¿cómo que espantosas? ¡Estar en esta mierda de jaula ya es espantoso!-expresa Camus y grita con enojo.

-peor que estar en esta maldita jaula-rectifica.

-dilo, si moriremos quiero saber cómo-exige Keyn perdiendo los estribos de su paciencia, entrecierro los ojos esperando lo peor.

-yo sé de qué moriré-interviene Keny-¡¡de claustrofobia si no salgo de aquí!!!-aúlla y salta al techo de la jaula del que se guinda como un mono y lo jala una y otra vez con desesperación.

-¡de que esta hecho esto! Ni un rasguño cuando atacamos con todas nuestras fuerzas-opino sin poder evitar mirar a Keny desesperarse, Keyn está acabando igual.

-ni idea es a prueba de vampiros-dice el tipo que hablo antes, Keyn empieza a gritar en una de las esquinas de la jaula cada vez pareciéndose más a su hermano claustrofóbico.

-vamos a sufrir la más humillante de las muertes-continua-primero…

Aprieto los dientes con fuerza.

-nos violaran, luego nos harán sufrir, nos mataran, descuartizaran, quitaran toda la piel, el pelo, los huesos y cocinaran lo demás, lo servirán en la cena, venderán a los cazadores los dientes, huesos, pelo, piel y la sangre que puedan conseguir. Los dientes se pueden usar para balas, el pelo y la piel para ropa resistente, los huesos para amuletos, la sangre es útil para diversas cosas que hacen, lo cierto es que no va a quedar nada de nosotros-explico.

Me sentiré invadido, si no salimos pronto debería empezar a prepararme para ver que hay en el más allá, tal vez el cielo o el infierno, no me importa en verdad. Nadie puede articular palabra mientras digieren lo que se acaba de anunciar, todos miran el vacio tratando posiblemente de imaginar que no quedara resto alguno que nuestros amigos puedan reconocer.

-¿porque nosotros? ¡Solo buscaron hombres! ¡No trajeron mujeres!-señala Keny sin bajar del techo.

-es por mes, este mes les toco hombres, el próximo secuestraran mujeres, creo que escogen a los mas sexis que vean y puedan llevarse.

Examino al grupo y descubro que Alberto fue secuestrado también. El tipo está sentado en una esquina como esperando a la muerte, es rubio, oscuro, ojos azules, mas blanco que la mayoría, no puedo verlo bien entre tantos tipos, pero me sorprende que siga vivo luego de su pleito con Violeta. De pronto el camión se detiene y veo a donde nos llevan. Parece un almacén abandonado, muy descuidado por el exterior, el auto revive y entra a los terrenos, la gran puerta del edificio se abre y nos da la bienvenida, una vez dentro del lugar la entrada se cierra, las vampiresas bajan y despliegan rampa del camión, empujan la jaula y todos impactamos en el lado que cae mientras la caja metálica se posiciona en el suelo, estamos en un sitio enormemente vacio solo veo un corredor con iluminación y hay varias tipas vigilando.

-empiecen a escoger el orden, tenemos que terminar el trabajo rápido-dice una.

-yo quiero a ese-me señala una, ¡porque!-y a ese otro-señala a Alberto que queda en shock.

Keny se suelta y Keyn lo atrapa en sus brazos e inmediatamente lo deja en el suelo de pie.

-saquen al cocinero-pide una, ¿¡yo que les hice!?

Abren la jaula y obligan a todos a replegarse en una esquina mientras que me aíslan, dos tipas sostienen mis brazos y luego arrastran fuera de la jaula, Camus trata de ayudarme para mi sorpresa pero las vampiresas lo someten y me sacan arrastrando mientras me resisto sin éxito.

Tiran de mí hasta que pierdo de vista al resto en el pasillo que vi antes, me obligan a entrar a un cuarto que me pone los pelos de punta. Todo es negro y en las paredes hay artilugios de carnicería, llenos de sangre, mesas de madera como un matadero, además veo camillas con amarras para los prisioneros, el pánico me da fuerza para luchar mas pero más de ellas me retienen y luego fuerzan a que me recueste en una de las camillas, varias mantienen todo intento de escape retenido cuando atan todas mis extremidades a la camilla.

No me puedo mover en lo absoluto, varias de ellas se apartan y entra una mujer con cabello negro y mechas rojas, mirándome sádicamente, esos ojos rojos me aterran hasta el alma. Si tuviera el corazón vivo se habría detenido cuando la vampiresa se paro junto a mi camilla.

-que lastima…-dice y desliza uno de sus dedos por mi cuello haciendo que una corriente me traspase-que este cuerpo tan sexi sea destruido-me rasga el cuello, ¡perra! Sus garras quedan marcadas en mi carne, extrae las uñas ensangrentadas y las lame con si se tratara de un manjar.

-veamos que tanto aguantan esos ojitos tan lindos-dice otra de ellas, se acerca y clava sus uñas en mis testículos, suelto un grito épico de dolor que creo debí hacer orinar del miedo a los demás, la de mas mechas rojas entierra un puñetazo en mi estomago callándome en seco.

-veamos esos dientitos-dice ella y empleando la misma mano con la que me golpeo me fuerza a abrir la boca, una de sus asistentas le prestan una barra metálica con una púa filosa-esto es de un cazador veamos que pasa-esa cosa punzante entra en mi boca y su filo raspa mi encía, ¡maldita sea! Grito horriblemente, ¡ese metal no solo me rompe la encía sino que me quema!, puedo saborear la sangre que cae a mi lengua, lo hace por varios infernales minutos-tal vez deba esperar eso-continua y aparta el objeto de mis dientes, jadeo y toso sangre sobre mí mismo, una cantidad considerable se derrama por todos los labios.

¡Necesito que alguien me saque! De verdad son unas sádicas, preferiría morir a manos de los cazadores que de ellas. Veo que una de las vampiresas tiene una barra de metal con la punta hirviendo, ¡oh no! Sé que me van a hacer, lo veo en sus ojos, miran mi parte más vulnerable entre las piernas con malicia, se aproxima y coloca el metal fundido a punto de gotear, mis ojos como platos ven con terror cuando la gota cae y me toca…mis gritos de agonía espantarían al más fuerte, ¡estoy viendo al diablo! Es el infierno, ¡el infierno en vida y esas vampiresas son el diablo! Grito tanto que me veo obligado a toser para no tragar toda la sangre. Ellas se burlan de mí a carcajadas.

Son peores que el diablo.

-¡putas!…-me fuerzo a gritar.

Finalmente me quedo sin aire y me garganta duele tanto que no puedo gritar mas, jadeo y la entrada se abre de una patada, ¡veo a Amelia y Ángela! Mis salvadoras, ¡besare en la boca al que me saque así sea hombre!

Da igual de todos modos cuando ellas se lanzan a matar contra mis captoras yo estoy perdiendo la conciencia, no sé porque, tampoco escupí tanta sangre, el mundo se vuelve caótico dándome vueltas en la cabeza provocando un molesto mareo, que mientras Amelia ahorca a la sádica que me quería sacar los dientes, me estoy largando mentalmente, no distingo quien es quien, podría confundir a cualquiera. Lo último que puedo decir con seguridad es que Amelia el rompe el cuello a la vampiresa mientras se golpean contra una mesa de madera al estilo carnicería, quizás donde yo termine pronto. Dramáticamente el mundo se convierte en un vacio negro.

Bien, ¿ya estoy muerto? Porque el cielo o el infierno, no lo esperaba tan negro, es imposible, trato de moverme pero mi cuerpo no responde, el dolor ha disminuido y no sé cuánto tiempo ha pasado desde que me desmaye, algo suave toca mi cara lo que vuelve a poner en marcha mis sentidos, no, ¡no me volverán a tocar! Con todas mis fuerzas logro despertar y automáticamente trato de morder lo que me rozo antes, fallo pero cuando mis pupilas vuelven a la normalidad, distingo a Amelia con intriga alejando su mano de mi. Rápidamente miro a mi alrededor y descubro que estoy en un camión donde todos los prisioneros están, jadeo y veo a Keny sentado a mi derecha, el me da un gesto de saludo y junto a él esta Keyn que parece mareado contra las piernas de Ángela.

-¿qué paso?-pregunto y escupo lo que queda de la sangre que trague.

-Eleazar busco ayuda para que pudiéramos sacarlos, no terminamos los secuestros pero pudimos salvarlos-responde bajando la guardia.

Examino los daños a mi cuerpo y sigo básicamente tan mal como antes, pero cuando menos ya estoy seguro.

-¿porque me desmaye?-digo recostándome al suelo del camión otra vez.

-la cosa que te metieron en la boca creo que era algún metal de cazador, supongo que eso fue lo que te puso medio muerto. Dale gracias a Pety, de no ser por él nunca hubiéramos llegado a tiempo, podrías estar descuartizado en alguna mesa de esas locas ahora mismo-expresa con alivio, no me siento bien… aun me duele la cabeza. Ella pone cara de preocupación.

-niña, mejor date otra cabecita no queremos cargar mas muñecas de trapo-dice Camus mirándome desde atrás, ni siguiera me molesto en voltear.

-no estoy de humor para eso Camus, mejor cierra el maldito pico-exige Amelia con mala cara.

Sigo el concejo de Camus y para evitar desmayarme de nuevo descanso los ojos.

Amelia Cortes…

No puedo dejar de mirar a Zatir, me siento mal por no haber llegado antes, se nota que le hicieron todas las cosas malas que se le ocurrieron en el momento, me consuela el hecho de que podría ser peor, Keny ya esta calmado cuando lo encontramos parecía un loco de manicomio y Keyn no se quedaba atrás, estando en su lugar creo que podría terminar como ellos, luego de escuchar los gritos de dolor que dio Zatir. Ángela masajea la espalda de Keyn en sus piernas que esta vuelto un caos, agitado, despelucado, sudado y aun un poco traumatizado. Por otro lado Camus sigue como siempre atractivo pero jodidamente insoportable para mí, yace en una esquina sin expresar emociones junto a los demás secuestrados y los que vinieron a ayudar, poco tiempo después volvemos a la noche no termina, parecen insectos huir de un fumigador, por el modo en el que corren y se dispersan, Zatir se levanta y es el ultimo en bajar, con una mano de mi parte, Camus de brazos cruzados se despide, da gracias a Pety que conducía y revienta en carrera siguiendo a las demás ratas. Solo quedamos Zatir, Keny, Keyn, Ángela, Pety y yo, los demás se esfumaron, si no están en la discoteca debieron correr a su casa.

-gracias por la ayuda, no sé qué habríamos hecho sin ti-agradezco a Pety, el sonríe y asiente, no ha hablado desde que lo conozco es raro, pongo cara de intriga del mismo modo que Ángela-¿eres mudo?

Asiente otra vez, los que fueron secuestrados lo miran raro, como a un alienígena.

-eso es nuevo, un vampiro mudo-opina Ángela y Pety se ríe.

El se da vuelta y sube al camión nuevamente, arranca y sale disparado llenando de ruido la silenciosa madrugada.

-¿ustedes están bien?-pregunto a Keny y Keyn.

-algo parecido a bien, tendremos pesadillas pero viviremos-responde Keny encogiéndose de hombros. Ángela lo abraza, Keyn vira los ojos y se ve cansado.

Zatir se acaricia la cortada en su cuello y no dice nada, de pronto Melnik sale de la discoteca y llama nuestra atención.

-¡Zatir! ¡Puedes irte por hoy! No te vez muy bien para trabajar-dice-te veré el próximo lunes.

Zatir sonríe aliviado, sería muy cruel ponerlo a trabajar en ese estado.

-nosotros nos vamos, los veremos después-dice Keyn espabilándose. Asiento y Zatir sin muchas ganas también.

Los tres tipos enseguida salen corriendo a velocidad extrema, cruzan en un callejón sin dejar rastro alguno. Melnik se aproxima y me ofrece un sobre que traía en una mano, estudio la cosa preguntándome que es.

-tu pago por sacar a Zatir del matadero, de mi parte es por sacarlos a todos pero Eleazar es muy excluyente-explica el pelirrojo, curvo mis labios hacia arroba y acepto la recompensa. Melnik asiente y regresa dentro, me vuelvo a Zatir mientras lo mira alejarse.

-te acompañare que no luces muy bien-le digo asiente forzando una sonrisa, porque no debe ser fácil sonreír con lo que le acaba de pasar.

-gracias vamos-dice y corre, voy detrás, de él sin pensarlo mucho.

Recorremos una gran cantidad de distancia para llegar a su casa, se bien cuál es el camino a la mía así que no me preocupo. El no dice nada en el trayecto parece muy agotado, distingo un poco de claridad en el cielo, maldita sea, pasaron las horas volando, pronto llegara el alba y no quiero que Temio y su novia despierten sin que yo este allá. Alentó el paso y afortunadamente logramos llegar una hora antes del amanecer, creo, no he visto el teléfono.

-nos veremos después-me despido, el asiente y… en un parpadeo lo tengo encima, traba si boca contra la mía antes de que siguiera yo pueda tener otro pensamiento… quedo pasmada por un par de segundos mientras él me besa, sus labios son tan suaves que no podría resistirme aunque quisiera, respondo a sus movimientos y le regreso el beso aferrándome a su ropa, tras unos momentos Zatir se separa y jadea- ¿y eso porque fue?

-por salvarme, ¿no te gusto?-responde en susurro.

-en realidad si, tus labios son geniales-se ríe en silencio y dice caminando hacia el edificio:

-te veré después necesito un buen descanso-doy la vuelta y empiezo el camino de regreso a casa.

Llego justo en el momento del alba, a velocidad sobrehumana cuando estoy de vuelta en mi habitación cambio mi ropa y me envuelvo en las sabanas dejando que mi cuerpo descanse un poco.

O eso es lo que yo quiero porque los malditos sueños no me dejan dormir en paz, ¡me encantaría que de una vez me dijera quien mierda es ese hombre!

-¿deberías dejar esa existencia tuya sabes?-dice el vampiro mirándome intensamente.

-sabes que no-respondo.

Estamos en medio de la penumbra de una ciudad destruida… es una de la zonas cercanas al lugar donde desperté, esto cada vez es más raro, el frunce el ceño.

-me enferma que seas una de esos perros, sabes que como una de los nuestros tu vida sería muy distinta-replica tensando sus rasgos.

-no necesito que sea distinta, déjame-pido irritándome.

-¡pero yo sí! Serás de los míos de una o de otra manera-amenaza mirando con esos ojos rojos paralizantes.

-no puedes atreverte a hablarme así, yo estoy rompiendo cada maldita regla que me enseñaron por un jodido vampiro, ¿te parece poco? Pues a mí no-reclamo defensivamente, el hombre gruñe con enojo.

-un jodido vampiro que no pretende dejarte morir como el resto de tu clase-se defiende y sujeta uno de mis brazos, ¡mierda! Trato de zafarme pero no me suelta, de hecho me aprieta aun mas, hasta el punto del dolor, arrugo el gesto por la molestia, empiezo a enojarme de verdad, de un tirón y una patada en su pecho libero el brazo y lo masajeo tratando de que el dolor ceda.

-púdrete-digo y le doy la espalda alejándome a paso decidido, el cae en cuenta de lo que hizo y adopta un gesto de culpa.

-copo de nieve…-gruñe sin dejar que el sonido salga en su totalidad-regresa-agrega y va detrás de mí.

Despierto de pronto, mi memoria es cada vez más molesta, ese tipo sale constantemente, estoy cansada de la incertidumbre, paso el día en mi habitación leyendo y revisando mis armas de cacería, a tempranas horas de la tarde mis padres regresan, no lo noto hasta que ellos están en mi puerta, por suerte ya había guardado las armas.

-¡cariño!-grita la mujer que creo es mi madre, parecemos clones, ella tiene prácticamente todos mis rasgos, solo que su cabello es azabache y su barbilla no tan fina, está llorando, necesito pensar algo, tengo que verme emocionada o alegre. Sonrió muy realista, pero la verdad no me produce ninguna emoción real, corre hacia mí y me abraza por un momento-¿estás bien? Te vez pálida.

-sí, no me pasa nada-ella suspira con alivio.

-no vuelvas a hacernos esto, casi nos matas-regaña, pongo los ojos en blanco.

-si ya lo sé.

Un hombre se asoma por la puerta y también se emociona, no se me dan bien los reencuentros, básicamente lo anterior se repite, llega me abraza, dice que me quiere y bla, bla, bla y mas bla sobre que no debí escapar, en realidad no me importa para nada, sonara cruel pero ni los recuerdo ni me causan nada de felicidad, nada de afecto en lo absoluto. Mi padre es mas como Temio, pero los rasgos que no tengo de mama los tengo suyos, su cabello negro, y la barbilla fina, es grande, de ojos marrón, tiene una barba muy tenue.

Ellos me hablan pero no los escucho, cuando terminan salen a la sala, tengo antojo de algún bocadillo, salgo de mi alcoba y en el camino un señor de unos 40 pasa junto a mí y ¡apropósito roza mi culo con su mano! Eso envía una corriente por todo el cuerpo avisando que alguien ha invadido mi espacio, me doy vuelta para verlo con odio, el se da vuelta estando parado junto a la habitación de mis padres, una sonrisa maliciosa se asoma por su maldita cara, el pervertido es alto, su cabello es marrón canoso, rostro parecido al de papa, pero con ojos amarillos, no tan blanco, cejas gruesas y rasgos muy marcados. Maldito anciano. El entra a la habitación y cierra la puerta, Temio se para junto a mi entonces.

-¿pasa algo?-pregunta inquieto.

-¿quién es ese bastardo?-digo sin despegar la mirada de su última posición.

-es tío James, no creo que debas llamarle bastardo-responde algo irritado por mi insulto, lo fulmino con la mirada aun llena de resentimiento.

-¿viste lo que hizo?-gruño guardando calma. La intriga en su cara me atropella.

-no, ¿porque?-resoplo con desagrado y sigo caminando por mi bocadillo.

Ignóralo, ignóralo, ese viejo no me molestara si no le hago caso. Ojala, lástima que me equivoque, ese “bastardo” como se me ha pegado decirle no deja de mirarme con ojos de acosador, llenos de un deseo sádico y enfermizo, cada vez que salgo no puedo evitar despreciarlo con la mirada tanto como pueda, tal vez con la esperanza de que me deje en paz, pero no funciona, sigue en el mismo plan, pasan los días en los que no he intercambiado una palabra con un solo vampiro, sigo preguntándome como estará Zatir, pero mis padres no me dejan tranquila, no he podido estar sola, Eugenie aparece en casa un día sí y otro no, desde su revolcón con Temio no puedo soportar la idea de que se quede en casa, así pues, James es un incordio, en la noche del segundo día luego de “el arrebato” como algunos le llaman al secuestro de vampiros, tío se cuela en mi cuarto, no duermo, pero permanezco quieta, tan pronto da un paso dentro yo me levanto como un muerto, provocando que el de un paso atrás.

-sé lo que quieres, y si no deseas tener un problema grave, ¡darás la vuelta y te llevaras tu maldito culo fuera de aquí!-lo amenazo con mirada asesina.

-¿cómo te atreves a hablarme en ese tono?-pregunta enojado.

-te hablo como se me venga en gana bastardo, no quiero ver tú maldita cara aquí vete o lo lamentaras mucho-aprieto los dientes imaginando lo genial que sería poder destrozarlo….

-¿una niña me amenaza?-dice en tono burlón, muy mala pregunta.

-una niña que te arrancara la cara si no te vas, no estoy jugando, vete y si osas tratar de hacer algo, gritare para que Temio te rompa en pedazos-me gustaría ver su cara si supiera que está amenazando a un vampiro. El estruja sus puños con indignación y se va cerrando la puerta.

Tengo que hacer algo con esto, no pueden seguir entrando a mi habitación como si fuera su casa, esto no va a continuar, vuelvo a la cama y al día siguiente, llamo a mis padres, ellos no tienen una idea de para que, seguramente creen que fue un error dejarme sola y que por eso me fui pero no puedo dejar que continúen.

-escuchen bien… no quiero volver a verlos entrar así aquí-pido seriamente y ellos quedan en shock.

-¿cómo que no así?-pregunta papa.

-¡no quiero que entren como si este lugar fuera suyo! ¡Esta es mi jodida habitación y los quiero fuera! ¡Voy a dejar la puerta cerrada cada vez que quiera y no los dejare entrar si no quiero! James no me molestara ni ustedes tampoco, tengo derecho a estar sola si se me da la gana-especifico con enojo. Mama pareciera que viera a un fantasma.

-¡qué te pasa! ¡Tú no puedes hablarnos así!-exige ella.

-¡vete al carajo! ¡Solo quiero privacidad! Estoy lo bastante grande para cuidarme sola, ¡no pueden obligarme a convertir mi cuarto en una sala casi pública!

Quedan en shock, es malo gritar a los padres, lo sé, pero si no se largan, voy a tener grandes problemas.

-¡¿dónde está tu educación?!-pregunta papa con irritación.

-¡¡Fuera!!!-grito sonoramente, ellos no dejan de mirarme y salen, Temio estaba mirando todo desde la puerta, seguro me sermoneara, pero para mi sorpresa, sonríe como si estuviera orgulloso.

-supuse que explotarías, bien hecho-felicita y se va.

No supero que me haya felicitado, es extraño.

Un sonido en mi ventana llama la atención y cuando lo veo casi pierdo los ojos, ¡Sedro! Esta, guindado de la ventana mirándome fijamente, es demasiado grande, cubre toda la entrada de luz, cierro la puerta y abro la ventana.

-¡al fin!-dice sonriendo mientras fuma.

-¿tú qué haces aquí?-pregunto quitando el enojo de mi forma de hablar.

-vine porque me pidieron que te buscara.

-¿quién?

-un tipo que afirma conocerte, te vio el día del arrebato, me pidió que te buscara-mira hacia los lados.

-bien, veré a ese tipo, pero baja de la ventana antes de que alguien te vea-pido, asiente y se suelta, rápidamente bajo a la entrada sin decir nada a nadie.

-vamos-pide en las escaleras de entrada, asiento y corro con él a velocidad humana, me lleva hasta detrás de un local alcohólico cercano donde nadie ve.

Entonces descubro a Zatir, Violeta y a otro tipo, una vez que frenamos la marcha los examino, Zatir se ve como nuevo y sonríe otra vez, Violeta come un helado junto al tercer chico, cuando lo veo…. No puedo equivocarme, finalmente el chico que vi en mis sueños tiene rostro y solo recuerdo una cosa que es lo único que en mi estado de shock puedo decir:

-Merbin Darik.

5 comentarios:

  1. jajaja si, bastante largo... y cuanto has leido de mi novla?

    ResponderEliminar
  2. Holas, gracias por pasarte por mi blog!
    Te cuento de que va lo de las sinopsis (perdona si hago algo de "spam" copiando y pegando los post):
    Creo que todos, en algún momento dado, hemos seguido alguna historia online por capitulos. Muchas bloguer@s suelen subir sus novelas e historias a blogs con un ritmo más o menos periódico y consiguen un buen puñado de seguidor@s que las siguen con devoción y esperan impacientes el siguiente capitulo. ¿Pero cómo engancharse a una historia que ya está en marcha? ¿Cómo saber si una novela te va a gustar o va a ser de tu estilo? Muchas veces esas historias no cuentan con sinopsis ni previos.
    Por eso, he pensado en crear una nueva sección en el blog dedicada a comentar y analizar algunas de estas novelas. Me gustaría hacer un trabajo exhaustivo, pero creo que por falta de tiempo no podré llegar tan lejos.
    En cualquier caso, llamo y animo a l@s bloguer@s que así lo quieran para que me manden las sinopsis de sus historias, novelas y capítulos. No pido mucho, ni siquiera una plantilla fija que haya que rellenar, pero si es necesario, os puedo decir una forma válida, como otra cualquiera, de confeccionarla.
    (continuo)

    ResponderEliminar
  3. A las blogueras que he pedido o que se han ofrecido a mandarme la sinopsis de sus novelas les dije que la escribieran y estructuraran como quisieran. Pero, como yo sé que tengo una visión muy marcada y clara, procuré enviarle a todas ellas una explicación de cómo organizarla.
    Por supuesto, recalqué que no era necesario hacerla de esa manera, pero que la podían usar si les venían bien o simplemente no sabían por donde empezar.
    La estructura de la sinopsis que sugiero es la siguiente:
    He pensado en estructurar la sinopsis en 5 puntos; pero repito que sois libres de mandarme lo que querais. Pero bueno, si os ayuda, pues seguidlos:
    punto 1. Resumen conciso.
    punto 2. Ambientación y personajes.
    punto 3. qué aporta, hace diferente, novedosa, atrayente, interesante,... vuestra novela (un "por qué debes leerla", XD)
    punto 4. expectativas, reacciones, datos interesantes, curiosidades,...
    punto 5. futuro (proximas entregas, otras obras, spin off,...)
    Como veis, en cada punto os dejo "opciones", me basta con que me hableis de una (ejemplo: punto 3. originalidad de tu novela). Aunque podeis hablar de todas y de aquellas que se os ocurran sobre la marcha.
    Por supuesto, podeis hacer la sinopsis todo lo larga o corta que querias. Eso ya os lo dejo a vuestro gusto y percepcion.
    Si podeis y quereis, mandadme o dadme los enlaces, o decidme donde encontrar las imagenes que habeis decidido que use para ilustrar la sinopsis.
    Y bueno, eso es todo.
    A ver si con este estructura te animas a participar.
    ¡Un abrazo de oso amoroso!
    Puedes mandarme la sinopsis a mi email: sabandija03@hotmail.com y pasarte por mi blog para ver los post (suelen ser bastantes) que dedico a la "novela de la semana".

    ResponderEliminar
  4. domo! graciazz por pasar por mi blog y comentar
    si ke t gusta escribir verdad?
    diras ke asta aorita paso pero no podia entrar a la compu estaba enferma a morir T_T pero ya estoy aki y me gusta mucho thu blog :3 esta gniall
    thanks de nuevoo kuidate ;)sayonara

    ResponderEliminar